
Los consumidores estadounidenses ya ven con claridad lo que se les viene encima. Tras varias lecturas de la inflación superando las previsiones del mercado, la nueva encuesta de la Reserva Federal de Nueva York revela que las expectativas de los consumidores sobre la inflación a un año han tocado máximos de la serie histórica. Pese a todo, los americanos siguen siendo optimistas respecto a a la economía, puesto que prevén también un fuerte crecimiento del PIB y de la creación de empleo. Todo ello incrementa la presión sobre la Fed y su política monetaria.
La economía de EEUU se va a expandir con fuerza en un nuevo ciclo de crecimiento que va a venir acompañado de inflación, unos precios de la vivienda más altos, mayores salarios y un mercado laboral que va a seguir generando empleo, según la encuesta mensual de la Reserva Federal de Nueva York. La economía está despegando y lo hace a un ritmo no visto en décadas.
Schroders: "La Fed deberá actuar para asegurarse de que el repunte de la inflación a finales de 2022 no se salga de control"
Las expectativas medias de inflación (realmente la Fed analiza la mediana) a un año se han disparado en 0,6 puntos porcentuales en mayo hasta el 4%, el séptimo aumento mensual consecutivo y un nuevo máximo de la serie, según revela la Fed de Nueva York. El último dato, correspondiente al mes de mayo, mostró que el IPC está creciendo al 5% anual en EEUU.
Por otro lado, las expectativas de inflación en el horizonte de tres años han pasado desde el 3,1% hasta el 3,6%, el segundo nivel más alto de esta serie, solo detrás de la lectura de agosto de 2013. "El aumento en ambos horizontes es particularmente pronunciado entre los encuestados de 60 años o más y entre aquellos con un título de secundaria o menos", asegura el comunicado de la Fed.
No obstante, "la inflación podría volver a subir más adelante tras la reapertura total del sector de servicios y un aumento de las personas que regresan al trabajo. Según nuestras proyecciones, la inflación general se situará en el 3% en los próximos dos o tres años", aseguran desde Schroders en una nota.
Pero desde esta firma de inversión también creen que "la inflación podría seguir aumentando en 2023 y más allá, a menos que se tomen medidas para enfriar la creciente demanda tras la recuperación de la pandemia. Esto significa que los bancos centrales deberán considerar una postura política más firme". Ahora mismo, la Reserva Federal está en el foco de inversores y de los mercados en general.
Optimismo en la economía
Los consumidores también han mostrado cierto optimismo sobre el futuro de la economía del país, cuya perspectiva es brillante para el mercado laboral en un momento en que se están abriendo negocios, los viajes vuelven y el mercado laboral genera empleo (aunque muchas empresas tienen problemas para encontrar la mano de obra que demandan).
Las expectativas sobre si la tasa de desempleo será más alta dentro de un año han descendido a mínimos de la serie, tras caer por debajo del 32% (31,9% en mayo), frente al 34,6% en abril.
Las probabilidades percibidas de perder el trabajo durante el próximo año también han alcanzado un nuevo mínimo, cayendo a una media del 12,6% en mayo desde el 15% en abril. El cambio fue más pronunciado entre los trabajadores menores de 40 años, los que ganan menos de 50.000 dólares anuales y las personas que no tienen más allá de la secundaria (instituto).
Los trabajadores también aseguran que ahora tienen más probabilidades de encontrar un trabajo si se quedan desempleados: las probabilidades esperadas han aumentado hasta el 54% en mayo, frente al 49,8% en abril, el mayor incremento mensual de la serie. Esas expectativas son las más altas desde febrero de 2020, pero aún estaban por debajo de los niveles previos al covid.
Estas expectativas, aunque no dejan de ser una previsión de los consumidores, se suman a la presión que ya sufre la Reserva Federal para anunciar una reducción de las compras de bonos y una hoja de ruta para empezar a subir los tipos de interés. La economía crece, el desempleo baja, los sueldos suben y el riesgo de sobrecalentamiento (una inflación alta y prolongada) podría aumentar si la Fed no empieza a ajustar su política monetaria.
"La Reserva Federal se centra en una amplia gama de objetivos, en particular el empleo. Sin embargo, el riesgo es que se ignoren otros objetivos, como la inflación estable y la estabilidad financiera. La Fed deberá actuar para asegurarse de que el repunte de la inflación a finales de 2022 no se salga de control", sostiene la nota de Schroders.