
La guerra desatada por Arabia Saudí en petróleo ha derribado los precios del crudo en el mercado desde el pasado lunes, la cotización sufrió descensos del 31% en el caso del Brent y del 27% en el Texas. Hoy el barril ha llegado a repuntar alrededor de un 5%, pero se ha desinflado ante los rumores de que Trump está a punto de anunciar el Estado de Emergencia para EEUU.
En mitad del caos bursátil provocado por el coronavirus, el petróleo está asumiendo su parte de protagonismo. El parón económico mundial que está provocando la epidemia supone un duro golpe para la demanda de crudo, pero la caída a cuchillo de la cotización responde a la intención de Arabia Saudí de inundar el mercado con sus reservas para hundir el precio y dañar a sus competidores.
La alianza entre Moscú y Riad saltó por los aires cuando Rusia se negó a sumarse a los recortes de producción que proponía la OPEP la semana pasada. Desde entonces no ha parado de crecer la tensión. El fin de semana Arabia lanzó una rebaja histórica para sus barriles y anunció para abril un aumento de producción del 25%. Lejos de amedrentarse, Rusia ha respondido que responderá asumiendo los bajos precios y abaratando y aumentando también su producción.
La avalancha de petróleo que se avecina amenaza a afectar la producción de fracking de EEUU y desestabilizar a la economía de los países productores de petróleo. Más allá del desplome de los precios, el mercado de crudo está sacudido. Los precios del petróleo hace referencia a los contratos de futuros que se cierran. Lo habitual es que estos sean más bajos que el precio se paga al contando. Los especialistas llaman a este mercado Backwardation. Pero actualmente, según informa Bloomberg, se está pagando actualmente por el barril de crudo diez dólares menos al que marcan los futuros. Una situación de supercontango, con los inversores anticipando un mayor desplome de los precios.
Según explican desde Goldman Sachs, se producirá un incremento sin precedentes de reservas de petróleo en todo el mundo, arrastrando a los precios hasta los 20 dólares. A pesar de que en EEUU se producirán una cascada de quiebras de pozos, no será suficiente para compensar el exceso de oferta.
Hoy los mercados han vivido una pequeña tregua, después del día negro de ayer. Las bolsas y petróleo se hundieron después de que el BCE anunciara un aumento de 120.000 millones en compra de activos y barra libre de liquidez con tipos negativos para los bancos. La Fed posteriormente aumentó los manguerazos de dinero para el sistema de 1,5 billones de dólares. Tampoco sirvió para que Europa cerrara su peor sesión de sus historia y Wall Street la peor desde el lunes negro de 1987. El petróleo cerró con caídas del 7%, después de que EEUU suspendiera los viajes desde Europa.