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Mike McClellan (Almirall): "Tenemos capacidad para adquisiciones, pero no buscamos hacer algo grande"

  • El CEO de la compañía dijo que había 1.000 millones para compras
  • La firma farmacéutica cotiza en el Ibex 35 desde el año pasado
  • En verano anunció provisiones por el deterioro del negocio en EEUU
Mike McClellan, director financiero de Almirall. Foto: Luis Moreno.

Tras el deterioro de sus inversiones al otro lado del Atlántico, Almirall fía su recuperación a los lanzamientos de nuevos productos y sitúa a Europa como el motor de crecimiento en el corto y medio plazo. Y aunque tienen efectivo disponible, salir de compras no es su prioridad.

Mike McClellan cambió su vida en EEUU, donde trabajó para Teva, por la calidez de Barcelona, desde donde trata de ganar la batalla a los genéricos en su país natal por medio de nuevos lanzamientos, si bien reconoce que en aquel mercado los tratamientos alcanzan su pico de ventas entre los 5 y los 7 años.

En verano, anunciaron unas provisiones de 103 millones para asumir la pérdida de valor de sus inversiones en EEUU. ¿Aumentarán esta cifra?

No, pensamos que las provisiones que hicimos en junio son la cantidad adecuada. No hemos visto nada desde entonces como para cambiar nuestra opinión sobre la evolución. En realidad, estamos empezando a ver alguna mejora en Seysara [el antibiótico oral para el acné vulgar que comercializa en EEUU], como hemos visto en el tercer trimestre. Así que las cosas siguen su curso. Lo miramos cada seis meses más o menos, pero a corto plazo no preveo ningún problema. A largo plazo, estamos centrados en el crecimiento de Seysara y Klisyri [tratamiento de la queratosis actínica], que lanzamos a principios de este año en EEUU y estamos convirtiendo en una potente franquicia de dermatología.

¿A qué atribuye esa pérdida de valor de sus activos en el mercado estadounidense?

Creo que el asunto principal que hemos visto en EEUU es el acceso al mercado y los contratos con los pagadores son más difíciles de conseguir de lo que la empresa esperaba en un principio. Los reembolsos son mayores, lo que hace que las ventas totales sean menores. Aunque los volúmenes no están muy lejos de lo que se esperaba en un principio, lo cierto es que el acceso al mercado estadounidense es muy difícil.

Lo que estamos viendo es que los costes se reducen, especialmente en las categorías en las que muchos de los competidores son genéricos, y eso es lo que ha puesto las cosas más difíciles a nuestro producto Seysara, con el que todavía nos va bien, pero porque la mayor parte del mercado es genérico ha habido una presión extra por parte de los pagadores y mayores reembolsos que los anticipados por la empresa cuando compró el negocio a Allergan en 2018.

Los inversores reaccionaron tras los últimos resultados. ¿Es un tema de beneficios?

Creo que en el segundo trimestre la reacción fue por las provisiones que hicimos en los activos estadounidenses, sobre todo por Seysara. Naturalmente, cuando se hace un gran deterioro se produce una reacción del mercado. Creo que el mercado lo digirió y más tarde, en el verano, vimos un poco de rebote. Lo que ocurrió en el tercer trimestre no era realmente por este año y tampoco por los resultados, sino por los próximos 3-4 años.

Tuvimos que recordarle al mercado que algunas de las cosas que han ayudado a nuestro margen bruto -como los ingresos diferidos que teníamos de AstraZeneca, que desaparecerán el próximo año, y algunas pequeñas desinversiones puntuales- nos han ayudado a tener un margen bruto del 70%, pero el año que viene parece que va a estar más en el rango del 67%, así que ese 3% de diferencia el año que viene y el siguiente era diferente a las expectativas, porque creo que al mercado le parecía que íbamos a ser capaces de mantener el mismo margen bruto en el futuro. Estamos empezando a ver que eso se nivela.

Algunos analistas mencionan un aumento de los costes. ¿Es algo que les preocupe?

No, creo que todo el mundo se va a enfrentar a un poco de inflación. Vamos a tener que invertir más, y ventas y márketing también tendrán que invertir más en nuestra I+D. Hasta ahora, tanto en el caso del lebrikizumab como en el de Klisyri, los costes de I+D corrían a cargo del socio y nosotros pagábamos los hitos hasta la fase 3.

