
El buen pulso del mercado tras conocerse este jueves el alto dato de inflación en EEUU ha vuelto a poner en el foco a la Reserva Federal. La Fed es el banco central estadounidense, pero también el 'saco para dar puñetazos' de muchos grandes inversores enfadados con sus políticas ultraexpansivas que afectan a los mercados. En esta lista es un habitual Stanley Druckenmiller, quien ha vuelto a lanzar un 'misil' contra el organismo.
El multimillonario pionero de los fondos de cobertura cree que las continuas medidas expansivas del banco central estadounidense han distorsionado los precios de los activos y han "adormecido" a los inversores con una falsa sensación de seguridad.
"El mercado no está hablando ahora mismo", ha asegurado Druckenmiller a CNBC poco después de que los futuros de las acciones se hayan disparado a pesar de los elevados datos de inflación publicados. El S&P 500 ha alcanzado un máximo histórico poco después de sonar la campana de apertura.
Los participantes en los mercados seguirán ignorando los riesgos "hasta que la Fed deje de anular las señales del mercado", ha añadido el director general de Duquesne Family Office. Con la Fed dispuesta a seguir defendiendo que el repunte de la inflación es "transitorio" y a no retirar sus políticas acomodaticios en un futuro inmediato, Druckenmiller cree que los inversores seguirán sin poder atisbar los indicios de subidas de precios y otros riesgos del mercado.
"Esta otra gran sorpresa al alza de la inflación en EEUU pone aún más en duda la afirmación de la Fed de que todo esto es "transitorio" y de que la política monetaria puede dejarse ultralaxa durante los próximos tres años. Esperamos escuchar un cambio en el lenguaje de la Fed a finales del verano", consideran los analistas de ING.
"Los tipos anuales deberían empezar a bajar a medida que avancemos hacia el tercer trimestre y el extremo económico del bloqueo ya no se incluya en el cálculo. No obstante, no somos tan optimistas como la Reserva Federal al pensar que esto es puramente "transitorio" y que rápidamente volveremos a bajar al 2% y nos mantendremos ahí", añaden los economistas del 'banco naranja'.
"Si la política monetaria de la Fed depende realmente de los datos, como dice la Fed, reconocerá que los riesgos de un aumento persistente de la inflación han aumentado y que la vía prudente de la política sería avanzar hacia el anuncio de que comenzará a reducirse", opinan en Berenberg.
Aunque en un primer momento apoyó las políticas de emergencia de la Fed cuando la pandemia estalló, Druckenmiller cree que ahora se necesitan ajustes debido a la fortaleza de la recuperación. Ya el mes pasado, además de avisar de que la salud a largo plazo del dólar estaba en juego, lanzó otra andanada a la Fed.
"No puedo encontrar ningún período en la historia en el que la política monetaria y fiscal estuviera tan desfasada de las circunstancias económicas, ni uno solo", aseveró el pasado 11 de mayo también en CNBC. "Me sorprendería que no estuviéramos fuera del mercado de valores a finales de año, porque estas burbujas no pueden durar tanto tiempo", dijo también Druckenmiller advirtiendo de la "furiosa manía" que veía en todos los activos.
De momento, el elevado dato de inflación, según Ben Laidler, estratega de eToro, "ejercerá cierta presión sobre la reciente relajación de los rendimientos de los bonos y las expectativas de inflación. Los rendimientos de los bonos estadounidenses a 10 años han caído desde su reciente máximo de mayo, hasta el 1,5%, mientras que las expectativas de inflación a cinco años han disminuido hasta el 2,25%". "Un pico de inflación contribuirá a respaldar las valoraciones de los mercados de renta variable estadounidenses, que a las actuales 22 veces los beneficios de consenso para 2021 están un 35% por encima de los niveles a largo plazo", concluye.