La banca es más que consciente de que los próximos años van a ser muy complejos. Habrá una caída de la actividad, como consecuencia de la crisis económica que se avecina por la pandemia del coronavirus, y un aumento de la morosidad ante el aumento del desempleo. Por ello, las previsiones sobre sus beneficios son demoledoras. Aunque todavía es muy preliminar hacer cálculos sobre los efectos que tendrá el COVID-19, ya que se desconoce cuándo y de qué manera se recuperará la economía, algunos analistas ya avanzan estimaciones que van, incluso hasta 2022. Así, un informe reciente de Barclays presagiaba un aumento de la morosidad en los seis principales bancos españoles del 67,4%.
En concreto, indicaba que las insolvencias de Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia y Bankinter van a pasar de los 73.611 millones de 2019 a los 123.233 millones dentro de tres ejercicios. Es decir, que el volumen de préstamos morosos va a crecer en casi 50.000 millones de manera conjunta.
Tras cinco años de bajada, por la reactivación de la economía, las entidades españolas experimentarán de nuevo una subida de los créditos deteriorados en sus balances, lo que provocará un incremento de sus niveles de provisiones, a pesar de que el BCE ha dado cierta flexibilidad a la hora de llevarlas a cabo. Un hecho debilitará su cuenta de resultados.
Los analistas de Barclays sostienen que la financiación insolvente casi se duplicará en el Santander y en BBVA. En concreto, en el primero escalará hasta los 61.959 millones a finales de 2022 desde los actuales 33.799 millones -28.160 millones más-, mientras que en el segundo lo hará hasta los 29.701 millones frente a los 16.730 millones de diciembre -casi 13.000 millones más-. De esta manera, el ratio de morosidad del Santander llegará al 6,6% (ahora tiene un 3,3%) y el de BBVA al 6,9% (en la actualidad del 3,8%).
Ambos grupos, en esta ocasión, verán deteriorados sus balances en todos los territorios donde operan y, a diferencia de lo ocurrió en la crisis financiera, su diversificación supone un riesgo añadido, ya que la pandemia se ha extendido por todo el mundo y ha puesto contra las cuerdas a todos los países donde están presentes. Eso sí, por el momento los contagios están más controlados en Latinoamérica, región en la que tanto el Santander como BBVA tienen importantes intereses.
Bankia contará con impagos por valor de 6.465 millones o un 6,4% del total de su inversión crediticia
Según las previsiones de Barclays, Bankinter y CaixaBank serán las entidades españolas que verán incrementada la morosidad en los próximos tres ejercicios, en comparación con su tamaño. En este sentido, indica en su informe que Bankinter asumirá nuevos créditos impagados por 774 millones, dejando la cifra en 2.456 millones y la tasa en el 3,8%. Un ratio que contrasta con la actual del 2,5%, pero muy por debajo de la media del sector al final del periodo. Por su parte, CaixaBank elevará los préstamos deteriorados en 3.301 millones, hasta 12.095 millones, lo que llevará su ratio de insolvencias hasta el 4,9% (tiene ahora un 3,7%).
En cuanto a Bankia y a Sabadell, los expertos del grupo financiero británico vaticinan un alza de la mora de 1.844 y 2.572 millones, respectivamente. En 2022, tras este aumento, Bankia contará con impagos por valor de 6.465 millones o un 6,4% del total de su inversión crediticia y el Sabadell, con 8.713 0 el 5,6% de su cartera.
Avales por 4.739 millones
Sobre este escenario y un parón total de la actividad económica durante al menos tres meses, Barclays presagiaba que solo este año los beneficios de las seis principales entidades caerán un 48%.
El único negocio que el sector está pudiendo realizar, y de manera relevante, es el relacionado con los préstamos a pymes, autónomos y empresas, gracias al plan de avales públicos lanzado por el Gobierno para ayudar al tejido industrial y evitar quiebras. El Ejecutivo ha puesto activado dos tramos de 20.000 millones cada uno de un total máximo de garantías de 100.000 millones.
El ICO había autorizado la concesión de 4.739 millones avales, de los que 3.625 millones van dirigidos a pymes y autónomos
Las entidades sostienen que los dos tramos están cubiertos ya con las solicitudes realizadas en las últimas semanas, pero todavía ni una octava parte de la liquidez ha llegado a estos colectivos.
Según informó este martes la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) había autorizado la concesión de 4.739 millones avales, de los que 3.625 millones van dirigidos a pymes y autónomos. Con estas coberturas los bancos han podido ya otorgar una financiación de 6.124 millones a través de 48.542 operaciones.
Las entidades tienen garantizado el cobro de entre el 60 y el 80% de estos importes, ya que en caso de las empresas entren en dificultades es el Estado el que se hace cargo de la mayor parte de la devolución de las cuantías que sufran insolvencia.