
El mercado de valores arrancó agosto vestido de verde. En la primera semana del mes, los índices de referencia en Europa terminaron con subidas, digiriendo en la sesión del viernes los buenos datos de empleo en julio de EEUU que dan alas a la Fed para hablar de retirar estímulos. Así, con un impulso del 2,1% en los últimos días, el EuroStoxx 50 se despidió en sus niveles máximos del año. El Ibex 35, con un alza semanal del 2,3%, la mayor desde mayo, en la última jornada se lanzó al ataque de la primera resistencia, situada en los 8.850 puntos.
Gracias a este último rebote, Europa consiguió situarse en los 4.174,54 puntos, superando los altos que marcó el pasado mes de junio. Según Joan Cabrero, analista técnico y asesor de Ecotrader, se trata de "un signo de mucha fortaleza que no hace más que reforzar nuestro escenario de que en cuanto concluya la actual consolidación asistiremos a una continuidad alcista hacia objetivos en los 4.575 puntos". Eso sí, el experto recalca que no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. Y es que, todavía "está por ver si esta continuidad alcista tendrá lugar sin antes asistir a una mayor consolidación, similar a la vista semanas atrás", añade.
En cuanto al parqué nacional, el alza semanal le permitió finalizar en los 8.879 puntos, la parte inferior del rango de los 8.850/8.950 puntos. Una resistencia que "consideramos que es complicado que pueda superar sin antes desarrollar una caída que al menos podría ir a buscar la zona de soporte de los 8.570/8.600 puntos, cuyo alcance rellenaría el hueco abierto al alza el pasado 22 de julio", explica Cabrero, quien advierte que la pérdida de dicho soporte abriría la puerta a una recaída hasta los 8.250 puntos.
En el resto del Viejo Continente, nos encontramos un panorama similar. Las mayores alzas se vieron en Francia, pues el Cac se anotó un 3,1% en la primera semana de agosto. El Ftse Mib italiano subió un 2,5%, el Dax alemán un 1,4% y el Ftse 100 inglés lo hizo un 1,3%. Al otro lado del charco, se vieron subidas más moderadas que llevaron a Wall Street a la zona de máximos históricos. Así, el S&P 500 avanzaba un 0,9%, el Dow Jones un 0,8% y el Nasdaq un 1,1% a media sesión.
En lo que se refiere a los valores nacionales, los bancos fueron los protagonistas de la primera semana del mes. Las cinco firmas bancarias españolas se encontraron entre las firmas más alcistas de este tiempo. Entre ellas, destacó BBVA con una subida del 6,5%, la mejor de todo el selectivo. El grupo de origen vasco ya se postula como la principal candidata para volver al EuroStoxx. Le siguieron Telefónica, que, después de presentar la semana pasada unos resultados que han gustado al mercado y a los analistas, registró un alza semanal del 5,7%, y CaixaBank, con un 5,6%.
En la otra cara de la moneda, las más castigadas en este periodo fueron las farmacéuticas, PharmaMar y Grifols, que se dejaron un 3,8% y un 3,3%, además de Amadeus, que retrocedió un 2,3%.
Reacción del T-Note al dato de empleo
La reacción al informe de empleo norteamericano relativo a julio en el mercado de deuda ha sido casi inmediata. Los buenos datos, que justifican que la Fed pueda empezar a hablar del tapering (retirada de estímulos monetarios) pronto, han llevado a la rentabilidad del bono americano a 10 años, el T-Note, a saltar del 1,25% al 1,29% en el mercado secundario.
Del mismo modo, las ventas en deuda se impusieron en la última jornada del Viejo Continente, de este modo la rentabilidad del bund germano terminó subiendo hasta el -0,45%. Y, aunque en el bono español a 10 años también se vieron importantes ventas el viernes, las compras de los días anteriores se tradujeron en la caída semanal de su interés, al 0,24%.
Divisas y materias primas
El comunicado de la cifra de empleo en EEUU tuvo un impacto directo entre el cruce euro/dólar. Y es que la divisa europea terminó la semana con una caída cercana al 1% frente al billete verde, hasta los 1,176 dólares.
Una semana roja también la tuvieron el petróleo y el oro. El barril de Brent se desplomó en este periodo un 7,5%, hasta los 70,62 dólares, la mayor caída semanal desde noviembre del año pasado. El oro, por su parte se dejó un 2,8%, retrocediendo a los 1.762 dólares por onza, niveles mínimos desde abril.