El middle market, el segmento de las medianas empresas, se siente olvidado y desatendido en España. Las también llamadas etis (siglas para Empresas de Tamaño Intermedio) se encuentran fuera del umbral de las pymes y no llegan a tener la envergadura de las grandes compañías. Sin embargo, su facturación conjunta suma más de 220.000 millones de euros, representando el 18% del PIB español y más de 1 millón de empleos directos e indirectos.
"El middle market nacional engloba a aquellas empresas con una facturación de entre 50 y 500 millones de euros, un total de 1.800 compañías españolas", indicó Rafael Vaquero, director general de Fundación CRE100DO, durante el observatorio empresarial Middle Market: capital privado para un futuro sostenible organizado por elEconomista. Desde la entidad, recuerdan la importancia de la empresa mediana española para la economía nacional e inciden en que "las necesidades de este segmento de empresas distan mucho de la realidad de las grandes compañías".
Fundación CRE100DO, que nació con la crisis de 2008 como una comunidad de empresas excelentes del middle market español, tiene entre su comunidad un número significativo de compañías que han recibido la financiación y el apoyo de fondos de capital privado, en un momento en el que el sector está batiendo récords de inversión.
Concretamente, el mercado de la mediana empresa española ha superado cualquier registro hasta la fecha durante el primer semestre del año. Según datos de la patronal Spaincap, su volumen ha superado los 1.330 millones de euros en un total de 56 inversiones. Una tendencia de crecimiento sostenido desde el año 2015. De hecho, el capital privado invirtió 7.572 millones de euros en España en 2021, logrando el segundo mejor registro de su historia -sólo superado por 2019-, con un incremento del 120% respecto al ejercicio anterior.
El reto de ganar dimensión
"El principal desafío de las empresas medianas españolas es ganar dimensión", confirmó Juan Luis Ramírez, socio fundador de Portobello Capital. "Un reto estrechamente ligado a procesos como la institucionalización, profesionalización, internacionalización y consolidación empresarial donde los fondos de capital privado podemos contribuir y apoyar a las compañías acelerando su crecimiento".
"El capital privado cuenta con una gran liquidez para apoyar y financiar a la mediana empresa española"
Por su parte, Alfredo Bru, socio fundador de Sherpa Capital, subrayó que "en un momento convulso como el actual, los próximos 18-24 meses serán clave. Los fondos tendremos que ser ágiles para ayudar a las compañías de tamaño medio a afrontar la incertidumbre, alzas de tipos e inflación persiguiendo beneficios sostenibles a largo plazo. En este sentido, el objetivo de nuestros equipos operativos y de gestión de cartera es agregar valor a nuestras compañías participadas involucrándose en el día a día junto a los equipos directivos".
Muchas empresas medianas españolas "ya han puesto en marcha procesos de expansión", recalcó Alberto Bermejo, socio director de Magnum Capital, "pero, en ocasiones, son estrategias de crecimiento desordenadas. Los fondos podemos apoyar para que ese salto de nivel se realice de una manera más ordenada y pausada, no mirando sólo a corto plazo, sino implementando un crecimiento controlado y con unos beneficios a largo plazo".
Por su parte, Teresa Zueco, socia directora de Squire Patton Boggs en España, destacó que "el middle market español tiene activos de calidad y es un mercado muy interesante y atractivo para el inversor, pero todavía existen barreras legislativas diferenciales frente a otros países de nuestro entorno". Por lo que sería "necesario flexibilizar la normativa actual para, entre otros desafíos, facilitar la captación de capital (fundraising en la jerga) de las gestoras españolas y ampliar su base inversora internacional".
Vaquero subrayó que "el middle market en España se siente olvidado". Principalmente, porque no existe un término para distinguir a este segmento de empresas, a diferencia de otras grandes economías como el Mittelstand alemán, el Brittelstand británico o el mid-cap americano. "Hablamos de empresas 'especiales', con capacidades y necesidades específicas". En número, también se encuentran aún muy lejos de las 5.800 empresas medianas presentes en Francia, las 6.000 de Italia o las más de 12.000 empresas de tamaño mediano con las que cuenta el mercado alemán.
