Eurostat confirma el peor escenario para el Gobierno en la crisis de los fijos discontinuos: sus estadísticas se vieron afectadas por los 'ajustes' realizados por el Ministerio de Trabajo en sus cifras de paro registrado. Los últimos datos de diciembre del organismo europeo incluyen una depuración retroactiva de los datos que el SEPE le remitió para calcular las cifras de desempleo de los meses anteriores. El resultado suma 173.000 personas a la cantidad publicada originalmente en noviembre.
Es evidente que los ajustes extraordinarios realizados por parte del SEPE en las cifras de los parados registrados con contrato fijo discontinuo pero inactivos (que no están trabajando mientras esperan un nuevo llamamiento de su empresa) tuvieron algún impacto en los datos de desempleo. Especialmente en octubre, cuando se trasvasaron 52.288 parados registrados a las listas de demandantes con relación laboral. En ese mes, de manera inédita, el paro bajó en 27.000 personas.
¿Pero qué tiene que ver esto con la Labour Force Survey (LFS), que utilizan como base los datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA)? Ante todo, hay que precisar que esto no es así, al menos en el caso de los datos mensuales. Y es que, a diferencia de otros países, la EPA de España se realiza cada tres meses, con lo cual para poder publicar datos en los meses para los que la encuesta aún no se ha realizado, se recurre a un mecanismo diferente.
Lo que hace Eurostat es aplicar una compleja fórmula a los datos de paro registrado que les remite el SEPE para 'adaptarla'. Con ello compensa la desviación habitual entre los datos del Instituto Nacional de Estadística (que recoge a parados no inscritos en los servicios públicos de empleo) y los de Trabajo para poder aplicar a estos últimos el modelo de la Labour Force Survey (LFS).
Según se dispone de nuevas cifras, se van ajustando las anteriores, especialmente cuando se dispone de los datos de la EPA (y los microdatos que España remite a Eurostat para el cálculo de la LFS), lo que actualiza los meses que habían sido adelantados anteriormente.
No se trata de una excepción para España. Es el mismo sistema que se aplica para los datos de Bélgica, Bulgaria, Irlanda, Francia, Croacia, Chipre, Malta, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia. Pero por ello mismo, muchos expertos advierten que cualquier cambio relevante en los datos del SEPE debería ser clarificado y explicado, como hace el INE con sus cambios. Algo que no ha ocurrido en el caso de los ajustes sobre los demandantes con relación laboral inscritos en los servicios públicos de empleo.
Un espejismo en el desempleo
Los datos de Eurostat publicados originalmente en octubre arrojaron un dato de 2,93 millones de parados en cifras sin ajuste estacional, un descenso de 90.000 parados respecto al mes anterior. Para noviembre, se publicaron 2,85 millones. Una cifra que, sin dejar de situar a España como el país de la UE con la mayor tasa de paro, supuso el consuelo para nuestro país de ser el dato más bajo desde 2008.
Sin embargo, los datos de diciembre desmontan estas cifras: el nuevo cálculo se queda en 3,02 millones para octubre y 3,01 millones para noviembre: esto supone una diferencia de 110.000 para el dato del décimo mes del año pero que se eleva hasta los 173.000 desempleados con los datos de noviembre.
Los meses anteriores también se ven revisados, aunque en menor proporción: así, las cifras de septiembre añaden 38.000 parados a las cifras inicialmente publicadas mientras que en agosto restaron 11.000 y en julio 26.000. Cabe recordar que, como informó elEconomsita.es en esos meses anteriores también se hicieron ajustes en las cifras de parados registrado, aunque no tuvieron el carácter excepcional del de octubre, del que incluso fueron advertidas las comunidades autónomas.
La diferencia tras la revisión de diciembre se puede explicar, en parte, porque los datos de la EPA sí cuentan a fijos discontinuos que no trabajan como parados, en los supuestos en los que, aunque mantengan el contrato están buscando activamente otro empleo.
Eurostat no cuestiona el paro
Estos ajustes se realizan de manera automática en todos los países que usan este modelo y no implican, en ningún caso, que Eurostat desconfíe de los datos de paro de España. De hecho, la Oficina Europea de Estadísticas recoge entre sus fuentes la metodología que aplica el SEPE en virtud de la Orden del 11 de marzo de 1985 que especifica los colectivos de demandantes que no cuentan como parados registrados.
Aunque en este documento, al contrario de lo que dice el Gobierno, no se menciona explícitamente a los trabajadores con contratos fijos discontinuos, el hecho es que estos trabajadores nunca han sido considerados parados, como no lo son los afectados por ERTE ni ningún otro que tenga "relación laboral".
Es decir, en la polémica sobre si los fijos discontinuos son parados o no, Eurostat y la Comisión Europea refrenda las posiciones del Gobierno, aunque diversos altos cargos europeos, como el comisario europeo de Empleo, Nicholas Schmit, y el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos han pedido una mayor claridad sobre la situación de estos trabajadores.
Pero el hecho de que se mantenga al margen de la polémica no exime al SEPE de clarificar cualquier ajuste extraordinario. Pero en este caso, ni siquiera ha sido reconocido por el Ministerio de Trabajo, pese a que sus propias estadísticas lo reflejan con claridad.
Así pues, la intensidad de la corrección de los datos de Eurostat supone un nuevo varapalo a la defensa que hace el Gobierno sobre la transparencia de sus estadísticas, que se suma a la provocada por la afiliación desestacionalizada que el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social insiste en presentar como la manera "más adecuada" de interpretar los datos de empleo.
En cualquier caso, Trabajo se lo está tomando con calma para publicar sus datos desglosados de fijos discontinuos que no trabajan, aduciendo la complejidad de los trabajos que involucran también a las comunidades autónomas. A pesar de que como demuestra lo ocurrido desde octubre, esa revisión ya se ha realizado.