
La economía de la eurozona (es decir, de los 19 países que tienen el euro como divisa) está renqueante. Hace meses que los datos económicos y distintos organismos internacionales dibujan una nueva recesión en el horizonte próximo. La actividad económica sufrió un importante freno en el tercer trimestre y los primeros indicadores anticipan una caída en el actual. Sin embargo, los índices PMI preliminares de noviembre invitan a tener cierta esperanza: la crisis puede acabar siendo menos profunda de lo estimado inicialmente. Aunque, eso sí, la incertidumbre sigue siendo elevada a las puertas del invierno y con la guerra en Ucrania sin resolverse.
El PMI compuesto preliminar de la eurozona de este mes, elaborado por S&P Global, muestra que la actividad privada de la región está sufriendo una nueva contracción, pero menos fuerte que lo esperado.
En este indicador una lectura por encima de 50 implica expansión de la actividad y por debajo de dicha cota representa una bajada. El PMI compuesto flash ha sido de 47,8, la mejor lectura en dos meses. Los analistas anticiparon que bajaría a 47, después de que el mes pasado la zona euro experimentara su mayor revés desde noviembre de 2020. Aún así, se trata del quinto mes consecutivo con el PMI en territorio contractivo.
El ligero aumento del PMI ha sido impulsado principalmente por la industria: el subíndice PMI manufacturero ha pasado de 43,8 a 45,7, siendo también el mejor dato en dos meses. "Sigue mostrando una fuerte contracción, pero ligeramente inferior a la del mes pasado", destaca Bert Colijn, economista senior de ING Economics. En cuanto al sector terciario, el PMI servicios adelantado de noviembre es de 48,6, igual que el dato previo.
Previsible caída del PIB en el cuarto trimestre
Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Intelligence, afirma en su comentario de este miércoles que aumentan las posibilidades de que la economía de la zona euro caiga en recesión. "Hasta el momento, los datos para el cuarto trimestre apuntan a una contracción del PIB a una tasa trimestral de poco más del 0,2%", asegura.
Para que haya recesión técnica el producto interior bruto (PIB) debe descender dos trimestres consecutivos en tasa intertrimestral. En el tercer trimestre de este año se expandió un leve 0,2%, por lo que la zona del euro podría caer en recesión, como pronto, a comienzos de 2023.
"Una modesta señal de alivio"
"No obstante, los datos del PMI de noviembre también aportan algunas novedades tentativamente positivas", indica Williamson.
"La tasa conjunta de declive se ha moderado en comparación con la de octubre. Aún más alentador resulta observar que los problemas en las cadenas de suministro están mostrando signos de atenuación, puesto que el comportamiento de los proveedores hasta mejoró en Alemania, que es el principal centro industrial de la región. El clima cálido también ha disipado algunos de los temores en torno a la escasez de energía en los meses de invierno", explica este experto.
Así las cosas, "las presiones inflacionistas están desapareciendo", afirma Colijn. "El debilitamiento de la demanda, la bajada de los precios de la energía con respecto a agosto y la disminución de los problemas de oferta están contribuyendo a suavizar las presiones sobre los precios. Aunque los precios de la energía siguen siendo volátiles y es probable que las empresas sigan pagando algunos de los costes más elevados, estos factores apuntan a un punto de inflexión en la tasa de inflación hacia finales de año", añade.
El índice de precios al consumo (IPC) escaló en octubre a una tasa interanual récord del 10,6% en la eurozona, y son numerosas las dudas sobre si realmente ha marcado un pico, como sí parece haber sucedido en Estados Unidos.
Ben Laidler, estratega de eToro, se muestra confiado: "Las presiones de los costes de los insumos se redujeron al nivel más bajo en más de un año, lo que permite pensar que el ritmo de dos dígitos de la inflación va a disminuir".
Con todo, desde Oxford Economics consideran que los PMI de la región dan "una modesta señal de alivio" este mes, aunque admiten que "la crisis se está generalizando en todos los países y sectores". Por su parte, los expertos de Bankinter interpretan que "la macro europea ha tocado fondo".
"Parece probable que se producirá una recesión, aunque los últimos datos ofrecen esperanzas de que la escala del declive quizás no sea tan intensa como se temió inicialmente", concluye Williamson.
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