Elecciones Generales

El PSOE gana las elecciones del 10-N con un resultado inferior al de abril seguido de PP y Vox, que rompe la barrera de los 50 diputados

  • Descalabro absoluto de Ciudadanos, que mantiene diez escaños viniendo de 57
  • La suma de izquierdas se le complica a Sánchez y la derecha tampoco llega
  • Complejo escenario de gobernabilidad con crisis catalana y 'nubarrones' económicos
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"Esta vez, sí o sí, vamos a conseguir un Gobierno progresista". Así se ha manifestado Pedro Sánchez en la sede de Ferraz, tras la victoria electoral registrada por su partido, en lo que se ha interpretado como un guiño a Unidas Podemos. El socialista abre la puerta así, a formar un Ejecutivo con el espectro más radical de la izquierda. Con los resultados de las elecciones generales de este domingo, el bloqueo político se vuelve aún más enrevesado y puede ensombrecer aún más unas perspectivas económicas poco halagüeñas en plena desaceleración y con unos Presupuestos prorrogados que fueron aprobados en 2018. El PSOE consigue un resultado inferior al del 28 de abril. Con el 99,99% escrutado los socialistas consiguen 120 escaños (viene de 123) y se dejan más de medio millón de votos. Los de Pedro Sánchez pasan de un 28,67 a un 28% cuando su intención primera era coger más resuello con estas elecciones. Una prueba de lo fallido de la intentona es que el PSOE pierde la mayoría absoluta del Senado. En Directo | Así le hemos contado la noche electoral. 

Tras los socialistas, en unos comicios en los que la participación ha bajado del 71,76% al 69,87% se sitúa el PP, con 88 escaños (viene de 66). Los de Pablo Casado suben más de medio millón de votos y pasan de un 16,69% a un 20,82%.

Completa el podio Vox, que sube a tercera fuerza y cosecha 52 diputados frente a sus 24 de abril. Los de Santiago Abascal se convierten en los grandes triunfadores de la noche electoral confirmando la tendencia que indicaban las encuestas. Vox pasa de un 10,26% a un 15,09% y gana casi un millón de votos respecto a abril. En la Región de Murcia consigue ser la fuerza más votada.

Fuera del podio el gran titular lo da Ciudadanos, que ratifica también el descalabro del que hablaban los sondeos. Los 'naranjas' consiguen 10 diputados frente a los 57 conseguidos en abril. Los de Albert Rivera pagan no haber sido más pactistas después del 28-A y 'desaparecen' literalmente de varias comunidades como Castilla y León. Ciudadanos se deja atrás dos millones y medio de votos y se desploma de un 15,86% a un 6,79%.

Cuarta fuerza es Unidas Podemos, que consigue sumar 35 escaños frente a los 42 de primavera. Por delante de Ciudadanos se sitúa ERC, que logra 13 diputados frente a los 15 de abril. Completan la terna JxCat (8 diputados), PNV 7, EH Bildu 5, Más País-Compromís 3 con entrada de Íñigo Errejón al hemiciclo, Coalición Canaria-Nueva Canarias 2, CUP 2, Navarra Suma 2 y BNG, PRC y Teruel Existe 1 cada uno. La presencia de los antisistema catalanes introduce en la Cámara Baja más tensión y supone un salto cualitativo en la política de más o menos radicalización que quisieran llevar a cabo ERC y JxCat. Las fuerzas nacionalistas e independentistas baten su techo histórico y logran 36 asientos.

No se antoja fácil la gobernabilidad de España con estas cifras. Pedro Sánchez, pese a conseguir un escaño más, pierde opciones por la izquierda al perder Pablo Iglesias más asientos -serían aún más necesarios los nacionalistas e independentistas al clavarse la izquierda en 158-, y con Rivera, con el que en abril sumaba 180 escaños y ahora no llegarían a 140. Hasta los 176 escaños de la mayoría absoluta, quedarían al albur de posibles negociaciones y demandas con grupos como ERC o PNV. No obstante, en una ulterior investidura sólo necesitaría obtener más síes que noes. Tampoco cuaja la suma de la derecha, ya que la suma de PP, Vox y Ciudadanos, pese a la considerable subida de los dos primeros, supera por poco los 150 diputados.

La repetición electoral deja multitud de víctimas y un escenario más fragmentado aún cuando la crisis en Cataluña vuelve a vivir un punto acuciante tras la sentencia del procés y la situación económica presenta 'nubarrones' con la citada desaceleración como realidad palpable.

Un escenario que se ha deslizado en los últimos meses es algún tipo de colaboración entre PP y PSOE, no tanto una Gran Coalición con ministros de ambos partidos como una abstención de los de Pablo Casado al estilo de la de los socialistas con Mariano Rajoy en 2016. Sin embargo, el líder del PP no parece por ahora demasiado proclive. Desde Génova, tras la noche electoral, Casado ha dicho que su programa es "incompatible" con el de Sánchez y que "ejerceremos nuestra responsabilidad y nuestra alternativa". Con todo, el líder 'popular' ha reconocido que "la pelota está en el tejado" de Sánchez.

Con el escrutinio culminado, Sánchez ha salido al andamio colocado delante de Ferraz para decir que convoca a dialogar a todos los partidos menos Vox. Aunque no ha querido aclarar demasiado ni poner las cartas bocarriba demasiado pronto, cuando la militancia socialista ha gritado "¡Con Iglesias sí!" en referencia al "¡Con Rivera no!" de abril, Sánchez ha prometido que "esta vez sí que sí va a haber un Gobierno progresista".

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