
Wall Street ha cerrado una semana para olvidar, en concreto, la peor del año, después de que Trump haya agitado los mercados al anunciar un nuevo arancel sobre los productos chinos. Los soportes no han aguantado y podría sufrir una caída adicional de más del 4%.
Así, en la jornada del viernes el S&P 500 se ha dejado un 0,73% hasta los 2.932,04 puntos mientras que el Dow Jones se queda en los 26.485,01 enteros tras ceder un 0,37%. Por su parte, el Nasdaq 100 ha perdido un 1,39% y cotiza en los 7.692,8 puntos.
En el balance semanal, el Dow Jones perdió un 2,6%, el S&P 500 un 3,1% y el Nasdaq 100 un 4,04%.
Estas caídas provocaron ya el jueves "la pérdida de los primeros soportes como eran los 2.973 puntos del S&P 500", apunta Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. "Su cesión abre la puerta a mayores caídas que podrían llegar hasta los 2.800 puntos, lo que implica una caída adicional de más de un 4% y que sería una zona propicia para volver a plantearnos comprar renta variable americana", añade el experto.
Al comienzo de la semana, todos los focos estaban puestos en una Reserva Federal que pese a que rebajó los tipos de interés en 25 puntos básicos, decepcionó al mercado merced la reacción que hubo en las bolsas.
Más que por una rebaja insuficiente, como aseguró Trump, fue por las palabras de Jerome Powell, quien aseguró que la rebaja de tipos era preventiva y normal en mitad del ciclo económico, aunque también mencionó la baja inflación, la desacleración económica externa y las tensiones comerciales.
Precisamente a esto último pareció contestar Donald Trump en la jornada del jueves, al echar más leña al fuego en su embite comercial con China, al anunciar por Twitter que iba a imponer nuevos aranceles de un 10% a los productos chinos que se habían librado hasta ahora, por un total de 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre.
Y ya el viernes a primera hora, el ministro de Asuntos Exteriores chino Wang Yi afirmó que el país tomará "represalias", aunque sin especificar.
Esta escalada de tensión comercial entre las dos economías más grandes del mundo se produce tan solo un día después de que delegaciones de ambas partes finalizaran la primera ronda de negociaciones cara a cara en Shanghái desde que se pactara la actual tregua, a finales de junio. Estas conversaciones acabaron sin grandes avances, y con la previsión de que los siguientes encuentros se darían ya en septiembre en Washington DC.
Agenda macro
La última jornada semanal estuvo marcada por el dato de paro de Estados Unidos en julio, que ha estado en línea con lo previsto, y por el alto déficit comercial del país que se ha conocido hoy. Pero, sobre todo, por el incremento de la tensión comercial con China tras la nueva ronda de aranceles norteamericanos.
Hoy mismo se ha conocido un dato clave en este conflicto: la balanza comercial de EEUU: su déficit comercial en junio cayó a 55.200 millones de dólares, menos de lo esperado por el mercado. El déficit comercial con China se redujo un 0,8% en junio, hasta los 30.000 millones de dólares.
Asimismo, en EEUU se ha publicado el dato de paro de julio: se mantuvo en el 3,7% y se crearon 164.000 puestos de trabajo.
El bono a 10 años, en mínimos de noviembre de 2016
Mientras tanto, los bonos se disparan, por lo que sus rentabilidades caen de forma destacada. el interés del bono estadounidense a 10 años se desploma. Su caída en picado desde niveles superiores al psicológico del 2% comenzó ayer, tras el anuncio de Trump.
El Treasury se cayó este viernes al 1,85%, mínimos no vistos desde noviembre de 2016. Un escenario que evidencia la inversión de la conocida como curva de tipos, el cruce de las rentabilidad entre el Treasury y el bono de EEUU a un año, y que se suele interpretar como un aviso de la llegada de una recesión económica.
El crudo y el oro también cotizan a Trump
En el mercado de materias también tuvo consecuencias el recrudecimiento de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. El jueves el petróleo se desplomó más de un 7% para cerrar el viernes la semana sobre los 61 dólares por barril de Brent. Y eso, pese a que las reservas de petróleo en EEUU cayeron más de lo esperado.
Y por su parte, el oro cotizó como activo refugio este viernes al impulsarse cerca de 2 puntos porcentuales, renovando sus altos del año y llegando a cotas no vistas desde 2013, cerca de los 1.450 dólares por onza..