
Las bolsas del Viejo Continente comienzan el mes de agosto en medio de un contexto monetario y geoestratégico, cuando menos complejo. Sobre todo tras la decisión de ayer del banco central de EEUU.
La Reserva Federal sucumbió ayer a las presiones del presidente del país, Donald Trump, y rebajó el precio del dinero en 25 puntos básicos (hasta el rango del 2-2,25%). Por primera vez en once años, la Fed ha llevado a cabo un recorte en los tipos de interés en un movimiento que ha sido calificado como "un ajuste de política a mitad de ciclo".
El movimiento ha decepcionado al mercado al descartar, según se desprende de las palabras del máximo responsable de la institución (Jerome Powell) tras anunciar la decisión, un largo ciclo de recortes. Y así se encargó Donald Trump de hacerlo público vía Twitter.
La reacción de las bolsas estadounidense no se hizo esperar. Los inversores llevaron a los índices norteamericanos a perder más de un 1% durante el discurso de Jerome Powell. Eso sí, pese a las caídas, los soportes se mantienen en pie.
Un contexto correctivo
Gracias a que no se perdiera ningún nivel clave en Wall Street, "no descartamos la posibilidad de que exista un conato alcista en las bolsas tras la decisión de la Fed", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. "Sin embargo", prosigue el experto, "mucho nos tememos que eso será algo vulnerable y previo a mayores caídas por lo que a priori seguimos recomendando esperar antes de volver a comprar renta variable".
Y es que, en Europa el riesgo bajista se mantiene intacto. "Con la información que tenemos sobre la mesa, ha aumentado mucho la probabilidad de ver un contexto correctivo en las bolsas del Viejo Continente que pueda llevar a sus principales índices a corregir alrededor de un 6% adicional, hasta la zona de teórico soporte que presenta el EuroStoxx 50 en la zona de los 3.300 puntos, que podría incluso alargarse hasta los mínimos de junio en torno a los 3.250 puntos", explica Cabrero.
Este movimiento, a tenor del margen de caída que podrían tener el resto de índices europeos, podría arrastrar consigo a un Ibex 35 que volvería en un contexto de debilidad a la zona de los 8.730-8.800 puntos, e incluso a los mínimos del pasado mes de diciembre, borrando así las ganancias acumuladas en el conjunto del ejercicio.