
¿Sirve de algo estar encerrado en casa? Aunque sea difícil calcular a primera vista los efectos del confinamiento, con cifras de mortalidad que superan las 800 personas fallecidas por coronavirus al día y miles de nuevos contagiados, todo podría ser mucho peor si no se estuviera apostando por unas medidas tan duras. El Imperial College de Londres, que logró cambiar la política del Gobierno británico tras estimar que, de no hacer nada, los muertos en Reino Unido podrían alcanzar los 500.000, ha intentado calcular qué habría pasado en el resto del continente de no haber hecho nada. Y sus datos son claros: en estas semanas, se han salvado las vidas de 60.000 europeos, 16.000 de ellos españoles, gracias a las medidas para frenar la expansión del Covid-19.
El estudio, publicado este lunes, intenta aproximarse a la cifra real de contagiados en base al número de muertes, y sus números son bastante preocupantes: estiman que un 15% de la población española, unos 7 millones de personas, han sido infectadas, la mayoría de ellas muy leves o muy tempranas para detectarse. Una cifra que nos situaría por encima de Italia, con 5 millones, salvo que el virus sea más letal en estos dos países que en otros, quizá porque esté afectando a un mayor porcentaje de mayores y pacientes con cuadros de riesgo. En ese caso, calculan que el mínimo de infectados sería de 1,9 millones de personas en ambos países.
Aun así, y aunque llegaran tarde, las medidas de cuarentena, adoptadas en ambos países con cuatro días de diferencia, han tenido unos claros efectos en la expansión del virus. Según estiman, desde el 14 de marzo, el ratio medio de contagios provocados por cada infectado se ha hundido de entre 4,5 y 5 a entre 0,2 y 1,9. Es decir, en el mejor de los casos, estaríamos al borde de cruzar el pico de la curva y pasar a la fase de reducción de la epidemia o incluso ya en ella, y en el peor, rozando la duplicación de los casos cada semana, una situación mala pero mucho mejor que antes.
En base a esos datos, calculan que las medidas han evitado el contagio de un numero de personas tan grande en estas semanas que, de no haberse tomado, las muertes podrían haberse triplicado. Según su modelo, mañana martes podrían haber muerto unas 24.000 personas, en vez de las 8.000 que, al ritmo actual, habrán muerto en realidad, 16.000 menos. En el peor de los casos, habrían muerto 44.000, 36.000 personas más, e incluso en la mejor de las estimaciones sin cuarentena habrían muerto 5.000 personas más, unas 13.000.
Los datos para Italia son aún más alentadores. Para mañana deberían haber muerto 14.000 personas, cuando probablemente se quede solo por encima de las 12.000. Y de no haber hecho nada, habrían fallecido 52.000, unas 40.000 más. En el peor de los casos, sin cuarentena habrían muerto 98.000 personas, e incluso en el mejor, habrían caído 27.000 personas, más del doble de las actuales.
Los datos para el resto de Europa son menores, porque están en fases anteriores de la epidemia y tomaron las medidas más drásticas más tarde. Pero, aun así, ya han un número significativo de vidas humanas salvadas: en media, 2.500 en Francia, 550 en Alemania y Bélgica y 370 en Reino Unido. En total, 56.000 personas, sumando España e Italia. "Si incluyéramos las muertes de los individuos infectados actualmente en dichos países que pueden ocurrir más allá del 31 de marzo, entonces la cantidad de muertes evitadas sería significativamente mayor". Aunque los números actuales parezcan horribles, en un universo en el que no se hubieran tomado estas medidas, todo podría haber sido mucho peor.