A medida que avancemos, este gran estudio de campo que he mencionado se incluirá en nuestro coste final, y los estudios de reembolso de la fase 3B de lebrikizumab para ayudarnos a conseguir el acceso al mercado en Europa, también se incluirán en nuestros costes. Por lo que estamos viendo un cambio de los acuerdos relacionados con los hitos a más I+D. Un poco más de I+D, un poco más de ventas y márketing, es el coste en el que vamos a incurrir, pero creo que es normal como parte de un negocio en crecimiento que va a tener varios lanzamientos.

¿Puede Almirall trasladar esta inflación a sus clientes?

Es algo difícil para los productos de prescripción, ya que hay fijación de precios y los gobiernos no son proclives a subirlos. La mejor forma de incrementar la rentabilidad es tener éxito en los lanzamientos.

La dermatología es el foco de la compañía, pero tienen problemas con los genéricos y la fase preliminar de algunos tratamientos. ¿Cuándo alcanzarán el pico de ventas?

En EEUU, suelen tardar entre 5 y 7 años en llegar a su pico de ventas, por lo que podríamos verlo de aquí a 4 o 5 años. En Klisyri es algo diferente, porque nos tienen que dar la indicación para aumentar el área de tratamiento. Una vez pase eso, se llegará al pico de ventas algo más tarde.

¿Puede Europa aliviar el mercado de EEUU?

Tenemos un negocio muy fuerte en Europa. Estamos empezando a crecer con productos como Ilumetri, que está yendo muy bien. Acabamos de lanzar Klisyri en Alemania y lanzaremos otros productos el próximo año, por lo que Europa va a ser el motor de crecimiento en el corto-medio plazo. Además, tenemos una gran oportunidad con lebrikizumab, para la dermatitis atópica, cuyo pico de ventas podría alcanzar los 450 millones.

¿Qué expectativas hay en cuanto al crecimiento inorgánico? El CEO dijo hace unos días que tenían 1.000 millones para compras.

Creo que él estaba hablando más bien en teoría. Tenemos una fuerte cuenta de resultados. Nuestro apalancamiento de deuda neta ebitda es de sólo 1,3 [veces], así que si miramos a los próximos cinco años tenemos la capacidad de hacer adquisiciones. No estamos buscando hacer algo grande. Seremos oportunistas y veremos si podemos encontrar los productos adecuados, ya sea en el mercado o potencialmente en nuestra I+D. Los 1.000 millones es algo que probablemente no haríamos de una sola vez. Es algo que tal vez en los próximos cinco años, si surgen los activos adecuados, tenemos la posibilidad [de invertir]. El enfoque real a cinco años son los lanzamientos y la ejecución.

¿Se ha recuperado ya la actividad normal después de la crisis del Covid-19? ¿Cuál ha sido el impacto para Almirall?

La mayor parte lo ha hecho. Seguimos viendo un poco de lentitud en la toma de posiciones, porque incluso cuando el Covid comenzó a disminuir, algunos de los sistemas de salud han estado todavía un poco lentos. Para que los representantes [comerciales] vuelvan a entrar, estamos probablemente en un 70% de lo que estábamos antes de la Covid. Veamos qué pasa en el otoño.

Los números del Covid están subiendo en algunos lugares, así que puede que veamos una breve pausa. Pero, con suerte, esperamos volver a la normalidad para la próxima primavera, aunque es realmente difícil de decir. Hemos tenido impacto ya que el número de pacientes ha bajado al no acudir al médico. Ahora están volviendo, pero lentamente. Esperamos que se recupere totalmente el año que viene.

¿Qué está haciendo Almirall para mejorar en el aspecto de ESG?

Es una cuestión que cada vez nos preguntan más y es algo en lo que estamos trabajando muy duramente con nuestro comité de ESG, con el objetivo de obtener mejores ratings desde las agencias calificadoras. Creo que estamos muy bien en la parte de sostenibilidad medioambiental y necesitamos seguir mejorando en la Social y la Gobernanza.

"Mantendremos el dividendo en 'scrip'"

Para Almirall la política de dividendos es algo importante pese a ser una empresa intensiva en inversiones. Por este motivo, en los últimos años ha repartido pagos de forma estable entre los 0,18 y los 0,2 euros por acción. "Hay previsión de que esta política de pagos se mantenga como un destino de nuestra asignación de capital, ya que es algo importante para nuestros inversores, incluyendo la familia, por lo que no espero cambios significativos a medio plazo", explica el director financiero.

