La volatilidad no se ha despegado de los mercados desde que comenzó el año y durante las últimas cinco sesiones el pesimismo se ha impuesto entre los inversores. Sigue pesando la incertidumbre ante la decisión que tome la Reserva Federal de EEUU para contener la inflación aunque buena parte del mercado ya descuenta que la primera subida de tipos de interés llegará en marzo e incluso que puedan ser más de tres en 2022, como apuntan bancos como JP Morgan.
Ante este panorama, las ventas se impusieron en la sesión del viernes –anticipando las medidas que puedan llegar de la reunión de la Fed del próximo miércoles– y dieron la última puntada a una semana en la que las principales bolsas mundiales se han teñido de rojo. Está claro que pesa la incertidumbre en el corto plazo sin siquiera entrar a valorar las tensiones geopolíticas.
En Wall Street, y con datos al cierre de la sesión europea, los recortes desde el lunes en el S&P 500 alcanzaban el 4,5%, en el Dow Jones 4,3% y en el Nasdaq el 5,6%. Las tecnológicas, que cerraron el año pasado como uno de los sectores que mejor se comportaron en los mercados, se están resintiendo por un entorno en el que la financiación será más cara, lo que lastra a las compañías que basan su negocio en la innovación.
El mismo clima reinó en Europa donde solo el parqué de Londres se mantiene en positivo en lo que avanza de 2022. El EuroStoxx ha perdido los 4.230 puntos con las últimas caídas, lo que le deja a un 4% de su nuevo soporte en los 4.060 puntos, según el analista de Ecotrader Joan Cabrero. Asimismo, el asesor de este portal para inversores ha marcado un segundo escalón en los 3.900 puntos ante un recorte mayor de lo esperado en el índice europeo, lo que supondría ceder un 7,7% desde su nivel al cierre del pasado viernes.
Signos de fortaleza
Respecto al selectivo español, la semana supuso ceder un 1,3%. El Ibex perforó su soporte en los 8.740 puntos, por lo que su nueva cota se asentaría en los 8.570, y alcanzarlos supondría perder solo un 1,2% más. Ya no hay signos de fortaleza, según Cabrero, y "no se puede descartar un contexto correctivo que podría llevar al Ibex a desandar gran parte de la última subida que nació en los 8.080 puntos", estima el experto de Ecotrader, quien también marca un segundo suelo por debajo del anterior entre los 8.380 y los 8.250.
Dentro del selectivo no solo tomaron el control los partidarios de las ventas, sino que más de un tercio de lo que perdió el Ibex 35 en estos cinco días corresponde a dos valores: Banco Santander y Siemens Gamesa. La entidad cedió más de un 2% desde el lunes, aunque la mayor damnificada fue la compañía que se dedica a la tecnología ligada a la energía eólica. Siemens Gamesa adelantó el viernes sus resultados para el último trimestre en el que prevé una caída del resultado neto de explotación (ebit) hasta ofrecer un saldo negativo de 289 millones de euros.
Por un lado, los cambios que exige su aerogenerador estrella, el X.5, así como el retraso en la ejecución de proyectos o el aumento de costes también pasarán factura a las cuentas de la compañía en el primer trimestre de 2022, donde esperan ganar un 21% menos de lo proyectado anteriormente. Con ello, el pasado viernes el precio de su acción cedió un 13%.
A mayores de las anteriores, los perdedores de la semana fueron ArcelorMittal, que se ha dejado un 11%, y Repsol que restó más de un 5% de su valor en bolsa mientras que las más alcistas fueron Bankinter (3,3%), Endesa (2,8%) y Almirall (2,2%).
Otros signos de una subida de tipos
Por otra parte, el precio del crudo ha retornado a máximos de 2014. El barril de Brent cotiza en torno a los 87 dólares gracias a que "la demanda se está manteniendo más de lo esperado durante esta ola de la pandemia [la de ómicron] sin olvidar los recortes de suministro de la OPEP que ayudan a esta revalorización", apuntaron desde el departamento de análisis de Portocolom.
El bono de Estados Unidos a 10 años parece que también apunta a que se acerca una subida de tipos, dado que el interés del T-Note llegó a superar el 1,85% aunque al cierre del mercado europeo estuviera en el 1,75%. Mientras, el Bund alemán volvió a un rendimiento negativo aunque llegó a ofrecer una rentabilidad por encima del 0% por primera vez desde 2019 y el euro no consiguió retomar los niveles vistos a principio de semana y se mantiene por debajo de 1,14 dólares.