Empresas y finanzas

Galán quiere duplicar la presencia de Iberdrola en Portugal

  • Supera los problemas técnicos de la obra del mayor complejo hidroeléctrico de Europa
  • Descarta cambiar el calendario de cierre nuclear por el impuesto catalán
  • Sobre la dimisión de Jordi Sevilla: "Los presidentes entramos y salimos"
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, y Antonio Costa, primer ministro de Portugal. Fotos: Archivo.

Iberdrola quiere duplicar su presencia en el país vecino, según ha anunciado su presidente, Ignacio Sánchez Galán, durante un acto con el primer ministro del país, Antonio Guterres para exponer el avance del mayor complejo hidroeléctrico de Europa de los últimos 25 años, en el río Támega, en el que está invirtiendo unos 1.500 millones de euros.

Iberdrola comenzó la actividad comercial en el país vecino en 2002, al inicio del proceso de liberalización del mercado eléctrico, y su negocio energético ha ido creciendo desde entonces; hoy cuenta con más de medio millón de contratos de electricidad y gas -sobre un total de 5,2 millones de puntos de suministro- y es la primera suministradora de electricidad al sector industrial y la segunda en el segmento residencial.

En el campo de la generación, la compañía dispone de 92 MW de energía eólica distribuidos en tres parques: Catefica, en el municipio de Torres Vedras, de 18 MW; Alto do Monção, en Mortágua y Tondela, de 32 MW; y Serra do Alvão, en Ribeira de Pena, de 42 MW. Además, en agosto del año pasado se adjudicó 149 MW de potencia solar fotovoltaica, a desarrollar en las regiones de Algarve y en el valle del Tajo.

La empresa tiene interés en seguir creciendo en Portugal -tiene el objetivo de llegar al millón de clientes domésticos en 2025- y participó en la subasta de centrales hidroeléctricas organizada el año pasado por EDP, que finalmente se adjudicó en diciembre un consorcio liderado por Engie.

200 millones más a nuevas eólicas

Hoy Galán ha anunciado que prepara otros 200 millones para desarollar más parques eólicos en la zona y ha anunciado su intención de "duplicar" su presencia en el país y ha dicho que es "casi seguro" que participe en la próxima subasta de renovables que lanzará el Gobierno luso en los próximos meses.

Imagen de las obras de una de las presas del complejo hidroeléctrico de Támega.

El presidente ha insistido en que considera que en Portugal es posible "si se dispone de una planificación clara, un marco estable, una seguridad jurídica y un diálogo permanente entre las partes" en todas las fases de desarrollo de los proyectos.

Preguntado por la validez del marco normativo en España, el presidente de la compañía ha señalado que "por primera vez en 20 años hay un plan energético a largo plazo" y ha valorado que "hay elementos para tener un marco regulatorio adecuado".

Calendario nuclear

El presidente también ha descartado que el nuevo impuesto catalán sobre infraestructuras energéticas, que gravará la producción de las centrales nucleares catalanas, mayoritariamente en manos de Endesa -con el 85% por el 15% de Iberdrola-, pueda afectar al calendario de cierre pactado con el Gobierno y Enresa, tal y como se ha publicado.

Concretamente, Galán ha apuntado que el calendario de cierre: "está acordado por todas la partes y no tengo ninguna noticia de que ese calendario haya que modificarlo; en cualquier caso, nosotros somos un socio muy lateral en las centrales nucleares catalanas", añadiendo que habría que preguntar al principal.

Preguntado por la dimisión de Jordi Sevilla al frente de REE, ha dicho que "Los presidentes entramos y salimos, es una parte de nuestra realidad permanente", eludiendo hacer otras valoraciones.

Centrales por 1.500 millones

Pero si hay algún proyecto que ejemplifique la apuesta de la eléctrica, ese es el complejo hidroeléctrico del Támega, un afluente del Duero, que promueve al norte de Portugal. Gracias a una inversión de unos 1.500 millones, consta de tres presas y tres centrales (Gouvães, Daivões y Alto Tâmega), cuya capacidad conjunta asciende a 1.158 MW.

Imagen de la zona de turbinas de la central reversible de Gouvaes.

Iberdrola consiguió la concesión del aprovechamiento hidráulico por 70 años en las licitaciones celebradas en 2008 -en aquel momento desembolsó 304 millones al Estado en concepto de canon concesional- y las obras arrancaron en 2014. Cuando esté plenamente operativo, entre 2021 y 2023, ocupará una superficie inundada de unas 1.000 hectáreas y será capaz de suministrar energía limpia a unos 440.000 hogares, evitando la emisión a la atmósfera de 1,2 millones de toneladas CO2 y la importación de 160.000 toneladas de petróleo al año.

La obra está actuando como motor dinamizador de la zona, cerca de Oporto: ha propiciado la creación de 3.500 empleos directos y otros 10.000 indirectos, el 20% de los cuales proviene de los alrededores, a través de más de 75 proveedores. Además, ha desarrollado un Plan de Acción para los siete municipios afectados por la infraestructura -entre las expropiaciones hay 59 viviendas, muchas veraniegas- que alcanza los 50 millones para actividades sociales, culturales y medioambientales.

Supera los problemas

La obra encaró un gran desafío el año pasado, cuando tuvieron que paralizarse los obras de una de las tres presas del complejo, la de Támega, al detectarse condiciones geológicas no previstas durante la fase de estudio del proyecto, que provocaron varios derrumbamientos. Estos problemas derivaron en un conflicto con la UTE encargada de los trabajos, liderada por las empresas lusas Mota Engil y Edivisa, y con participación de Acciona, tal y como informó elEconomista.

La determinación de las responsabilidades de los fallos de diseño está en los tribunales, pero la empresa ya ha identificado los problemas geológicos y ha lanzado una nueva licitación para acometer los trabajos en la presa que realizaba la citada UTE. Se fallará de un modo inminente, porque la compañía prevé que las labores de hormigonado se acometan en las próximas semanas. Se temía que la situación pudiera afectar a los plazos previstos, pero Iberdrola confirma que todo el complejo estará listo en 2023.

Gran batería

El complejo del Támega aportará casi 900 MW de capacidad de bombeo al sistema eléctrico portugués, lo que implicará un incremento del 40% respecto a la capacidad de bombeo de los que dispone a día de hoy el país vecino. En total, podrá almacenar 20 GWh de energía, equivalentes a 400.000 vehículos eléctricos o 4,5 millones de baterías residenciales.

Imagen de la construcción de la tubería forzada de la central de bombeo.

El almacenamiento que proporciona la tecnología hidroeléctrica de bombeo es clave para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico ante la intermitencia de otras fuentes de energía renovables, como la eólica o la solar fotovoltaica, que están llamadas a desempeñar un papel clave en la transición energética que propiciará la descarbonización de la economía.

En España, la compañía cuenta con la mayor instalación de estas características de Europa: La Muela II, en el embalse de Cortes de Pallás, ubicado en el río Júcar. Su producción anual ronda los 800 GWh, suficiente para atender el consumo eléctrico de casi 200.000 hogares.

Iberdrola prevé alcanzar los 90 GWh de capacidad de almacenamiento en 2022, gracias a una potencia instalada superior a los 4 GW de bombeo en toda la Península Ibérica -3.192 MW en España y 880 MW en Portugal-, que se va a convertir de este modo en la gran batería del Viejo Continente, según la expresión empleada por la compañía.

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