
Entre tantas fuerzas opuestas que han disparado la volatilidad en el mercado de renta fija en las últimas semanas, algo parece claro. Los gestores nunca han estado tan seguros como ahora del valor que ofrecen los bonos, según se desprende de la última encuesta que realiza Bank of America entre estos profesionales. Pero eso no significa que el camino para invertir en ellos esté totalmente despejado. Todavía hay riesgos al alza para la inflación que pueden generar nuevos episodios de volatilidad.
Para tratar de minimizarla al máximo y aprovechar además las buenas perspectivas de este activo, una posibilidad es hacerlo a través de fondos de inversión que históricamente han demostrado dar importancia al control del riesgo, sin renunciar por ello a la rentabilidad. El ratio de sharpe es un buen indicador de cómo están consiguiendo esos rendimientos. Simplificando mucho, la regla es que cuanto mayor sea, mejor.
"Resulta tentador analizar los últimos trimestres de la renta fija y concluir que la situación es demasiado inestable para invertir en ella, dados los atractivos rendimientos disponibles en efectivo o en bonos del Tesoro", describe Felipe Villarroel, gestor de TwentyFour AM (boutique de Vontobel). "Pero un análisis más profundo muestra que, bajo supuestos razonables, una cartera diversificada de activos de renta fija podría superar al efectivo tanto en un entorno de aterrizaje forzoso como de aterrizaje suave", añade. Con una opinión similar, en la gestora de Edmond de Rothschild defienden que los mercados de renta fija presentan actualmente valoraciones atractivas y ofrecen rentabilidades interesantes.
Fondos 'estables' a largo plazo
Si se hace una búsqueda de fondos de renta fija con mayor ratio de sharpe, que reciben al menos 4 estrellas Morningstar sobre un máximo de cinco, destacan productos como el de Jupiter Strategic Absolute Return Bond, según datos de Morningstar. El objetivo del fondo es tratar de obtener una rentabilidad total positiva durante doce meses consecutivos, con niveles de volatilidad estables no correlacionados con las condiciones de os mercados de renta fija y renta variable. Según la última información disponible, invierte sobre todo en bonos del gobierno, aunque también tiene en cartera futuros sobre bonos, CDS y algo de corporativo. Y puede tomar posiciones tanto largas como cortas. En un periodo de cinco años, que han sido complicados para la renta fija, este fondo ha generado una rentabilidad anualizada del 2,2%.
Otro fondo que despunta por su ratio de sharpe es Generali IS Euro Short Term Bond, que se centra en la renta fija a corto plazo. El vencimiento medio del fondo no podrá ser superior a un año, y el vencimiento de cada activo no puede superar los tres. O Eurizon Bond Italy Floating Rate, que invierte en bonos flotantes del gobierno italiano. Con una cartera más diversificada aparece también el fondo de Groupama, G Fund Alpha Fixed Income, que pertenece a la categoría de renta fija flexible. En su cartera hay una combinación de deuda corporativa, sobre todo del sector financiero, y poca deuda soberana en largo (algo más en corto). Gracias a las coberturas, el fondo no sufrió tanto como otros la caída de precios de la deuda en septiembre.
De los fondos seleccionados, el que ofrece rentabilidades más altas en un periodo de cinco años es Algebris Global Credit Opportunities, que ha generado retornos del 4,75% anualizados. Es un fondo de renta fija flexible, con la mitad de su cartera en bonos del sector financiero, especialmente europeo, donde destacan emisores como Deutsche Bank, UBS o Barclays. Otro 34,8% lo invierte en corporativo, y un 16,1% lo destina a deuda de los mercados emergentes. En sus filas se pueden encontrar emisiones del Gobierno de México o de Brasil.
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