
Unicaja y Liberbank deberán recortar, al menos, en torno a mil puestos de trabajo para eliminar las duplicidades que se darían en la red en el marco de una futura fusión. Este ajuste supondría una disminución del 10% de la plantilla global de ambos grupos. Unicaja cuenta con 6.274 empleados y Liberbank, con 3.668, sumando entre las dos entidades 9.942 trabajadores. No obstante, los analistas apuntan, entre las ventajas de esta fusión, que los costes de reestructuración no serán demasiado elevados frente a otros competidores ya que, ambos bancos, tienen un porcentaje de plantilla de avanzada edad.
Concretamente, casi el 36% de los empleados de la entidad de origen andaluz tiene más de 50 años. Esto sitúa a Unicaja como el banco con los trabajadores de más edad de todos el sector financiero español. Liberbank, por su parte, aúna el 29,5% del grueso de la plantilla con más de 50 años. Así, las salidas necesarias para evitar los solapamientos podrían resolverse con jubilaciones y prejubilaciones.
Según los analistas de Jefferies, los grupos tendrían que asumir un coste medio de salida por cada empleados de en torno a 350.000 euros, lo que elevaría los gastos de reestructuración a unos 340 millones de euros. "Con ambos bancos teniendo un fuerza de trabajo de mayor edad, las reducciones de personal podrían ser ejecutadas a un coste menor que algunos competidores", apunta el informe de los analistas sobre una futura fusión.
En la actualidad, CaixaBank se posiciona como el banco con los empleados más jóvenes. Solo el 16,4% de los trabajadores supera los 50 años. Le seguiría Bankinter, cuyos trabajadores con esta edad solo representa el 18,4% de la plantilla. Con mucha distancia, en tercera posición estaría el Santander, con el 27% de los empleados con más de 50 años. Finalmente, entre Unicaja y Liberbank, se situaría el Sabadell, cuyo 32% de trabajadores cuenta con más de 50 años.
El solapamiento de las redes de Unicaja y Liberbank, será bajo ya que cada banco tiene el grueso de su negocio en regiones distintas. Mientras el banco que preside Manuel Azuaga lidera en Andalucía y Castilla y León; el que encabeza Manuel Manéndez tiene el grueso del negocio en Asturias, Cantabria, Extremadura y Castilla-La Mancha. Por ello, los sindicatos creen que habrá pocos ajustes en la red de plantilla, aunque están más preocupados por los que se puedan dar en los Servicios Centrales al juntar ambos bancos.
El grueso de los solapamientos de oficinas se dará sobre todo en las provincias de Madrid, Cáceres y Ciudad Real, mientras que habrá que hacer ajustes menores capitales de provincia como en Sevilla, Bilbao, Valencia o Toledo.
Peso de las hipotecas
Unicaja y Liberbank mantienen negocios muy similares, concentrados en la banca de proximidad. Ambas entidades son referencias en sus regiones de origen, algo que se refleja en el balance de los grupos. Las hipotecas a particulares suponen el 57% del total de préstamos en los dos bancos. Un peso que, en la actual crisis, les defiende de los vaivenes de los impagos, ya que lo último que dejan de pagar las familias son sus viviendas, mientras que la exposición de crédito a las pymes, con más riesgo ante los efectos del coronavirus, es del 13% en el grupo andaluz y del 18%, en el asturiano.