
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha dicho este miércoles que el banco central seguirá aumentando los tipos de interés para controlar la inflación después de aprobar hace una semana el alza más pronunciado desde 1994, aunque se ha instado a sí mismo y sus compañeros en la Fed a ser "ágiles" a medida que varios factores golpean a la economía más grande del mundo. Pese a que ha intentado disipar los temores de recesión, Powell ha reconocido que la posibilidad está ahí.
"Anticipamos que las subidas de tipos en curso serán apropiadas", ha dicho Powell en su discurso inicial durante su comparecencia semestral ante el Comité Bancario del Senado. "Obviamente, la inflación ha sorprendido al alza durante el año pasado, y podrían esperarse más sorpresas. Por lo tanto, tendremos que ser ágiles para responder a los datos entrantes y a la evolución de las perspectivas".
Los comentarios preparados de Powell han redundado en gran medida en las declaraciones que ya hizo ante la prensa tras la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de junio, en la que se dejaron los tipos en el rango 1,5%-1,75%.
Si bien Powell dijo a los periodistas la semana pasada que otro aumento de 75 puntos básicos, o un movimiento de 50 puntos básicos, estaba sobre la mesa para la próxima reunión a fines de julio, el discurso de este miércoles no ha hecho referencia al tamaño de las futuras alzas. El gobernador de la Fed Christopher Waller dijo el sábado que él apoyaría un alza de tasa de 75 puntos básicos en julio en caso de que los datos económicos lleguen como él espera.
"Entendemos las dificultades que está causando la alta inflación", ha subrayado Powell. "Estamos firmemente comprometidos a reducir la inflación y nos estamos moviendo rápidamente para hacerlo", ha dicho también. "La economía estadounidense es muy fuerte y está bien posicionada para manejar una política monetaria más estricta", ha añadido.
Powell: "Nuestra meta es un 'aterrizaje suave', va a ser muy difícil"
Cuando se le ha inquirido sobre las tan comentadas posibilidades de recesión, Powell ha respondido que "ciertamente es una posibilidad" que esta llegue por las fuertes subidas de tipos. "Los acontecimientos de los últimos meses en todo el mundo han dificultado la consecución de lo que queremos", ha reconocido. Con todo, ha aseverado: "No creemos que sea necesario provocar una recesión". Algo que choca con la visión de expertos de la talla de Larry Summers, exsecretario del Tesoro con Bill Clinton. "Nuestra meta es un 'aterrizaje suave', va a ser muy difícil", ha apostillado el banquero central.
La firmeza de Powell parece haber sido del agrado, en un primer momento, de Wall Street, que si abría la sesión con pérdidas, estas se han revertido llegando a avances por encima del 0,7% en el S&P 500 y del 1,2% en el Nasdaq Compuesto. Poco después, cuando Powell ha admitido la posibilidad de una recesión, el repunte ha empezado a desdibujarse. El bono americano a 10 años (T-Note) se ha mantenido sobre el 3,1%.
"El tono de las observaciones preparadas por el presidente de la Fed ante el Senado ha sido coherente con sus comentarios de 'halcón' en la última conferencia de prensa del FOMC. Sugiere que los banqueros centrales han reconocido la realidad del problema de la inflación y aceptan los costes que acompañarán a una política monetaria más estricta, incluyendo el aumento de los riesgos de una desaceleración", valoran Yelena Shulyatyeva y Anna Wong, economistas de Bloomberg.