
El descenso del sector financiero y de la industria de los viajes impiden que el Ibex recorte en exceso el diferencial con el EuroStoxx 50, que se mantiene en torno a los 15 puntos. Del índice se despiden Telefónica y BBVA, con la amenaza de una segunda ola de contagios por coronavirus disparada. Sabadell perdió un 11% en la semana; IAG, un 14%
Pasó un nuevo aniversario de la caída de Lehman Brothers en 2008 (el 15 de septiembre). El duodécimo. Y Banco Santander y BBVA se ven hundidos por debajo de mínimos de entonces, con el sector bancario en conjunto intentando solucionar por la vía de la consolidación todos los achaques de rentabilidad, solvencia y liquidez que arrastra de aquella Gran Crisis Financiera, y las consecuencias de las históricas políticas monetarias expansivas que llegaron para paliarlos y para quedarse.
La pandemia amenaza con dejar pequeño aquel golpe en el corazón de Wall Street y de todo el sistema, y el Ibex 35 (-27% en el año y con cerca de 15 puntos de diferencial con el EuroStoxx 50), especialmente lastrado precisamente por las entidades financieras, es incapaz de generar señales sólidas de una recuperación sostenida Del índice de referencia europeo se despidieron este viernes Telefónica y BBVA, componentes históricos. El colmo de la decadencia de la bolsa española.
Desde el punto de vista técnico, no se verá fortaleza hasta los 7.125 puntos. "Lo último destacable del comportamiento del Ibex fue la superación de la directriz bajista de muy corto plazo que vimos el miércoles", reconoce Joan Cabrero, asesor de Ecotrader, quien considera que "esta ruptura es una señal positiva a corto plazo que aleja temporalmente los riesgos de que podamos ver la pérdida de soportes de 6.900 puntos, que abrirían definitivamente la puerta a una caída a la zona de los 6.420 puntos, que es donde recomendamos esperar antes de compra bolsa española con una visión de medio plazo".
Los 34 componentes actuales del Ibex -tras la exclusión de MásMóvil del selectivo el pasado 11 de septiembre, se ha quedado a la espera de conocer el 7 de octubre quién será su sustituto, y tendrá que buscar reemplazo también para Bankia- se encuentran a algo más de un 20% de media de los precios mínimos del año, con Telefónica en niveles de 1996, Santander de 1992 y BBVA de 1995.
No se puede dejar de sumar las reminiscencias de la guerra comercial entre EEUU y China que resuenan a nivel global
De fondo, más incertidumbre por la segunda ola de contagios de coronavirus, lo que de nuevo se reflejó en la industria de los viajes: IAG perdió un 14% en la semana, Meliá un 6% y Aena un 2%. Y más certeza de un restablecimiento asimétrico, con España entre las economías más retrasadas.
"El caso es que la situación no es la mejor, y los datos van mostrando la gradualidad de la recuperación, pero mientras el mercado la descuente como tal y no espere grandes cosas en el medio plazo, es un estadio más con el que convivir: seguimos dependiendo de que no haya un movimiento convencido y más generalizado de dar marcha atrás en lo que fue una reapertura económica que ha provocado cierta recuperación de los datos macro y cierta estabilidad en muchos sentidos, pero esa estabilidad se balancea", observa Jesús Sáez, experto de Natixis.
Y, más allá, no se puede dejar de sumar las reminiscencias de la guerra comercial entre EEUU y China que resuenan a nivel global. Como el último enfrentamiento entre el presidente Donald Trump y la tecnológica asiática Tencent sobre el tratamiento de los datos y los protocolos de seguridad.
En este terreno, la apreciación del yuan chino por la recuperación más creíble del gigante asiático y por la debilidad del dólar rebaja estas tensiones al favorecer automáticamente la competitividad de EEUU, pero el mercado sigue decepcionado por la poca concreción de la Reserva Federal (Fed) en la reunión del miércoles, y las grandes tecnológicas lo siguen pagando, desinflando al Nasdaq 100 -pierde un 9% desde el 2 de septiembre-, que parecía invencible.
Además, como recuerda Stefan Scheurer, analista de Allianz Global Investors, "no pueden perderse de vista los siguientes riesgos políticos y geopolíticos: las negociaciones del Brexit, que están entrando en su fase final, y las elecciones presidenciales estadounidenses dentro de siete semanas".
"La reciente corrección de Wall Street está siendo impulsada principalmente por el sector tecnológico, que ha arrastrado al Nasdaq a la baja más de un 10%, después de haber tenido un cierre récord hace pocas sesiones, pero la situación sanitaria, las elecciones estadounidenses y la recuperación económica, los culpables habituales, no han experimentado un deterioro marcado", considera Esty Dwek, estratega de Natixis IM Solutions, quien apunta que "el riesgo clave es un aumento significativo en los rendimientos de los bonos estadounidenses, algo que no parece probable por algún tiempo".