Se llama Concepción Gamarra Ruiz-Clavijo (Logroño, 1974 ), pero todos la llaman Cuca: "Mi madre y mi abuela se llaman igual y me llamaron así para diferenciarnos", señala. Si bien aún no es muy conocida para la opinión pública, sí lo es, y mucho, en el seno de su partido donde, aunque en su día apostó por Soraya Sáenz de Santamaría, hoy forma parte del equipo pata negra de Pablo Casado, representando el ala más centrada del PP. Coordinó la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del 26-A, tal vez porque lo ha sido todo en el ámbito local, desde concejala en el Ayuntamiento de Logroño a alcaldesa de esa ciudad entre 2011 y 2019: "Estoy orgullosa de haber sido la primera mujer en ese cargo rompiendo así el techo de cristal" y vicepresidenta de la FEMP de 2016 a 2019. La entrevista con la vicesecretaria de Política Social del PP se realiza telefónicamente porque se encontraba en Calahorra, asistiendo las fiestas patronales de San Emeterio y San Celedonio, por lo que en varios momentos sus respuestas estaban amenizadas con la música de una de las peñas, lo que no disminuyó, en absoluto, la rotundidad de las mismas. Es una persona amable y educada que hace honor, por la precisión de sus reflexiones, a su profesión de licenciada en Derecho especializada en jurídico-económico por la Universidad de Deusto. Amante del deporte, no se pierde un concierto de U2 y disfruta de las pequeñas cosas de la vida, especialmente de sus sobrinos: "No perdono un vermú con ellos y me gusta el vino de Rioja y la buena gastronomía", señala.
¿Habrá Gobierno PSOE-Podemos o vamos a elecciones en noviembre?
Lo que va a ocurrir sólo lo sabe Pedro Sánchez, y nosotros le pedimos que diga claramente a los españoles cuál es su hoja de ruta y deje de jugar con nosotros. Los ciudadanos tenemos derecho a saber qué quiere hacer el presidente con España, porque esta parálisis está siendo letal, no sólo en términos económicos, sino también territoriales. Parece claro que su socio preferente es Unidas Podemos, además de los independentistas y de Bildu, como ha ocurrido en Navarra, pero es vergonzoso que a estas alturas no se haya reunido aún con los partidos políticos.
Bueno, el presidente sí se está reuniendo con los actores sociales...
Esas reuniones con la sociedad civil responden a una táctica electoral. Ya vivimos una estrategia similar antes de las elecciones de abril, donde utilizó los famosos viernes sociales para activar su propia maquinaria electoral. Ahora está haciendo lo mismo. Estos encuentros, sin ninguna conclusión, son el escenario de una precampaña electoral, porque si Sánchez quisiera formar Gobierno se tendría que haber reunido ya con los partidos que pueden ayudarle a conformarlo, y si no lo hace es porque está en campaña.
Aquí tampoco hay inocentes: Podemos rechazó una Vicepresidencia y tres Ministerios, y tal vez por eso no hay un Gobierno de izquierdas...
Un Gobierno de izquierdas con Podemos no es lo más recomendable para España, ni económica ni territorialmente, pero está claro que Sánchez ha optado por esos socios preferentes. Él es el responsable de promover ese Gobierno y de obtener el respaldo en una investidura, y si no lo hace el fracaso será suyo.
Otra opción es que el PP hubiera optado por una "abstención patriótica", como ellos con Rajoy, ¿no?
En el PP hemos descartado completamente lo que usted llama una "abstención patriótica". El escenario no es ni parecido al que se produjo con Mariano Rajoy, Gobierno, por cierto, al que después el PSOE echó abajo con una moción de censura. Pablo Casado ha ofrecido, eso sí, con un alto sentido de la responsabilidad, varios pactos de Estado para garantizar la estabilidad si finalmente se logra esta investidura. Somos los líderes de la oposición y representamos la alternativa, y eso no lo pueden olvidar.
¿A ustedes, que haya elecciones en noviembre les conviene? Las encuestas dan una subida al bipartito en detrimento de Podemos y Cs...
El PP está preparado para poder afrontar una nueva convocatoria electoral. Todas las encuestas apuntan a que podríamos subir en diputados, pero nosotros somos un partido que se debe a España, y en el momento actual lo que sobra es estrategia y táctica. Unas nuevas elecciones no es lo que necesita nuestro país. El PP insta a Pedro Sánchez a que deje de jugar y a que empiece a trabajar seriamente para conformar un Gobierno porque no es el momento de afrontar unas nuevas elecciones.
Oiga, ¿el PP de Casado ha virado a la derecha como afirman algunos?
No hemos virado a la derecha. Cuando el PP ha sido más útil a España es cuando ha sido más abierto, más amplio, y con una base sociológica de centroderecha.
Para muchos Casado está a la derecha de Rajoy, y eso no les favorece...
