
La guerra de Ucrania ha desmontado todas las previsiones de crecimiento e inflación proyectadas para 2022, incluyendo las del Banco Central Europeo. De hecho, para JP Morgan el auge de los precios seguirá condicionando a las principales economías mundiales durante todo el año con unos niveles altos hasta el cierre del ejercicio.
Es la lectura que hace de los próximos meses a ambos lados del Atlántico la directora de Estrategia de JP Morgan Asset Management para España y Portugal, Lucía Gutiérrez-Mellado, quien augura que aunque se aprecie cierta moderación en el aumento de los precios "según vaya finalizando el 2022, los cambios significativos se darán a partir del año que viene". Así, la experta considera que la inflación podrá acercarse a valores cercanos al 3% en los próximos años, pero que se podría mantenerse en esos niveles durante un periodo elevado.
"La inflación seguirá subiendo y aunque la ralentización de esta escalada se ralentiza, no será tan marcada la bajada como esperábamos en parte gracias a la disrupción de la cadena de producción", han añadido desde JP Morgan. Desde la firma son conscientes de que las perspectivas de crecimiento realizadas a primeros del año, que incluían un crecimiento de la economía no tan abultado como el registrado en 2021 pero sí por encima de la media, se han diluido con la guerra, la inflación y el cambio en las políticas monetarias hacia un horizonte más agresivo.
Una situación más desfavorable para Europa que para Estados Unidos, según Gutiérrez-Mellado, dada la dependencia energética del Viejo Continente a las materias primas rusas. "La última parte del año puede que el crecimiento europeo puede que mejore, pero por ahora se mantendrá más bien plano", según la directora de Estrategia de JP Morgan en España.
"La buena noticia es que seguimos viendo crecimiento económico", apunta Gutiérrez-Mellado, quien también reconoce que se han recortado las expectativas en Estados Unidos a pesar de ser más independiente a nivel energético que los países europeos.
La disrupción de la economía china por su actual política para atajar la curva de contagios en el país tiene parte de culpa. "Este año China se ha marcado como objetivo crecer un 5,5% y desde finales del año pasado vemos un cambio en la política monetaria más laxa para conseguir dicho objetivo", ha explicado la responsable de JP Morgan que, sin embargo, ve difícil que lleguen a conseguirlo si mantienen los confinamientos con la severidad actual que no solo afectarían al crecimiento de su economía sino también en la producción y suministro al resto del mundo.
Así, y más enfocados a la composición de sus carteras, desde JP Morgan son conscientes de la volatilidad actual de los mercados y han reducido su exposición en Europa, por estar más castigada por todo lo comentado anteriormente. Del mismo modo, se han enfocado en buscar cierta paridad entre activos de renta fija y variable y también repartiendo esta última entre activos de valor y crecimiento "a la espera de que el segundo semestre del año sea mejor", según Gutiérrez-Mellado.