
Independientemente del resultado final -las bolsas europeas y americanas acabaron con ligeros descensos e incluso con signo mixto en Wall Street- los alcistas lograron ayer salvar las castañas del fuego a ambos lados del Atlántico.
En una jornada de mercado de elevada volatilidad marcada por los vaivenes que protagonizaron los principales selectivos de renta variable en el Viejo Continente y en EEUU, en la sesión de ayer se consiguió que la amenaza de un recrudecimiento comercial entre las dos principales potencias económicas del mundo, China y EEUU, no degenerara en una nueva sesión de abruptos números rojos.
Los selectivos europeos martillearon ayer la zona de mínimos que marcaron el pasado mes de junio, que fue el origen del último rebote. "El alcance de estos soportes es probable que intente frenar el ímpetu bajista y desde ahí no nos sorprendería que trataran de sentar las bases de un rebote que sirva para aliviar la sobreventa y recuperar parte de las últimas y fuertes caídas", señala Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
Y es que, desde esos niveles, las bolsas consiguieron frenar la sangría del mercado y recortaron las pérdidas hasta que fueron meramente testimoniales en algunos casos, como el del Ibex 35, que cerró con un descenso del 0,04%.
En la búsqueda de una ecuación más atractiva
"Sin embargo", prosigue el experto, "este rebote tiene visos de que va a ser vulnerable si atendemos al recorrido bajista que aún podría tener Wall Street hasta soportes como son los 2.725 puntos del S&P 500".

Este escenario encajaría con el CAC 40 francés alcanzando la zona de soporte clave de los 5.000 puntos y con niveles análogos en el EuroStoxx 50 en el entorno de los 3.135-3.165 puntos. Por eso, desde Ecotrader no se está por la labor de tratar de aprovecharlo.
"Venimos insistiendo que eventuales rebotes tienen visos de ser altamente vulnerables y previos a una segunda pata bajista", afirma el experto, que asegura que hay que tener paciencia y esperar a que haya una caída que lleve al S&P 500 a la zona de mínimos de junio -los 2.725 puntos- antes de volver a posicionarse con fuerza en el mercado de renta variable.
Y es que, en dicha zona la ecuación rentabilidad riesgo sería más atractiva que en niveles actuales. No en vano, realizando compras en el entorno de los 2.725 puntos el potencial beneficio sería de un 12% mientras que el riesgo a asumir sería inferior al 5%.