
Tras unas semanas de negociaciones, la fusión de CaixaBank y Bankia ya es un hecho. Una vez que se cierren los últimos flecos, la unión dará lugar al mayor banco nacional, y habrá algunas cosas que cambiarán para los clientes de ambas entidades.
Aunque el acuerdo afectará a clientes de otros bancos, por ejemplo los de Sabadell, ING y varias cajas, que verán como hasta 5.400 cajeros dejan de ser 'gratis' para ellos, la mayor implicación será para los de las propias entidades fusionadas. Pero ¿qué consecuencias va a tener el proceso entre los clientes de las dos entidades? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recoge algunas de ellas:
Un nuevo número de cuenta
Una vez que se produzca la plena integración entre ambas entidades, la primera consecuencia para los clientes será el cambio en en el IBAN: si se confirma la compra de Bankia por parte de Caixabank, serán los clientes de Bankia los que cambiarán de IBAN.
En principio, el cambio de número de cuenta no debería suponer ningún problema para el usuario, ya que la nueva entidad asociará de manera automática el antiguo número de cuenta con el nuevo, y cualquier abono o pago realizado utilizando la antigua numeración se trasladará automáticamente a la nueva cuenta.
¿Qué pasa con las cuentas, tarjetas, hipotecas...?
Habrá que esperar a que culmine la fusión para conocer las políticas comerciales de la nueva entidad, que con toda probabilidad serán comunes para todos los clientes, independientemente de que antes lo fueran de Bankia o de Caixabank.
¿Esto puede suponer un cambio en las condiciones de los productos que se tienen contratados? Pues depende: según el producto que sea, se respetarán las condiciones que se tenía o se tendrán que aceptar cambios.
Hay dos tipos de contratos:
Los contratos de duración determinada, como pueden ser los de un préstamo o un depósito a plazo fijo. Estos contratos tienen delimitada su duración y no es posible modificar las condiciones pactadas, salvo acuerdo entre las partes o si hay motivos válidos especificados en el contrato. Por tanto, si tienes una hipoteca en Bankia, la posible fusión no supondrá que varíen las condiciones de tu hipoteca.
Los contratos de duración indefinida, es decir, aquellos que no tienen un plazo de finalización determinado, como pueden ser los de una cuenta corriente, una tarjeta de crédito o una cuenta de ahorro, tienen otras condiciones. En este caso, la normativa establece que las entidades pueden modificar unilateralmente las condiciones, con el único requisito de comunicar dichas modificaciones de manera individualizada con una antelación de al menos dos meses.
Atención al Fondo de Garantía de Depósitos
¿Tienes cuentas en las dos entidades? Pues atento: hasta el momento de la fusión tus fondos están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos por hasta 100.000 euros por titular para cada una de las entidades. Sin embargo, cuando se produzca la fusión, pasará a ser ya una única entidad, cubierta solo por un fondo: si entre ambas entidades tenías depositados más de 100.000 euros por titular, el exceso no quedará protegido.
Menos competencia, peor para los consumidores
La OCU apunta a que la fusión podría traducirse en un incremento del precio de los servicios financieros y agudizar algunos problemas, como la desaparición de oficinas en algunos lugares.