
Unicaja y Liberbank no tendrán que recurrir a una ampliación de capital para llevar a cabo una futura fusión. Los dos grupos suman un excedente de capital de entre 900 a 1.400 millones de euros con los que financiar los costes de reestructuración, según apuntan los analistas de JB Capital en un informe.
"Las actuales perspectivas macroeconómicas y la bajada de requisitos de capital reglamentario haría que el BCE no solicitara capital adicional a los grupos y, por lo tanto, no debería ser necesario realizar un aumento de capital", apunta el documento. Ambos bancos tienen un sólido ratio de solvencia, medido a través del CET 1 fully loaded. Unicaja cerró el primer semestre del año con una ratio del 14%, mientras que Liberbank lo situó en el 14,4%.
Teniendo en cuenta estos colchones, "los dos bancos podrían alcanzar un exceso de entre 900 millones y 1.400 millones para ser utilizadas en la reestructuración de la posible fusión", indican.
El nuevo grupo financiero formados por estas dos entidades daría lugar al quinto mayor banco del país, relegando a Bankinter de esta posición, con unos activos de 108.800 millones de euros.
Para llevar a cabo la integración, los bancos tendrían que asumir unos costes que podrían alcanzar en torno a los 770 millones de euros. De un lado, los grupos tendrían que reducir, al menos, el 10% de su red, para eliminar las duplicidades de oficinas y empleados que se den con la integración. Los distintos analistas estiman que este gasto podría oscilar entre los 290 millones y los 350 millones de euros, con la salida de casi mil trabajadores. No obstante, se descartan salidas forzosas y el recorte se haría a través de prejubilaciones y jubilaciones dado el alto volumen de empleados mayores de 50 años que hay en ambos grupos. Cabe recordar que Unicaja ya inició hace dos años un ajuste gradual de plantilla a tres años y a través de salidas voluntarias para adecuarse a las necesidades del mercado.
Además, los grupos tendrían que destinar en torno a otros 270 millones de euros para elevar las coberturas de los activos improductivos (créditos dudosos más adjudicados) al 64-65%. En la actualidad, Unicaja tiene un ratio de cobertura para los riesgos del 61,6%, mientras que el banco de origen asturiano lo sitúa en el 50%.
Adicionalmente, el nuevo grupo resultante tendría que asumir un tercer coste, de en torno a 200 millones de euros, según UBS, para pagar las indemnizaciones por la ruptura de alianzas que mantienen los bancos, por ejemplo, en materia de seguros.
La fusión de estos bancos, tras el ajuste de gastos, podría llevar al grupo a lograr unos ahorros de costes de hasta 100 millones de euros anuales a tres años.
Otros expertos, como los analistas de CaixaBank, apuntan a que el nuevo grupo, además, podría seguir creciendo en futuro con la entrada de otras antiguas cajas, como Ibercaja. No obstante, fuentes financieras no descartan la unión de otras entidades como Abanca o Kutxabank para crear el cuarto mayor banco, por encima del Sabadell.
Operación rápida
Unicaja y Liberbank podrían tener listos los informes de auditoría de sus cuentas en un mes, con lo que podrían convocar los respectivos consejos de administración en noviembre para aprobar la fusión. Las empresas que están trabajando en ello, PwC y Deloitte respectivamente, son las mismas que en el anterior intento de unión, frustrado en 2019, por lo que ya manejan mucha información y, pese a la crisis, no esperan cambios.