Economía

La respuesta a la salida de la recesión global se encuentra en una 'sopa de letras'

  • La recuperación en V sería la deseada: limpia, vigorosa y rápida...
  • ... pero cada vez gana más enteros una recuperación en U...
  • ... el peor escenario sería la recuperación en L con una depresión constante
Foto de Alamy

Inmersos en una recesión económica sin precedentes en las últimas décadas, el debate de los economistas se centra ahora en cómo sera la salida de esta recesión. ¿Recuperará la economía la senda de su crecimiento potencial en cuestión de meses? ¿Se producirán un largo periodo de estancamiento? ¿Se vivirá una crisis como doble caída con la vivida en la zona euro en 2008 y 2012? Ante la incapacidad de determinar con certeza cuál será la forma de la recuperación, al menos vale la pena explicar cómo sería cada una de ellas.

En una salida en forma de logo de Nike el PIB no recuperaría la tendencia previa a la crisis hasta finales de 2021

Una de las formas más vaticinadas al comienzo de esta crisis fue la de V en la que el rebote es tan rápido como la caída. Esta fue la trayectoria preferida desde el principio, pero a medida que el coronavirus ha ido expandiéndose y complicando el futuro se empieza a apostar más por una recuperación en forma de U. Los más pesimistas están analizando el crecimiento global trazando una L o una W, o incluso algunos empiezan a pronosticar un desenlace todavía más desastroso.

"Existe una relación compleja entre lo que hace el virus, la efectividad de las políticas de contención del virus y de apoyo económico, y el comportamiento del sector privado", aseguran los economistas de JPMorgan Chase, liderados por Bruce Kasman en un informe para clientes esta semana recogido por la agencia Bloomberg. "En consecuencia, existe una enorme incertidumbre sobre el camino que se avecina, lo que nos recuerda el dicho 'el pronóstico es difícil, especialmente el del futuro' ".

Forma V

El virus desaparece en Europa y EEUU en abril o mayo, permitiendo que las restricciones de distanciamiento social se relajen. Se produce una avalancha de demanda acumulada impulsada por el estímulo fiscal y monetario masivo que los responsables políticos ya han desplegado. Las fábricas y los servicios pueden reabrir sus negocios sin problemas. Los esfuerzos del gobierno para evitar que las compañías despidan a los trabajadores tienen éxito y el desempleo retrocede. Las economías vuelven a sus niveles de producción anteriores a la crisis a principios de 2021.

Sin embargo, algunos datos adelantados de China en marzo muestran que un escenario tan optimista sigue siendo posible a medida que la segunda economía más grande del mundo reinicia sus motores de producción. No obstante, es difícil que los países desarrollados logren una gestión similar a la china para frenar al coronavirus, por lo menos con los datos que se han visto hasta la fecha. Tanto los indicadores de sentimiento oficiales como los de la fábrica de Caixin han mostrado signos de expansión, incluso cuando la mayoría del resto de Asia había caída en una contracción más profunda. El empleo también mejora, pero las órdenes de exportación se contraen

Sin embargo, los analistas creen que mucho tendrán que mejorar los datos para que ese tipo de números optimistas se mantengan en China, especialmente con las perspectivas de una recesión mundial en el segundo trimestre, una mayor expansión de la virus, la amenaza de la deflación y los problemas del mercado inmobiliario nacional.

Forma de U

El virus sigue presente en junio y las restricciones de confinamiento y demás tardan en relajarse. Aunque se pone en marcha parte de la demanda acumulada impulsada en parte por el estímulo de los gobiernos y los bancos centrales, los consumidores no vuelven a las tiendas o restaurantes. Esto se debe a que las fábricas y otros lugares de trabajo tardan un tiempo en recuperar  su capacidad total y no todos los trabajos perdidos en la crisis se recuperan. Algunos necesitan pagar las deudas que acumularon durante la crisis y se produce un periodo de desapalancamiento. El comercio también sigue siendo lento, ya que cada socio comercial tarda en recuperarse. La recuperación finalmente se materializa, pero no hasta finales de 2020 o más allá.

Mirando la trayectoria de China y su impacto en Corea del Sur y el resto de la región, Chong Hoon Park, jefe de investigación económica de Corea en Standard Chartered Bank Korea cree que es más posible una recuperación en U que en V.

"Creo que la desaceleración china se prolongará", aseguraba el miércoles en Bloomberg Television. "No soy tan optimista, no vamos a ver una recuperación en forma de V, con un rebote en china poco claro".

Forma de L

El virus sigue presente durante la segunda mitad del año, obligando a que los gobiernos mantengan las restricciones de movilidad hasta más allá de junio. Algunos economistas como el célebre Nouriel Roubini han vaticinado una salida en L si no se toman medidas rápidas y drásticas como el 'helicóptero del dinero'.

En este escenario, las personas continúan reduciendo su gasto en servicios, optando por quedarse con sus salones y viendo el cine en casa, y se resisten a coger vacaciones. Las deudas acumuladas antes o durante la crisis se vuelven difíciles de pagar, lo que desencadena una espiral de quiebras comerciales y de insolvencias que crean temores de una crisis de crédito. Las bolsas no logran rebotar y entorpecen la recuperación a través del efecto riqueza.

Los gobiernos tienen que ofrecer más estímulos después de que sus esfuerzos no hayan logrado despertar la demanda, pero eso requiere tiempo para organizarse y, probablemente, más deuda pública.

En Nomura, los economistas liderados por Rob Subbaraman creen que una forma de L sería el peor escenario en EEUU. Erik Britton, de Fathom Consulting, dice que será difícil evitar una depresión prolongada si el coronavirus regresa, lo que significa que la perspectiva no sería muy buena, pudiente tener partes de V y de L.

Forma de W

El virus regresa. Los académicos del Imperial College de Londres advirtieron que si los esfuerzos para controlar la pandemia se reducen demasiado pronto, el virus podría reaparecer. Eso significa volver a imponer restricciones, reavivar la incertidumbre y forzar el cierre de lugares de trabajo y proveedores de servicios otra vez. El resultado es una recuperación seguida de una sacudida hacia una nueva recesión.

"El riesgo clave para nuestro escenario base en V es un posible retorno del virus en el tercer trimestre", asegura Keith Wade, economista jefe de Schroder Investement. "En términos económicos, esto conduciría a una recesión con doble caída con el cierre de negocios de nuevo a medida que se vuelven a imponer restricciones al movimiento".

Forma de garrapata o Nike

También conocido como el la forma de Nike (el logo de la firma de ropa deportiva), este escenario permite que las empresas y los gastos se recuperen lentamente a medida que las restricciones se van relajando de forma muy progresiva. El nivel de producción económica se mantiene por debajo de su potencial y tendencia anterior a la crisis hasta 2021 y el consumo y la inversión tardan en aparecer con fuerza ya que las personas son precavidas a la hora de gastar demasiado o hacer viajes de larga distancia, especialmente si tienen que lidiar con las deudas.

"La fuerte desaceleración será seguida por una recuperación ligeramente más plana que finalmente superará el nivel de PIB previo al coronavirus", explican en un informe Holger Schmieding y Kallum Pickering, economistas del Banco Berenberg. "En general, esperamos que el PIB supere su nivel de finales de 2019 aproximadamente dos años después de haber tocado suelo".

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