
En un momento en que la posibilidad de que EEUU y China lleguen a entenderse en materia comercial se hace esperar, el mercado ha buscado cobijo en la Reserva Federal. Tras meses de paciencia, ataques tuiteros del presidente Donald Trump y una creciente incertidumbre global, las palomas monetarias dentro de Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) se han ganado el favor del consenso, que descuenta ya el primer recorte de tipos desde 2015.
Tal es el entusiasmo que la popularidad del término "recorte de tasas de la Fed 2019" en Google se ha disparado en la última semana mientras el de "guerra comercial" se ha hundido (ver gráfico). Un indicativo más de que los inversores dejan de lado momentáneamente la reanudación de las conversaciones cara a cara entre los equipos negociadores de Washington y Pekín para centrar toda su atención en la relajación monetaria del banco central de EEUU.
"La Fed recortará tasas esta semana tan solo siete meses después de la última subida de diciembre. Si bien esto puede parecer como un cambio de rumbo notable, está en línea con la media histórica", señala Joseph LaVorgna, economista jefe de Natixis.
Paralelamente, mientras la tregua comercial entre las dos mayores economías del mundo se sostenga y no se produzca una escalada de los aranceles, todo parece indicar que los avances concretos, de haberlos, se harán esperar hasta el cuarto trimestre de este año.
"Un acuerdo final requeriría una reunión cara a cara", estima Cesar Rojas, economista de Citi, quien considera que los próximos eventos potenciales para una reunión bilateral podrían ser la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York (17-24 de septiembre), la cumbre APEC en Chile (14-17 de noviembre), o incluso una posible visita de Estado en Washington DC en 2020, con un acuerdo histórico con China.
"El nivel actual de los aranceles no parece ser tan alto como se pensó originalmente"
Por su parte, Dominick DeAlto, director de inversión de renta fija en BNP Paribas Asset Management, destaca que aunque a día de hoy no se pueda concluir que las disputas comerciales estén resueltas y que los riesgos para la economía global estén contenidos, "el nivel actual de los aranceles no parece ser tan alto como se pensó originalmente".
Es por ello que las mesas de inversión y los operadores prestan una mayor atención a la relajación monetaria en ciernes tras nueve subidas de tipos de interés de 25 puntos básicos en los últimos tres años, que han situado el precio del dinero en un rango de entre el 2,25% y el 2,50%. Ahora la incógnita que inunda las predicciones no es si la Fed aplicará dicho recorte sino hasta dónde está dispuesta a rebajar el precio del dinero.
Hasta dónde será el recorte
Algunos consideran que los funcionarios del banco central simplemente aplicará una rebaja de salvaguarda mientras otros descuentan recortes más profundos antes de que termine el año. Los dos últimos ciclos de flexibilización monetaria comenzaron con recortes de 50 puntos básicos, relajación que no impidió que la economía estuviera abocada a una recesión.
No obstante, solo el 21,4% del mercado considera que la Fed pondrá fin a su normalización monetaria con un recorte de tal calibre, que dejaría los tipos entre el 1,75% y el 2%. Sin embargo, es cierto que se proyectan hasta tres rebajas de tipos de 25 puntos básicos hasta finales de este año incluida la que se espera el miércoles, según el indicador FedWatch de la CME.
En Morgan Stanley apuestan por un recorte inicial de 50 puntos básicos, en línea con la tradición de los últimos dos ciclos anteriores mientras que en Goldman Sachs esperan dos recortes de tasas de 25 puntos básicos cada una, en julio y en septiembre. Pero ponen en duda los 50 puntos básicos más que descuenta el mercado hasta finales de 2020.
David Kostin, su estratega jefe para EEUU, avisaba a finales de la semana pasada en un informe que el índice de incertidumbre de la política económica mundial que elabora el banco se encuentra en niveles récord durante los últimos meses, con los indicadores en Europa, Asia y EEUU muy por encima de los promedios históricos.
"En el futuro, el conflicto comercial con China, las tensiones entre Washington y Teherán, los efectos derivados de la incertidumbre en el extranjero, el riesgo regulatorio y el período previo a las elecciones estadounidenses de 2020 crean una alta probabilidad de que la incertidumbre siga siendo elevada", avisa.
Precisamente, los riesgos a la baja que preocupan a la Fed prometen intensificarse. Un crecimiento tímido en la Eurozona, donde un Brexit sin acuerdo vuelve al acecho, así como un debilitamiento aún mayor del crecimiento en China seguirán marcando la pauta para la Fed, además, claro está de los datos propios de la economía estadounidense.