El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha apuntado en el Congreso de los Diputados a extender en el tiempo el veto a la banca europea de no repartir dividendos hasta que la recuperación económica sea completa con el objetivo de asegurar su solvencia y que puedan seguir financiando la economía. "No debemos ser complacientes con esta situación, ya que, como he dicho anteriormente, el deterioro previsible de los activos va a tener, de acuerdo con nuestros análisis, un impacto significativo sobre la solvencia de las entidades. Además, este impacto afectará de forma diferente a unas y otras (entidades), dependiendo tanto de su punto de partida como de su distinta exposición a los sectores más afectados por esta crisis", señaló durante su intervención en la Cámara Baja para presentar el Informe Anual del organismo supervisor.
Según apuntó el gobernador, de momento, la rentabilidad del sector financiero no se ha traducido en bajada solvencia y la recomendación de no repartir dividendos ha permitido que las entidades hayan añadido esos recursos a sus colchones de capital, el numerador de la ratio de solvencia. Así, recordó que el Banco Central Europeo (BCE) revisará la medida de prohibición de remunerar a los accionistas de las entidades antes de finalizar el año, pero "en cualquier caso, la política de distribución de dividendos y de remuneraciones de las entidades deberá seguir siendo muy prudente hasta que no se disipe la incertidumbre actual y se consolide una recuperación económica sólida".
El mensaje del gobernador llega apenas una semana después de que varias entidades, entre ellas Santander, BBVA, CaixaBank, Unicaja y Liberbank, hayan anunciado su intención de recuperar los dividendos de cara a 2021.
Respecto a los procesos de fusiones puestos en marcha por el sector bancario (en España ya han anunciado su unión CaixaBank y Bankia, mientras Unciaja y Liberbank iniciarán de forma inminente las negociaciones oficiales para integrarse), señaló que "todavía existe margen" para las consolidaciones, unas operaciones que pueden favorecer el fortalecimiento de las entidades y del sistema en su conjunto.
Además, el Banco de España señaló que las entidades deben profundizar en la mejora de su eficiencia, algo que no pasa solo por reducir los costes, sino también por realizar las inversiones necesarias en digitalización y explotación de la información para proporcionar un servicio de mayor calidad a sus clientes, a la vez que expanden actividades más rentables manteniendo un estricto control sobre los riesgos asumidos. "Solo esto permitirá a las entidades afrontar el reto adicional que supone la potencial entrada de nuevos competidores, como las BigTechs (grandes compañías tecnológicas), en el mercado de crédito", dijo.
