En un contexto de medidas restrictivas y de control en todo el mundo, la estrategia de Reino Unido para combatir el coronavirus ha desconcertado a propios y a extraños. La búsqueda de una inmunización de grupo resignándose a un contagio masivo sin la prohibición total de actos públicos o de movimientos exponen al país a una situación que no se proyecta en otros territorios. Coronavirus, última hora, en directo: Primer día laboral en estado de alarma.
De acuerdo con un documento del sistema de salud filtrado por The Guardian, hasta un 80% de la población de Reino Unido se vería afectada por el coronavirus y casi ocho millones de personas tendrían que ser hospitalizadas. La pandemia duraría, dentro de las fronteras británicas, un año, hasta la primavera de 2021.
Las consecuencias, en clave de fallecidos, serían de un altísimo coste: las previsiones más halagüeñas hablan de 318.000 muertos, mientras que las más negativas los cifran en medio millón. Esto significaría que el 1% de la población de Reino Unido podría morir siguiendo las directrices del gobierno de Boris Johnson.
La hoja de ruta del servicio de sanidad es que el pico del coronavirus se alcance entre los meses de mayo y junio y que haya un segundo repunte en torno a noviembre. La perspectiva es que, poco a poco, la población se vaya inmunizando mientras que la acción estatal vaya al contrario que en el resto de países: actuar con medidas más contundentes pasado un periodo de tiempo con el objetivo de no prolongar decisiones restrictivas durante un plazo demasiado largo y no hacerlo desde un principio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha criticado abiertamente la estrategia de Reino Unido, que va a contracorriente del resto del países, independientemente de la rapidez de éstos en la aplicación de medidas. En palabras de su director, Tedros Adhanom, "se deben tomar todas las acciones posibles. No solamente hacer pruebas, no solamente seguir el rastro, no solamente la cuarentena, no solamente la distancia social. Hay que hacerlo todo". En la misma línea, este domingo un grupo de 300 científicos e investigadores han pedido, a través de una carta, que las medidas se acoplen a las del resto de países para evitar más muertes y una situación que colapsaría, sostienen, el sistema de salud.
Con un balance temporal de 35 muertos y casi 1.400 infectados, el gobierno británico ha lanzado un paquete de medidas de 34.000 millones de euros
Aunque el ejecutivo ha prometido detallar nuevos pasos en los próximos días y ha decretado un protocolo para los mayores de 70 años, el aislamiento sigue sin llegar a pesar de las críticas y algunos territorios como Gibraltar han comenzado a ordenar decisiones unilaterales, como la imposición de un toque de queda.
El balance de muertos es de 35 y el de infectados es de casi 1.400, pero la dinámica es de una progresión ascendente. El Gobierno estudia la aplicación de medidas que vayan acercándose a la de otros países, como prohibir actos con multitudes.
En el plano económico, el ejecutivo de Boris Johnson anunció la semana pasada un paquete de medidas de 34.000 millones de euros que tienen como objetivo apoyar la economía del país y el gasto extra que tendrán que afrontar los servicios públicos a raíz de la esperada propagación de la enfermedad.