Economía

La adaptación de la sociedad a la pandemia reduce el 'golpe' a la economía pero no evitará la recaída a final de año

  • Banco de España: "Este proceso de adaptación se está haciendo visible"
  • Este cambio de patrones minimiza el impacto económico de la segunda ola de covid
  • Pese a todo, la economía se contraerá en el cuarto trimestre un 0,8%
Personas consumiendo en una terraza con abrigos y mascarilla

La sociedad está aprendiendo a vivir con la pandemia porque no queda otra. Los hogares y las empresas, tras la dura experiencia de la primera ola de covid, están adecuando su actividad a esta 'nueva normalidad' que se prolongará hasta que las vacunas estén distribuidas de forma masiva. Esto supone nuevas formas de consumo, cambio de hábitos y diferentes vías de trabajo, que están amortiguando el impacto económico de la segunda ola de covid en España y Europa. Pese a la intensa incertidumbre y las medidas de contención, la actividad económica no se hundirá, ni de lejos, como en la primera parte del año.

Aún así, el Banco de España prevé en su informe trimestral que la economía nacional se contraiga un 0,8% en el último trimestre, con la posibilidad de que esta caída sea del 3% en un escenario pesimista o que, en el mejor de los casos, veamos un alza del PIB del 0,6% en lo que denominan escenario suave. La incertidumbre sigue siendo muy elevada, por lo que resulta difícil dar un pronóstico único para el último trimestre, puesto la evolución del virus cambia de forma rápida y constante.

Pese a todo, las nuevas formas de trabajar y consumo que está surgiendo permiten que la actividad económica se mantenga en un nivel más alto que durante la primera ola. "La adaptación de los patrones de conducta de los agentes a las circunstancias creadas por la pandemia estaría limitando los efectos sobre la actividad de las medidas de contención de la enfermedad", señala el Banco de España en su informe.

La economía se mueve de otra manera, pero al menos se mueve. El uso de la mascarilla es prácticamente generalizado, junto al distanciamiento social y otros hábitos de higiene que han permitido que buena parte de la economía permanezca abierta al mismo tiempo que la segunda ola azota el país. No ha sido raro presenciar terrazas casi llenas (también calles comerciales) con personas llevando mascarilla, abrigo y bufando, mientras que los hosteleros compran estufas para adaptarse a este periodo.

Los tres escenarios que maneja el Banco de España para el último trimestre
Los tres escenarios que maneja el Banco de España para el último trimestre

Además, contra el pronóstico de muchos, los colegios y centros educativos, por lo general, han podido desarrollar su actividad sin grandes contratiempos, mientras que la industria se ha adaptado casi a la perfección (es el sector menos afectado). Por el contrario, los servicios siguen siendo los que más sufren la pandemia y las restricciones.

"Este proceso de adaptación se está haciendo visible, por ejemplo, a través del creciente recurso al teletrabajo o al comercio online. La adecuación del comportamiento de hogares y de empresas a la realidad de la pandemia estaría haciendo que, para un determinado grado de restricciones a la movilidad y al contacto social, el impacto sobre la actividad estuviera siendo sensiblemente más reducido que durante la primera ola de la pandemia", señala el documento publicado por el organismo monetario.

Cabe recordar que el PIB de la economía española se contrajo un 5,2% en el primer trimestre, un 17,8% en el segundo y creció un 16,7% en el tercero (todos datos intertrimestrales). Estas idas y venidas de la actividad trimestral se resumen en que la economía nacional aún se encuentra alrededor de un 9% por debajo de los niveles de 2019. Hasta la fecha, España está entre las economías más afectadas del mundo. En la zona euro, la brecha respecto a 2019 es de 4,5 puntos porcentuales. Fuera de Europa, el PIB de Estados Unidos se situaba un 3,5% por debajo del nivel de cierre de 2019 mientras que China ya está casi en niveles de 2019. "La evidencia disponible apunta a que, en el cuarto trimestre, la economía del área del euro habría vuelto a mostrar un peor desempeño que la estadounidense o que la china".

España no será el 'farolillo rojo' en el último trimestre

El último trimestre del año será relevante para saber a qué distancia queda la economía nacional respecto a la época precovid y por la inercia con la que se comenzará el año 2021. Como se señalaba previamente, se espera que los nuevos patrones de la sociedad ayuden a reducir el impacto, aunque las previsiones siguen siendo muy inciertas. En todo caso, "el comportamiento de la economía española en el período más reciente habría sido menos desfavorable que el de otras grandes economías del área del euro, en las que el repunte de los contagios que en nuestro país venía observándose desde agosto no se produjo hasta octubre, por lo que la adopción de las correspondientes medidas de contención fue también más tardía", señala el informe.

Esto también queda reflejado en el comportamiento de los componentes del PIB. Mientras que en el primer y segundo trimestre fue la demanda nacional la que hundió la actividad económico (el consumo y la inversión se pararon en seco), en este final de año será la demanda exterior (exportaciones) la que suponga un mayor lastra para el PIB, al menos en dos de los tres escenarios que proyecta el organismo.

En en el escenario base del BdE, el PIB cae un 0,8% por una contribución negativa del 0,1 puntos de la demanda doméstica y de 0,7 puntos de la demanda exterior neta (exportaciones menos importaciones). En el escenario suave u optimista prevé un aumento del PIB del 0,6% con una contribución positiva de la demanda doméstica de 1,4 puntos y una negativa de 0,8 puntos de la exterior. En el escenario severo o pesimista, la demanda interna sí restaría dos puntos al avance del PIB, que caerá un 3% en el triemestre.

Así, el Banco de España cree que en un contexto en el que la pandemia y las medidas de contención supondrían un obstáculo cada vez menor para la actividad, el crecimiento del PIB repuntará en el transcurso de 2021, apoyado en los fondos europeos del programa Next Generation EU (NGEU). El escenario base del BdE prevé un crecimiento del 6,8% en 2021, por debajo de lo vaticinado por el Gobierno, pero ligeramente por encima del consenso del mercado, que sitúa el avance de la economía en alrededor del 5% del PIB.

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