
Antes del azote de la crisis sanitaria a las estructuras productivas del mundo occidental, el mercado de trabajo español ya encaraba un año de pocas celebraciones si se compara con el desempeño ofrecido en los últimos ejercicios. Así, al margen de las proyecciones que aventuran una menor creación de puestos de trabajo en nuestro país para los próximos meses, se suman el análisis elaborado por el Banco de España, publicado este lunes, en el que se da cuenta de una desaceleración del empleo en las compañías no financieras de nuestro país, y más allá, un frenazo en la contratación por parte de las grandes compañías, en mínimos desde 2017, con un incremento del 0,8% en 2019 respecto al año anterior -nivel bastante inferior al 1,4% de aumento registrado en el ejercicio anterior-.
En este sentido, explica el supervisor bancario, para el conjunto de estas empresas no financieras de nuestro país, los gastos de personal crecieron en 2019 un 2,9%, una evolución que se explica por el aumento tanto de las plantillas como de las remuneraciones medias. Concretamente, el número medio de trabajadores de las empresas de esta muestra se elevó un 0,8%, tasa más moderada que la del año anterior (1,4%). Aquí, por segundo año consecutivo, el aumento del empleo se vio impulsado por el avance de la contratación de personal fijo (del 1,4%), mientras que el empleo temporal descendió un 1,7%.
Sin embargo, la distribución de la creación de empleo difiere en función del tamaño de la empresa en cuestión. En este sentido, las grandes empresas, aquellas con 250 empleados o más, son las que más contribuyen a la desaceleración del empleo por la vía de la contratación en estas compañías de carácter no financiero con un avance en el cuarto trimestre del pasado año del 0,8%, por debajo del 1,4% interanual anotado en el mismo periodo del año anterior -cifras en este caso similares a las del agregado de empresas-. En el conjunto del pasado año, la intensidad en la creación de puestos de trabajo en estas compañías supuso un aumento del 3% respecto al año anterior, si bien muestra una fatiga del mismo modo al compararlo con el desempeño de 2017 cuando el incremento se fue al 4,7% en estas grandes empresas.
Mientras, según los datos disponibles del Banco de España, en las empresas medianas el comportamiento del final del pasado ejercicio fue más positivo en términos de contratación si bien el agregado del conjunto de 2019 también muestra una desaceleración del empleo. En este sentido, en los últimos tres meses del pasado año, stas compañías de entre 50 y 250 trabajadores impulsaron un 4% la contratación de personal, mejorando la cifra de 3,6% registrada en el mismo tramo del año anterior, si bien en el conjunto del año implica un freno frente a las tasas del 5,8% y del 5% anotadas en los dos años precedentes.
De este modo, en 2019, el porcentaje de empresas que creó empleo se situó en un 51,4%, ligeramente por debajo del dato del año previo (51,7%), si bien siguió siendo claramente superior a la proporción de compañías que destruyeron empleo, que fue de un 33,4%.
En este sentido, el detalle sectorial del estudio evidencia que el crecimiento del empleo se concentró en las ramas de servicios, con incrementos de un 2% en la de comercio y hostelería, de un 0,9% en la de información y comunicaciones, y de un 0,8% en la rama que engloba al resto de las actividades. Por el contrario, el sector de la energía registró un descenso de sus plantillas medias del 1,9%, mientras que en el industrial el empleo se redujo un 0,3%.
Las remuneraciones medias experimentaron un nuevo repunte en 2019, aumentando un 2%, medio punto más que un año antes -nivel en línea con el avance de los sueldos pactados de media por convenio en nuestro país y en la senda del aumento pactado entre la patronal y sindicatos para los años 2019 y 2020-. Esta aceleración se observó de forma generalizada en casi todos los sectores productivos, excepto en el del comercio y la hostelería, que fue el único en el que los salarios medios crecieron menos que el año previo (un 1,6%, frente al 2,9% de 2018). En el resto de las ramas, los incrementos salariales fueron más elevados: oscilaron entre el 1,9% del sector de la información y las comunicaciones y el 2,9% del de la energía, siendo en todos los casos estos aumentos superiores a los del ejercicio precedente. Y también por encima de la inflación, que cerró el pasado en el entorno del 0,7%, con el consecuente incremento del poder adquisitivo.