Una realidad perversa del sistema de pensiones español se da a raíz del modelo de jubilación anticipada, que según el reglaje de porcentajes de penalización por cada año que se adelanta el retiro resulta en su cómputo final más ventajoso para las rentas altas y más gravoso para las más bajas. Ahora, como ya adelantó elEconomista y ya ha anunciado el ministro de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, José Luis Escrivá, en sus últimas comparecencias, la intención es la de establecer un marco que por un lado incentive la permanencia en el puesto de trabajo más allá de la edad legal al tiempo que haya desincentivos para adelantar ese retiro.
La explicación de esta medida que impulsará el Ejecutivo una vez el Pacto de Toledo emita las recomendaciones para la reforma que servirán de armazón para modificar la legislación está en un cálculo elaborado por la propia Seguridad Social donde se aprecia esta erosión, mayor, en la pensión de las prejubilaciones con salarios más bajos. El principio argumental es claro: las penalizaciones en las pagas de jubilación se aplican sobre la base reguladora del eventual beneficiario de la pensión. Si el sueldo es alto, el porcentaje de reducción que se aplica a su base puede implicar que incluso una vez descontado este porcentaje la base siga por encima y le corresponda la pensión máxima. En un cálculo medio, se estima que la penalización en la pensión es del 2% en las rentas altas que adelantan dos años su retiro -serían rentas a partir de los 48.000 euros anuales-.

Sin embargo, si nos vamos a la misma lectura en las rentas más bajas esta penalización para el mismo tiempo de anticipación (2 años antes de la edad de jubilación) es hasta cuatro veces mayor. La argumentación es exactamente la contraria a la de las renta más onerosas: al contar con bases reguladoras medias que dan derecho a pensiones medias, es decir, no optan a la máxima jubilación ni cotizan por el máximo, la penalización en su base reguladora impacta en su totalidad en la cuantía de la pensión. De este modo, según la Seguridad Social, con una base media y más de 44 años y seis meses cotizados, la penalización se sitúan en torno al 6,5% por dos años de adelanto de la salida del mercado laboral.
En el caso de una base media pero con 36 años cotizados la penalización por una abandono del mercado laboral a los 63 años en lugar de a los 65 años, el porcentaje de reducción sobre la pensión asciende al 8%. En ambos casos, se considera como base media de cotización 19.200 euros anuales. Cabe recordar que actualmente el sistema de penalizaciones en la jubilación anticipada voluntaria por trimestre se sitúa para un período de cotización menor de 38 años es del 2% de coeficiente de reducción; entre 38 y 6 meses y 41 años es del 1,875%; para un período de entre 41 años y 6 meses y 44 años y 6 meses si sitúa en el 1,7%; y para un período de cotización a partir de los 44 años y 6 meses sería del 1,625% de coeficiente.
La razón económica
Según los expertos consultados por elEconomista, es que por cada año que se le gane a la edad real de retiro de los trabajadores (64 años) se reducirá un 25% el déficit de la Seguridad Social, es decir, se recaudarían 4.500 millones más, que rebajarían el déficit anual de 18.000 millones de euros que registra el Sistema. Dicho de otra forma, el Gobierno está dejando de recaudar actualmente 8.200 millones por no cumplirse con la edad legal.

A día de hoy, de media, los españoles abandonan el mercado de trabajo a los 64,6 años. Esto es, según la legislación actual, algo más de un año y cuatro meses con anterioridad a lo debido. Es decir, gran parte de los ocupados que abandonan el mercado laboral lo hacen prematuramente: se prejubilan (un 66% más en los últimos cinco años). Para 2020 la reforma del Sistema introducida en el 2011 -que recoge un periodo transitorio- sitúa la edad legal en los 65 años y 10 meses. En 2027, año en el que finaliza el período transitorio introducido por la reforma del sistema de pensiones de 2011, la edad de jubilación será de 65 años si se acreditan al menos 38 años y seis meses de cotización, y de 67 años en caso contrario.
Por su parte, el Banco de España ha puesto negro sobre blanco uno de los principales problemas de la Seguridad Social y responsable de buena parte del desequilibrio financiero del sistema encargado de pagar las pensiones en nuestro país: un 40% de los trabajadores españoles se prejubila antes de alcanzar la edad legal de retiro. Un problema que ya ha detectado el Gobierno y que ha situado como un de las principales causas del desequilibrio presupuestario, toda vez implica el cese de las cotizaciones por parte de empleados que se jubilan anticipadamente y que además, en muchas ocasiones, cuentan con elevadas bases de aportación.