
Hace ya un mes de que el dato de inflación de Estados Unidos servía de resorte para un fuerte rebote de las bolsas mundiales. En los próximos días es el turno de Europa, y de la primera cifra que aporte sobre la evolución de los precios en noviembre dependerá que las bolsas tengan un último arreón este año o, por el contrario, que la decepción sea vista como un paso atrás y el mercado recule toda o parte de la gran subida protagonizada en los últimos días.
En este sentido, los expertos prevén un alza del IPC del 10,4%, que serían dos décimas menos que el registro del último mes. En cuanto a la subyacente, el mercado quedará conforme con un repunte del 6,3%, una décima menos que la de octubre. "La estanflación, el estancamiento económico junto con una alta inflación, sigue siendo la palabra más mencionada en las encuestas de gestores de Bank of America y a la vez cada vez son menos los que creen que la inflación subirá aún más", explican desde Allianz GI. "La mayoría de los inversores supone que bajará de nuevo, porque la escalada provocada por la guerra ha tocado techo y, en este entorno, una subida de la inflación sigue siendo el mayor riesgo y el más citado para el próximo año, seguido de la guerra en Ucrania y otros riesgos geopolíticos", añaden.
"En cuanto al próximo dato de inflación, se prevé una pequeña bajada con respecto al nivel del mes anterior, aunque también habrá que atender a los datos de desempleo y de los índices de gestores de compras del sector manufacturero de los países centrales europeos y de toda la zona euro", matizan.
Desde Julius Baer creen que "los mercados energéticos deberían ofrecer un mayor alivio a la inflación e incluso deberían bajar todavía más, con lo que Europa vería un ablandamiento de los vientos económicos en contra". "Ya ha habido algunos signos positivos como la última encuesta PMI de Alemania, que apuntaba a una mejora de la disponibilidad de los suministros y un descenso de los tiempos de espera; también las empresas han reportado su menor incremento de costes en año y medio y un menor aumento de los precios de sus bienes y servicios", concluyen.
Al otro lado del Atlántico, el dato clave será el informe de empleo que se conocerá entre el miércoles y el viernes, como es habitual y que pueden servir para anticipar el próximo dato de inflación en EEUU y la posterior reacción a los mismos por parte de la Reserva Federal. Precisamente, el último día de noviembre, la institución presidida por Jerome Powell publicará su Libro Beige con las inquietudes y conclusiones de la Fed sobre el impacto de su política monetaria en la economía antes de la última cita del año.
Además de esto, habrá indicadores importantes como la confianza de los consumidores, las solicitudes de hipotecas, el gasto de los consumidores (después del Black Friday y Cyber Monday), renta disponible y la variación del deflactor del PIB.
¿Última cita de la OPEP en 2022?
El cártel de países productores de petróleo (OPEP) se reunirá al cierre de la semana próxima y decidirán su último movimiento de 2022, salvo sorpresa. El precio de los futuros del crudo continúa a la baja mientras el mercado contempla la posibilidad de que la OPEP decida aumentar la oferta de petróleo en medio millón de barriles diarios para el mes que viene, según Bloomberg.
De cumplirse esta previsión, la política del cártel supondría un giro de 180 grados, ya que en las dos citas anteriores se ejecutó un recorte de producción de dos millones de barriles diarios por cada mes. Y con el repunte de contagios de coronavirus en China que hace tambalear al mercado (por el posible cierre de la economía del país fruto de su estricta política de confinamientos) el aumento del bombeo de petróleo solo podría deprimir más aún al crudo cotizado.