Sin embargo, este dividendo es en formato scrip y no incluye ninguna recompra con amortización ya que persigue el objetivo de limitar la salida de caja de una compañía que la necesita para hacer frente a las inversiones necesarias. "Hemos visto que la opción del scrip es muy popular en los últimos dos años [aproximadamente el 50% del accionariado elige esta opción, con lo que la salida de caja cada año es de entre 10 y 15 millones] por lo que lo mantendremos así", asegura el financiero.


Actualmente, el apalancamiento se sitúa en 1,3 veces y, aunque desde la propia empresa no se marcan un límite estricto en este sentido, "como una compañía prudente que somos, nos gusta tener el endeudamiento en niveles razonables, aunque pueda ascender de forma puntual hasta incluso las 3,5 veces ebitda si se da alguna oportunidad de realizar alguna operación", advierte McClellan.

"Pero esto sería el máximo, y tendría que ser una operación muy, muy especial para asumir ese endeudamiento", matiza. El coste de financiación actual es del 2,1% aproximadamente, "por lo que teniendo en cuenta cómo están los bonos soberanos, creo que está bastante bien", señala. Esto se traduce en un gasto para la empresa de unos 10 millones al año.

"Sería una sorpresa abandonar el Ibex ahora"

En junio del año pasado Almirall recibió la noticia que llevaba esperando 77 años, con la decisión por parte del Comité Asesor Técnico de su entrada al Ibex, sustituyendo a Mediaset. Desde entonces, el director financiero de Almirall reconoce que ha percibido más interés en la compañía "ya que estar en el Ibex nos da una gran exposición hacia los inversores que probablemente no teníamos en el pasado; tienes más gente que sigue e invierte en los fondos indexados o, simplemente, mira las compañías del Ibex más usualmente, por lo que sentimos que es bueno para la compañía".

"Creo que estamos en una magnífica posición para ser una firma de crecimiento en el futuro y estar en el Ibex nos da acceso a gente que no teníamos en el pasado", agrega. Sobre los accionistas, hay que recordar que la familia Gallardo tiene un 60% del capital y que, según afirma el directivo, no tiene intención de reducir de cara a mejorar la liquidez del título, algo que podría ser clave de cara a mantener el sitio en el selectivo nacional, "aunque no espero que suceda a medio plazo y que el resto de accionistas tampoco está pidiendo", advierte el directivo.

De hecho, este mes de diciembre habrá una nueva revisión, en la que Almirall se encuentra entre los valores con menos liquidez. En este sentido, McClellan no espera que haya ningún cambio, "aunque nunca se sabe". "Creemos que estamos bien posicionados para mantener la plaza y me sorprendería mucho si no estamos en el Ibex 35 a medio plazo", confirma. Algo con lo que también se ha especulado es con su salida a bolsa en Wall Street, aunque "tampoco es una prioridad ahora mismo ya que tiene muchos requisitos que seguir y estamos contentos con la base inversora que tenemos en España", concluye.

"Hemos reducido la inversión por el Covid"

Este verano la compañía anunció que iba a recortar la inversión en I+D. "El año pasado gastamos 80 millones en investigación y desarrollo y este año vamos a invertir un poco menos a causa, sobre todo, del impacto que ha tenido el Covid sobre algunos de los ensayos", explica Mike McClellan. "De todos modos, los recortes no implican a ninguna parte core de nuestra investigación", añade. Para el futuro, desde la compañía esperan poder volver a incrementar esta partida. Aunque reconocen que "Klisyri y lebrikizumab son las necesidades más inmediatas", esperan "poder volver a construir la cartera de proyectos de cara a poder seguir creciendo en la próxima década", apunta el directivo.

Históricamente, siempre han invertido una parte importante de sus ingresos en innovación, entre el 10 y 15%. "Según objetivos aumentamos la inversión con cargo a deuda", agrega McClellan. "Probablemente, ahora estemos en torno al 11 o 12% de las ventas, pero queremos incrementarlo para los próximos años, aunque siempre depende de los activos que haya que desarrollar", matiza.

Tras la salida de Peter Guenter el año pasado, la compañía comenzó a buscar un nuevo consejero delegado. El elegido ha sido Gianfranco Nazzi, con experiencia como vicepresidente de Teva, AstraZeneca, GSK o Eli Lilly. "En los próximos años necesitamos ejecutar nuestros lanzamientos comerciales y establecer un ritmo de investigación para el futuro y eso nos lo da Gianfranco con su experiencia comercial. Lleva seis meses ya y lo está haciendo muy bien, así como al nuevo jefe de ciencia, que nos está ayudando a cumplir los objetivos", explica McClellan, el cual lo conoce de su anterior etapa en la israelí Teva.

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