La investigación interna que ha realizado y que acaba de culminar BBVA con el objetivo de esclarecer las contrataciones del grupo Cenyt, holding empresarial del excomisario José Manuel Villarejo, para realizar trabajos de espionaje trata de exculpar a la entidad, al que fue jefe de Seguridad del banco, Julio Corrochano, y a los superiores, tal y como informan a este diario fuentes jurídicas que han tenido acceso a gran parte del conocido como informe 'forensic'.
Entre los superiores de Corrochano, estaba Ángel Cano, director de Recursos y Medios del banco entre 2003 y septiembre de 2009, fecha en la que fue nombrado consejero delegado de la entidad, y por tanto, mano derecha hasta 2015 del que fue presidente Francisco González.
BBVA inició la investigación interna en mayo de 2018, tras salir publicado en la prensa que el banco contrató a Villarejo para espiar a la asociación de consumidores Ausbanc. Desde entonces, las indagaciones han provocado desconsuelo de los reguladores y para el propio juez de la Audiencia Nacional que instruye la causa, Manuel García Castellón, por su tardanza.
El banco amplió esta investigación con la llegada de Carlos Torres a la presidencia en enero de 2018. La entidad contrató entonces a la consultora PwC y los despachos Uría y Garrigues para realizar el informe 'forensic'. Sin embargo, las mismas fuentes apuntan a que el documento no es más que una ceremonia de la confusión.
Mientras que BBVA justifica que podría reabrir la investigación ante la posibilidad de que la instrucción judicial arroje a la luz nuevos encargos y contrataciones a las empresas del excomisario, las fuentes consultadas contradicen esta versión y apuntan a que se ha elaborado un informe exculpatorio contra el banco y determinados directivos del mismo.
El que fue presidente de la entidad durante más de dos décadas, Francisco González, ya apuntó a esta exculpación el pasado 30 de julio al asegurar que tuvo conocimiento de que se habían contratado a las firmas del expolicía por los medios de comunicación. Asimismo, González realizó una profunda defensa de la entidad, sobre la que mostró "la mayor confianza" e instó a desligar el nombre de BBVA de los hechos. González urgió a "deslindar" de "la actuación del banco en su conjunto" posibles "actuaciones individuales de carácter irregular". De este modo, el que fue presidente de la entidad apunta solamente a algunos individuos, misma línea que sigue el informe 'forensic'.
Cambios en la cúpula
De momento, BBVA ya ha hecho algunos movimientos en su cúpula que han afectado a cuatro directivos. De un lado, cesó el pasado viernes 26 de julio a Antonio Béjar de la presidencia de Distrito Castellana Norte (DCN), apenas horas después de que mostrara su predisposición a colaborar con la Justicia en el caso Villarejo. Asimismo, la semana pasada comunicó la salida de Eduardo Arbizu, hasta entonces jefe de Control Interno del banco. Arbizu ya sufrió una modificación en su cargo, el pasado diciembre, cuando Carlos Torres asumió la presidencia del grupo. La entidad retiró al directivo de sus funciones como responsable de Legal y Cumplimiento que había ostentado durante años y le nombró responsable de Control Interno, puesto de nueva creación para él. Finalmente, solo ha durado seis meses al frente.
Además, con la llegada de Torres a la cabeza del banco, el grupo también prescindió de José Luis de los Santos, hombre muy cercano a Francisco González, y responsable hasta diciembre de Auditoría Interna. Finalmente, BBVA también relevó a Ricardo Gómez Barredo de la dirección de Supervisión y le nombro consejero de la filial turca de Garanti. Gómez Barredo es en la actualidad uno de los ocho directivos del banco imputados.
Las grabaciones
El presunto intento de exculpación de Julio Corrochano contrasta con la realidad de la investigación. De momento, el magistrado de la Audiencia Nacional solo ha pedido medidas cautelares para Corrochano de entre todos los imputados. Concretamente, el juez solicitó prisión eludible bajo una fianza de 300.000 euros que el exdirectivo del banco ya pagó el pasado 19 de julio. Además, los audios que atesoró Villarejo que han salido a la luz a lo largo de este año revelan que el exjefe de Seguridad de la entidad y el expolicía mantenían una relación fluida y conversaban a menudo sobre los encargos que el banco le hacía al exinspector.
Estas mismas grabaciones evidencian cómo Francisco González conocía que se pidió investigar a Sacyr entre 2004 y 2005 y pedía informes de las averiguaciones "cada 15 días" y también apuntan a que presuntamente fue el propio expresidente quien pidió contratar a Villarejo en 2009 para investigar al constructor Fernando Martín y al expresidente de Colonial, Luis Portillo.
Posibles delitos
La Fiscalía Anticorrupción arrojó un poco más de luz a la trama cuando solicitó imputar al banco. El informe del Ministerio Público señaló que hubo varios directivos del banco y varias "áreas sensibles" involucradas durante años en los presuntos pagos "ilícitos" a Cenyt. No obstante, además apuntó a que "alguno" de los directivos imputados pudo percibir "dádivas" del entorno empresarial de Villarejo por facilitar las contrataciones.
De momento el banco está imputado por cohecho, revelación de secretos y corrupción en los negocios. El 24 de septiembre el abogado de la entidad acudirá a declarar.