Pablo Casado representa a una nueva generación de políticos y de españoles. Es una persona centrada, abierta y que respeta la libertad de los españoles para vivir como quieren vivir. El PP bajo su liderazgo tiene que ser abierto y encontrar respuestas con personas diferentes. No queremos un partido de clones, sino uno donde nos sentimos cómodos juntos aunque pensemos diferente, pero defendiendo los mismos principios.
¿Cree que lo ocurrido en Navarra supone un peaje a Bildu con cesiones como la de Huarte?
Lo que representa el acuerdo del PSOE con EH Bildu es, la pérdida de lo que siempre habían sido las líneas rojas y el compromiso constitucional de los socialistas. No hay nada que interpretar. Porque Arnaldo Otegui dijo clarísimamente que el apoyo a María Chivite no iba a ser gratis y estamos viendo cuál es el precio. Uno de esos precios, además de que EH Bildu forme parte de la Mesa del Parlamento de Navarra, es que la alcaldía de Huarte se le haya cedido a Bildu después de la renuncia de la alcaldesa socialista, con el argumento peregrino y bochornoso de que como los socialistas estaban de vacaciones no encontraron candidato.
La fórmula de 'Navarra Suma' que ustedes han registrado en otros lugares para convertirla en 'España Suma', ¿sería exportable ya a Euskadi y al Senado, como se está comentando?
El PP plantea un instrumento, que en Navarra ha funcionado, porque permitió sumar y tener el mejor resultado posible. Esa fórmula permite dar una respuesta a nuestros votantes y a todos los del espectro del centroderecha. Cuando hay fragmentación, se restan escaños: por ejemplo, en mi tierra, La Rioja, si hubiéramos concurrido en una coalición hoy tendríamos un Gobierno de centroderecha. Lo que planteamos es que busquemos fórmulas que nos permitan concurrir juntos para que eso facilite la gobernabilidad y garantice más Gobiernos de centroderecha.
¿Con Vox o sin Vox dentro?
Vox ha rechazado siempre esa posibilidad y, por tanto, ya está dicho todo.
En La Rioja, va a haber un Gobierno de izquierdas después de 24 años gobernando el PP. ¿Qué supondrá ese pacto PSOE-Unidas Podemos?
Esa coalición va a tener consecuencias directas; de entrada, por el propio texto del acuerdo, que apostaba por una subida de impuestos, tanto del IRPF como de Sucesiones y Donaciones o el de Patrimonio. En un territorio donde habíamos hecho de la baja presión fiscal uno de los elementos del dinamismo de nuestra economía, que ahora se camine en sentido opuesto puede ser demoledor.
Pues la nueva presidenta, Concha Andreu, ha dicho que esa subida de impuestos no provocará deslocalización empresarial, ¿eso es posible?
Ella puede justificarlo como quiera, pero hay una relación directa entre la subida de los impuestos y dónde se localizan algunas empresas, y máxime cuando hablamos de un territorio como La Rioja, limítrofe con el País Vasco y Navarra, que siempre han hecho de su política fiscal una de las banderas para la atracción de empresas. La subida de impuestos nos llevará no sólo a la deslocalización, sino a la pérdida de competitividad, y además este Gobierno de coalición con Podemos tendrá consecuencias para la educación concertada, y para la Sanidad, donde se ha apostado por una colaboración público-privada.
¿Y cómo de larga será la travesía del desierto de su partido en La Rioja?
Creemos que el Gobierno del PSOE y Podemos va a ser un impasse de 4 años, y que volveremos a gobernar.
¿El tema de la violencia machista es una 'línea roja' o piensan hacer guiños a Vox?
El asunto de la violencia machista es una línea roja inquebrantable para el PP, y lo estamos demostrando allí donde gobernamos. Contra la violencia machista que sufren las mujeres, no hay posibilidad de ningún paso atrás. Somos un partido que tiene ese compromiso de lucha contra la violencia machista en nuestro ADN y por eso fuimos quienes promovimos ese gran pacto de Estado contra la violencia de género, porque quisimos, aun teniendo mayoría absoluta, que se comprometiera toda la sociedad. Esa es una cuestión que no es negociable, ni lo va a ser nunca.
Quien lo ha tenido complicado nada más llegar ha sido la presidenta a la Comunidad de Madrid. ¿Le están buscando las vueltas con el tema de Avalmadrid o es algo más?
Por mucho que ladren, el PP e Isabel Díaz Ayuso cabalgan, y cabalgamos. Ha habido muchísimo juego sucio por parte de la izquierda contra ella. Con un hombre nunca hubieran cruzado muchísimas líneas que con ella se han cruzado. Y lo han hecho quienes dan tantas lecciones de feminismo. De todos modos, Díaz Ayuso va a sorprender, y no sólo por la fortaleza y la paciencia que ha demostrado, sino porque las políticas que va a seguir desarrollando el PP, de la mano de Cs en un Gobierno de coalición, son una fórmula ganadora que servirá para contrarrestar las políticas de izquierdas del Gobierno de Pedro Sánchez.
