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La Fed se aferra a los datos de empleo para negar la recesión

  • La tasa de desempleo de EEUU de julio sale el próximo viernes
  • El crecimiento del PIB en el país se ha situado en negativo dos trimestres...
  • ...pero la Reserva Federal se escuda en la ocupación laboral del país
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La semana que finaliza ha sido tutelada por las decisiones de los bancos centrales y las subidas de tipos de interés para contener la subida de precios generalizada en el globo. El último anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos se tradujo en el segundo aumento de 75 puntos básicos para contener la inflación.

Mientras tanto, la economía estadounidense ha dado un nuevo signo de fatiga por la coyuntura macroeconómica y el rápido timonazo en la política monetaria del país. Por segundo trimestre consecutivo, el Producto Interior Bruto de Estados Unidos ha registrado una contracción, lo que evidencia que la principal potencia del mundo ha entrado en quiebra técnica.

No obstante, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no lo ve así. "Cuando algo 'no cuadra' con los intereses políticos se le cambia el nombre o su definición. No entramos a valorar técnicamente si EEUU está ya o no en recesión, lo que es evidente es que el crecimiento de esa economía, como la del resto de las principales economías desarrolladas, está desacelerándose a marchas forzadas", apuntan el analista de Link, Íñigo Isardo.

Los datos empleo de junio (372.000 nuevos puestos de trabajo) han sido hasta la fecha uno de los clavos al que se aferra el presidente de la Fed, Jerome Powell, para seguir subiendo tipos sin hablar de recesión en Estados Unidos. "2,7 millones de trabajadores nuevos en el primer trimestre no son condiciones laborales de una recesión", llegó a manifestar Powell.

La tasa de desempleo en el país ha estado anclada en el 3,6% desde el mes de marzo. Y para el mes de julio, cuyo dato se sabrá el viernes de la semana que viene, el mercado recogido por FactSet prevé que siga en el mismo porcentaje. Cinco meses consecutivos con el mismo nivel de ocupación en el país que Powell utilizará para seguir justificando el buen hacer de su política monetaria, con independencia de la evolución de la subida de los precios o de cómo reaccione el crecimiento de la economía norteamericana.

Con este pretexto, y mientras la institución monetaria no cambie de parecer, la Fed tiene vía libre para seguir con su hoja de ruta y atajar la inflación con más alzas de tipos de interés. No obstante, el mercado descuenta que Powell levantará el pie del acelerador en la próxima decisión de la entidad y que las subidas previstas para lo que quede de 2022 no serán superiores a los 50 puntos. El motivo viene justificado por el inexistente crecimiento del PIB de enero a junio. "Este retroceso añade presión sobre la Fed para que modere las próximas subidas de tipos, tras ver el impacto en la economía real de su política monetaria", apuntan desde Bankinter.

Powell detalló esta semana que su objetivo sigue siendo evitar una recesión. "No creemos que sea necesario pasar por una para controlar la inflación", matizó. El presidente de la Fed quiere ver un "enfriamiento" en el mercado laboral antes de frenar con su política de alza de tipos y que el mayor riesgo sigue siendo "parar antes de que la inflación haya acabado".

Aún hay tipos que subir

A pesar de que el Banco Central Europeo y la Reserva Federal acaparen la mayor parte de los titulares, la semana que viene todavía hay instituciones monetarias que actualizarán sus tipos al alza. El Banco de la Reserva de Australia, Banco Central de Brasil y el Banco de la Reserva de India también actualizarán su política monetaria y en los tres casos el mercado descuenta una subida de tipos de 25 puntos básicos, según Bloomberg.

Aún así, quien toma mayor relevancia es el Banco de Inglaterra (BoE, en inglés), que se reunirá el próximo jueves. Se espera una subida de 25 puntos básicos (dejaría los tipos en el 1,5%) por la mayoría de firmas de inversión tras la reunión del BoE de agosto. Pero desde Bank of América estiman que la entidad tiene motivos para ser más agresiva y subir 100 puntos básicos los tipos de aquí a la reunión de noviembre incluida. Esto supondría incrementar en 25 puntos la estimación de Bank of America realizada antes de conocer el dato del IPC de junio -publicado la semana pasada- en el 9,3%. "Esperamos que el Banco de Inglaterra responda a una inflación máxima más alta y, por lo tanto, a mayores riesgos de que las expectativas de inflación y los salarios se mantengan altos", estiman desde el banco de inversión.

Por otra parte, la OPEP+, con Rusia presente, se reunirá el primero de agosto para dirimir si aumentan el ritmo de bombeo de crudo más de lo pactado inicialmente. Algo que el mercado descarta con los niveles de demanda de petróleo actual.

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