
Justo este viernes que abre el último mes de plazo para designar un presidente del Gobierno se ha conocido que Pedro Sánchez no se reunirá con ninguna fuerza política hasta septiembre porque destinará la última semana de agosto retomar los encuentros con colectivos sociales con el objeto de para preparar un programa político sobre el que negociar la formación de Gobierno.
Al parecer, el presidente "tiene muy claro que quiere consolidar un 'corpus' de proyecto político programático" sobre el que buscar apoyos, según ha indicado la portavoz del Ejecutivo en funciones, Isabel Celaá, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Cerrados en banda a la posibilidad en la que insiste Pablo Iglesias de un Gobierno en coalición -"no hay posibilidades" ha dicho claro Celaá- desde el Gobierno descartan que la repetición electoral sea la única solución. La portavoz, que ha calificado de "falso dilema" la cuestión electoral, ha apostado por buscar otras fórmulas más allá de la que pide Podemos.
La desconfianza sigue siendo el problema principal en el camino hacia la coalición. "Hay suficiente desconfianza como para que no resulte transitable esa opción". Por eso insisten en centrar las negociaciones en el programa y descarta el acuerdo presentado esta semana por Podemos. Precisamente para llevar en el nuevo documento sus propuestas, asegura Celaá que Sánchez prefiere esperar y hablar antes con los colectivos sociales, que concretará el PSOE.
No será hasta presentar ese programa, a finales de agosto, cuando Sánchez abra la agenda de nuevos contactos con los partidos de cara a una posible investidura en septiembre, a más tardar el día 23. Según Ceaá, "aún hay tiempo" para evitar las elecciones que algunos apuntan como escenario asumible por el PSOE pero ha llamado también en ese compromiso al resto de formaciones: "El tiempo corre para todos", ha avisado.