El expresidente de Distrito Castellana Norte (DCN) y exjefe del área de Inmobiliario de BBVA, Antonio Béjar, ha acudido a declarar este miércoles a las 9:30 horas de la mañana a la Audiencia Nacional por el caso Villarejo.
Béjar, imputado por cohecho y revelación de secretos, se ha distinguido por ser el único investigado dispuesto a hablar en la trama de presuntos encargos de espionaje del banco al excomisario José Manuel Villarejo entre 2004 y 2017. De hecho, tan solo un día después de que Béjar mostrara su disponibilidad a colaborar con la justicia, DCN, empresa participada por BBVA, le cesó del cargo de presidente.
Asimismo, el investigado tenía la opción de volver como empleado del banco, pero la entidad encabezada por Carlos Torres le cesó presuntamente por aparecer implicado en la investigación interna que ha realizado BBVA sobre el escándalo de espionaje.
La nueva declaración de Béjar ante el juez de la Audiencia Nacional, José Manuel García Castellón, coincidía precisamente con el día previo a que, por primera vez, acuda BBVA a declarar como imputada en la trama por los delitos de cohecho, revelación de secretos y corrupción en los negocios. Sin embargo, la Audiencia Nacional ha aplazado esta citación. El banco, que inicialmente tiene previsto contestar a las preguntas del juez y la Fiscalía Anticorrupción, estará representado por el director de servicios jurídicos de BBVA, Adolfo Fraguas.
La presencia de Béjar ante los Juzgados centrales ha estado envuelta en secretismo y no se ha trasladado a la prensa. De hecho, el investigado ha acudido a declarar en solitario y tan solo dos minutos después, y por una calle diferente, llegaba su abogado. El expresidente de DCN ya compareció el pasado mes de julio ante el magistrado.
Admitió encargos
Béjar ya reconoció este verano que, en su etapa como directivo del grupo financiero, ordenó investigar a empresarios que tenían deudas con la entidad, pero nunca encargó espionajes ni escuchas ilegales. El exdirectivo fue responsable del área Inmobiliaria de BBVA entre 2008 y 2014. Las fechas coinciden con los encargos del banco al excomisario José Manuel Villarejo para investigar al constructor Fernando Martín y al expresidente de Colonial, Luis Portillo. Según declaró, él pidió que se investigara a estos empresarios con el objetivo de recuperar, presuntamente, los 80 millones que Fernando Martín debía al banco, y otros 60 millones que adeudaba Portillo.
El directivo defendió que los encargos no suponían trabajos ilegales, como pinchazos telefónicos. Según dijo Béjar, desde el banco se consideraba que el grupo Cenyt, holding empresarial del Villarejo, era la compañía de inspectores que tenía la entidad azul y su colaboración continua con BBVA no extrañaba a nadie porque eran parte del paisaje de la entidad.