Tampoco parece que vaya a ser fácil un Gobierno de coalición en Madrid, que es inédito hasta ahora...
Vamos a poner todo de nuestra parte para que funcione esta nueva forma de gobernar, que es en coalición. El PP ha demostrado la capacidad de adaptarse y tiene la experiencia suficiente para saber gobernar, generando progreso, bajando los impuestos y desarrollando políticas positivas en un contexto muy complicado.
Finalmente, compareció la vicepresidenta por el 'Open Arms'. ¿Qué le parece que no lo hiciera Sánchez?
Los meses transcurridos desde las elecciones han servido para reafirmar la alergia de Sánchez al Congreso y al control parlamentario -base de los principios democráticos y de la independencia de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial-. El Gobierno lleva año y medio sin someterse al control parlamentario, y eso no es sostenible en una democracia madura como la de España. Sánchez demuestra que tiene una escasa calidad democrática porque además de no ir al Parlamento tampoco se somete al control de la opinión pública. Sólo le gustan las comparecencias sin preguntas de los periodistas.
¿Está tachando al presidente de no ser un demócrata?
Lo que digo es que tiene una escasa calidad democrática, y una manera de ser y estar en política basada en la opacidad, la falta de transparencia y en la ausencia de explicaciones.
¿Cómo se ha gestionado el tema del 'Open Arms'? ¿Comparte la visión de que el 'sanchismo' y el 'salvinismo' son dos caras de la misma moneda?
La gestión del PSOE en el Open Arms es el reflejo de todas las debilidades de la política de Sánchez: incoherencia, bandazos, falta de criterio y menosprecio a las políticas de Estado. Y sí, tanto Salvini como él utilizan a los inmigrantes en situaciones extremas con fines electoralistas. Con la gestión del Open Arms, Sánchez ademas ha dejado clara su afición a no dar la cara para no explicar la ausencia de acción de Gobierno.
¿Ha habido negligencia de la Junta de Andalucía con la listeriosis o es el Ministerio de Sanidad quien dio por cerrada la crisis prematuramente?
Lo importante en materia de Sanidad es que se mantengan líneas rojas y que un tema tan sensible no sirva de enfrentamiento partidista. Hay que actuar con transparencia, y buscando la colaboración entre las distintas Administraciones para dar tranquilidad y seguridad. El Gobierno de Andalucía ha tenido desde el primer momento una actuación impecable, porque la prioridad desde el punto de vista político debe ser tranquilizar a los afectados, y que las fuerzas políticas actúen con responsabilidad.
El PP ha pedido la convocatoria urgente del Consejo de Política Fiscal, porque menudo numerito el del Gobierno con la Abogacía del Estado para no pagar a las autonomías, ¿no?
El Gobierno de España recauda porque tiene esa competencia, y distribuye esos ingresos en el marco de un sistema de financiación a las CCAA y Ayuntamientos. Se trata de revisar lo que se hace y cuando se sabe el valor definitivo de lo recaudado, entonces se actualiza y se paga. No es algo que tenga que ver con nuevas facturas. Lo que hemos visto esta semana es que un chantaje a las autonomías. Porque la respuesta que ha dicho, no sólo la ministra, sino otros dirigentes del PSOE, es que si quieren ustedes que se liquiden esas cantidades, lo que tiene que haber es un Gobierno que deje de estar en funciones y pase a ser un Gobierno tras una investidura.
Pero además la ministra de Hacienda, según varios medios, no ha dicho la verdad, ¿no?
La ministra ha mentido porque se ha respaldado en un informe de la Abogacía del Estado que no existía y que se ha tenido que hacer deprisa y corriendo. Una ministra no puede mentir, y por eso el PP ha pedido su dimisión. La ministra de Hacienda debe dimitir porque ha mentido a todos los españoles, y está permitiendo la asfixia de las Administraciones y poniendo en peligro la prestación de servicios públicos.
El Gobierno va a dejar a las CCAA un agujero de 8.000 millones...
Hablamos de 8.000 millones dirigidos a la prestación de las competencias transferidas, entre otras cosas la sanidad, la educación y los servicios sociales: los tres pilares del Estado del Bienestar. Es necesario que se reúna urgentemente el Consejo de Política Fiscal y Financiera, el órgano en el que se establece la colaboración entre Administraciones, cosa que olvida el Gobierno socialista.
Esta parálisis, ¿cómo está influyendo en términos económicos?
El bloqueo político está llevando a la inestabilidad económica y de ahí la irresponsabilidad de la utilización de España aplazando la decisión de formar Gobierno. El tacticismo de Sánchez empieza a tener consecuencias en los bolsillos de los españoles y en la calidad de vida. Esta parálisis les afecta no sólo a los pensionistas, sino también a los funcionarios, porque la revalorización y la actualización de los sueldos de los empleados públicos necesita un Gobierno a pleno rendimiento. Además, la parálisis conlleva una caída de la inversión extranjera, porque la confianza es un elemento fundamental.