Empresas y finanzas

EDP vende seis centrales hidroeléctricas en Portugal por 2.210 millones

  • Adquiere los activos un consorcio liderado por la francesa Engie
  • Reformará la central asturiana de Aboño para que consuma gas natural
Banderolas con el anagrama de EDP. Foto: Reuters

EDP ha acordado vender seis centrales hidroeléctricas con 1.689 MW de capacidad a un consorcio formado por Engie (40% de participación), Crédit Agricole Assurances (35%) y Mirova - Natixis Group (25%), por 2.210 millones de euros.

Las plantas están ubicadas en el río Duero e Iberdrola era una de las empresas más interesadas en su adquisición, habida cuenta de que ya tiene un buen número de centrales en esta cuenca y podía obtener sinergias claras con la operación.

Endesa también había mostrado su interés originalmente, al igual que varios fondos de inversión, como Brookfield y Macquarie, pero la filial de Enel no logró pasar a la segunda ronda del proceso de venta.

De las seis centrales, tres tienen instalaciones de bombeo, Foz Tua, Baixo Sabor y Feiticeiro, con una capacidad conjunta de 500 MW, mientras que las otras tres, Miranda, Bemposta y Picote, suman los restantes 1.200 MW. La empresa lusa señala en un comunicado que el resultado bruto operativo de las centrales (ebitda) ascendió a 154 millones el año pasado.

El importe de la operación está sujeto a modificaciones hasta que se produzca el cierre, en la segunda mitad de 2020, una vez se hayan obtenido las autorizaciones pertinentes.

EDP señala que la venta tiene como objetivo optimizar su cartera, minorar su deuda, y reducir su exposición a la hidraulicidad y a la volatilidad de los precios de mercado, así como obtener recursos para seguir creciendo en tecnologías renovables. La empresa tiene el 70% de la potencia objetivo de su plan 2019-2022 ligada a contratos de venta de energía a largo plazo.

En los últimos 12 años, EDP ha llevado a cabo un plan de construcción y repotenciación de centrales de agua en Portugal, aumentando su capacidad instalada en el país en 2,6 GW. Después de esta transacción, la empresa mantiene un parque de generación de 5.1 GW.

Renovación de Aboño

En otro orden de cosas, la compañía ha anunciado la transformación de la central de carbón de Aboño, en Gijón (Asturias). La instalación, de 900 MW, tiene dos grupos que consumen carbón y gases siderúrgicos de la cercana acería de ArcelorMittal.

Los dos grupos seguirán consumiendo gases siderúrgicos, pero el primero se transformará para que consuma gas natural en vez de carbón; las obras durarán hasta 2022. El segundo se mantendrá como hasta ahora, y funcionará, como el resto de centrales de negro mineral de la empresa, mientras resulte rentable, pero cerrará o se transformará antes de 2030. Los costes de cierre y desmantelamiento ya están provisionados.

Así lo ha anunciado la empresa a los analistas, tras señalar que el carbón le ha supuesto unos costes de 300 millones este 2019, que tendrán un impacto de 200 millones en el beneficio neto del ejercicio.

La adaptación de Aboño da continuidad a su "histórica"relación con ArcelorMittal.

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