El nuevo grupo que formen Unicaja y Liberbank, siempre que salgan adelante las aún embrionarias negociaciones para su fusión, podría seguir engordándose. CaixaBank apunta a la posibilidad de que, en un futuro, una vez unidos el banco andaluz y el asturiano, entre Ibercaja a formar parte del grupo.
Los analistas de la entidad de origen catalán señalan en un informe elaborado tras conocerse los primeros contactos informales entre Unicaja y Liberbank que ambos bancos tienen las tasas más altas de capital (medido por el ratio CET 1 fully loaded) de las entidades españolas que cotizan en bolsa. Estos colchones de capital, aseveran, juegan un papel relevante en cuanto a la capacidad de los dos grupos de acomodarse a los costes de reestructuración de la fusión, a las posibles mejoras en los niveles de cobertura, a los saneamientos necesarios en el proceso de integración y a la posible participación en otros movimientos de consolidación. Y en este último punto, el informe abre la puerta a una posible unión de Ibercaja al nuevo banco resultante.
La creación de un gran banco a través de la suma de las antiguas cajas de ahorros es una idea que ya se contempló en la última crisis económica. Sin embargo, ahora y tras los efectos en el sector de la pandemia, vuelve a ponerse sobre la mesa por algunos expertos. De hecho, fuentes financieras, ya apuntaron a inicios de septiembre que esta idea podría volver a coger fuerza tras conocerse la fusión de CaixaBank y Bankia y los movimientos del Sabadell para estudiar operaciones estratégicas como una consolidación.
La suma de Unicaja y Liberbank daría el quinto mayor banco del país por volumen de activos (108.800 millones de euros a cierre del primer semestre) relegando a Bankinter de esta posición. Sin embargo, su tamaño aún será pequeño frente al resto de la gran banca, con una cuota de mercado de en torno al 5%. Sin embargo la unión de otras antiguas cajas, como podrían ser Ibercaja, Abanca o incluso KutxaBank, crearía el cuarto mayor banco del país, con un volumen de activos de 276.000 millones de euros, superando de largo al Sabadell (180.000 millones de euros en activos) y acercándose a los niveles del Santander en España, mercado en el que cuenta con 315.000 millones de euros en activos a cierre de junio de este año.
Razón clara
El informe de los analistas de CaixaBank señala, por otro lado, que la razón de la consolidación entre los bancos más pequeños era ya clara antes de la crisis sanitaria por los bajos tipos de interés, los requisitos MREL (colchón anticrisis) y la presión competitiva. Esta situación, ahora, se ha visto acentuada por el coronavirus, ya que el deterioro de la calidad de los activos se convierte en un reto añadido.
De momento, Unicaja y Liberbank han seguido reduciendo su ratio de morosidad a pesar de la pandemia. La entidad andaluza cerró el primer semestre con una tasa de morosidad del 4,5%, frente al 5,9% de un año antes y el grupo asturiano, situó el ratio en el 3,1%, frente al 4,1% del mismo periodo del ejercicio anterior. No obstante, estos datos aún no reflejan el impacto a nivel de impagos que dejarán las moratorias de préstamos una vez vayan acabando los plazos.
El sector financiero prevé que el grueso de los impagos comience a notarse en el primer trimestre del próximo año. Unicaja tenía a cierre del primer semestre préstamos bajo moratoria por 1.195 millones de euros, el 4,14% de su cartera de crédito, mientras que Liberbank sumaba 932 millones de euros, el 3,68% de su saldo crediticio.