El sector financiero urge a un plan de choque para crear empleo como principal premisa para salir de la crisis. Los grandes banqueros que intervinieron este lunes en la cumbre empresarial organizada por CEOE coinciden en la necesidad de salvar y potenciar sectores clave para el país como el turismo, la hostelería, el ocio o la automoción, todos ellos profundamente golpeados por los efectos de la pandemia. Pero avisan, la recuperación es tarea de todos. Tras la buena marcha de los avales ICO por hasta 100.000 millones para que la banca financie a empresas, pymes y autónomos corriendo un menor riesgo, las entidades señalan que el camino de la colaboración público-privada es la receta para levantar el país. Piden consenso y diálogo social para renovar el tejido productivo, enfocándose hacia una nueva economía que pasa por su digitalización, pero que también tiene de base la inversión en educación como raíz para impulsar el talento y el nuevo empleo.
No obstante, los banqueros advierten al Gobierno que una banca rentable capaz de financiar la economía es incompatible con el alza de impuestos que plantea para el sector y que lo hará menos competitivo frente a los bancos europeos.
La primera en intervenir ha sido la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, quien abogó por crear políticas consensuadas que permitan a las empresas invertir y generar empleo, apoyar la temporada turística para afrontar con mejor forma el otoño y contar con un plan de ayuda de compra de vivienda para jóvenes como la principal receta para hacer frente a la situación generada por el coronavirus.
Así, la banquera remarcó que no cualquier iniciativa política pública es la adecuada si no ayuda al tejido empresarial y a crear empleo. Botín hizo hincapié en apoyar al turismo para que logre una buena temporada que haga al país más fuerte de cara al otoño. Además, apuntó a un plan de ayuda de compra de vivienda para jóvenes, ya que muchos menores de 35 años están desempleados o tienen contratos precarios y no pueden comenzar una vida autónoma.
Por su parte, el presidente de BBVA, Carlos Torres, abordó que la crisis brinda una gran oportunidad para avanzar en oportunidades a largo plazo como el desarrollo sostenible y la digitalización de la economía. "Lo tenemos que hacer todos unidos y en consenso", dijo. A su juicio, uno de los focos fundamentales de la políticas públicas ha de estar en establecer la iniciativa privada y mantener el apoyo a las empresas viables que puedan generar empleo para minimizar la destrucción. Asimismo, instó en avanzar en la unión del mercado de capitales, desarrollar infraestructuras y fomentar la inversión en sectores del futuro como la tecnología o las energías limpias. "Es crítico que preparemos un futuro mejor para la próxima generación invirtiendo en trabajo digno o la salud", aseveró. Para ello hay que implementar reformas duraderas empezando por la educación. "La inversión en capital humano es la más rentable", señaló.
El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, apuntó a que el sector sanitario debe recibir apoyo para hacer frente a nuevos episodios de la pandemia, pero también señaló la necesidad de ayudar al turismo, la cultura, el transporte o la restauración, que requieren mucho contacto personal y que están viendo una transformación del modelo de negocio y, por tanto, deben recibir ayudas de capital para que se mantenga. Asimismo, urgió a relanzar la inversión de todo el país en colaboración público-privada. "Hemos de llegar a un gran acuerdo sobre las actividades que más inversión requieren para que España sea mas productiva y sostenible", dijo. Igualmente, apoyó un plan de rehabilitación de viviendas para que sean más eficientes y de renovación del parque automovilístico. Todo ello, con el objetivo de avanzar a un sistema productivo más robusto.
Rechazan impuestos
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, destacó que la banca española, junto a la francesa, está siendo la más ágil de Europa para hacer llegar el dinero con la mayor velocidad posible a las familias y empresas. Por primera vez, desde junio 2009, se ha producido un aumento en el saldo crediticio en nuestro país. Goirigolzarri recordó que los bancos ya arrastraban un problema de rentabilidad por los bajos tipos desde 2016 y, tras la Covid-19, la situación no va a mejorar. "Es contraproducente que se le pida al sector esfuerzos extraordinarios en forma de impuestos o requerimientos de diverso tipo que puedan influir en la rentabilidad. Si el sector no es rentable, será un problema para toda la sociedad, no podrán cumplir con su objetivo que no es otro que financiar a familias y empresas", recalcó.
A su juicio, el mayor reto economía española es incrementar de forma sustancial la productividad, para ello consideró importante que la Administración cree un caldo de cultivo para atraer talento. "Requiere un esquema excelente de educación, que se promueva la inversión nacional y extranjera, esa es la mejor forma de asegurar el nivel de vida de las personas y la financiación futura del estado de bienestar", dijo. "Es imprescindible mejorar la empleabilidad de los ciudadanos y ello pasa por la educación, que debe dar respuesta a la demanda de trabajo", insistió.
Por su parte, Josep Oliu, presidente del Sabadell, abogó por un marco de actuación estable y previsible en todos los niveles, tanto en el nivel sanitario como en educación, para recuperar normalidad. "Es una responsabilidad de las autoridades españolas y europeas cerrar incertidumbres y utilizar colaboración europea para marcar pautas de recuperación", dijo. Asimismo, señaló que una lección de esta crisis es que la colaboración entre lo público y la banca, y la banca y las empresas, ha dado unos frutos positivos y ganadores e instó a mantener esta colaboración de forma eficiente para garantizar el mantenimiento del empleo y la sociedad de bienestar. Sin embargo, en la misma línea que Ana Botín, aseguró que todas las medidas públicas que se hagan requieren de un análisis económico de costes y beneficios. "Debemos no perder de vista que muchas de las ayudas puestas en marcha se circunscriben en el marco temporalidad y no sería bueno que se enquistasen a medida de que la economía se recupere. En las empresas medianas y grandes harán falta medidas de más calado, en algunos caso aportaciones de capital o estructuras de capital híbrido", dijo.
Finalmente, José Luis Aguirre, presidente de Ibercaja, apuntó que el turismo, el comercio, la hostelería, el sector del automóvil y la cultura son sectores clave para restaurar la confianza, diagnosticando los problemas concretos y dando apoyo público y privado. "El sector turístico, el alimentario o la ingeniería van a seguir siendo sectores de futuro y necesitamos que el sector del automóvil lo siga siendo", instó. También apuntó a recuperar la capacidad de decisión en la fabricación de algunos artículos sin mirar el coste sino la estrategia como país.
Como soluciones, abogó por una formación flexible, práctica y muy ligada a la empresas. Asimismo, apuntó en avanzar en la dimensión de las empresas y la exportación como clave del éxito empresarial. Respecto al sector financiero, pidió preservar su solvencia en un escenario de subida de la mora y por tanto hacerlo atractivo para el inversor, por lo que urgió a recuperar los dividendos. Finalmente, pidió una fiscalidad homogénea con el resto de entidades supervisadas por el BCE.