"Con la crisis, los empresarios están más dispuestos a dar entrada a nuevos socios que refuercen el capital y faciliten la sucesión"
David Martín, Head de Private Equity de la gestora panaeuropea Tikehau Capital, puso el foco en la digitalización como "otro de los principales retos para la expansión y el crecimiento de las medianas empresas". "Es importante distinguir claramente entre crear canales online de venta y convertirse en una compañía realmente digitalizada. Otro reto según Martín es la gestión del talento como palanca crítica para las compañías y la sostenibilidad a medio y largo plazo. "Sostenibilidad y retención y atracción de talento van de la mano. Desde el capital privado debemos potenciar este proceso como inversores y aceleradores del cambio que somos".
Crecimiento inorgánico
Como expuso Zueco, "la empresa mediana de hoy será la gran empresa mañana, la multinacional del futuro". Por eso, uno de los grandes retos para los próximos años será incrementar la dimensión pero llevando a cabo un crecimiento estratégico y medido que permita aumentar la competitividad y conquistar nuevos mercados. En este aspecto, la socia directora de Squire Patton Boggs, apostó porque "el private equity jugará un rol fundamental apoyando en la gestión, con asesoramiento estratégico y buenas prácticas de ESG y buen gobierno, facilitando, más allá de la financiación, una estrategia de crecimiento ordenada".
"El capital privado tiene muchas oportunidades en el middle market", comentó Ramírez. "Numerosas pequeñas y medianas empresas no han tenido capacidad para internacionalizarse y aumentar su facturación". El mercado español es atractivo para el inversor privado y "encontramos empresas buenísimas con un alto potencial de crecimiento, que nos permitirán impulsarlas y aumentar sus beneficios. Es el caso de, por ejemplo, nuestra participada Angulas Aguinaga que, a través de la diversificación e internacionalización, ha pasado de facturar alrededor de 40 millones anuales a más de 300 millones", indicó.
La incertidumbre actual se traduce también en la orientación de la inversión hacia sectores anticlícos y en una mayor apertura de los empresarios a dar entrada a socios estratégicos. "Desde el private equity ayudamos a las compañías a tomar decisiones estratégicas que permitan el crecimiento del negocio", indicó Bermejo, "y, por suerte, el empresario español está cada vez más abierto a la entrada de capital privado". Un aspecto corroborado por Vaquero, que comentó que de las 125 empresas de tamaño medio que componen CRE100DO, un 20% cuenta ya con participación de capital privado.
"Con el apoyo de Portobello, Angulas Aguinaga ha pasado de facturar 40 millones a superar los 300 millones"
En este sentido, "el propósito del capital de riesgo es crear valor, siempre tiene un proceso de mejora continua que persigue crecer todo lo posible", explicó Bru. El socio de Sherpa destacó también el papel de los fondos como "una ventaja para las compañías que quieren realizar los procesos de build up (comprar otras empresas para ganar tamaño y aflorar sinergias). No estamos tan ligados emocionalmente a las compañías y las dotamos de nuevas capacidades".
La realidad actual del middle market español muestra un segmento de mercado muy fragmentado donde un 65% de la empresas siguen siendo propiedad de sus fundadores, lo que representa "una gran oportunidad de negocio para generar valor creando plataformas con un gran potencial de crecimiento", explicó Ramírez.
Desde la perspectiva de Tikehau, que abrió oficina en Madrid en 2017, "podemos ofrecer al empresario español alcance global y acceso a grupos corporativos europeos y a nuevos mercados internacionales con una presencia y oficina local, lo que nos permite ayudar mucho al crecimiento y a la expansión de las medianas empresas".
"Un 65% de la empresas medianas españolas siguen siendo propiedad de sus socios fundadores"
En opinión de los ponentes, las compañías deben evolucionar en otros dos aspectos clave: digitalización y sostenibilidad. "Detectamos la necesidad de más visibilidad e información sobre ambas materias". En esta línea , Vaquero indicó que "el private equity acelera y facilita la penetración en nuevos mercados pero también mejora el ESG y las estructuras de buen gobierno".
Futuro esperanzador
En definitiva, "la mediana empresa española vez cada vez más al private equity como un compañero de viaje para acelerar la competitividad e impulsar su crecimiento", como recalcó Teresa Zueco, socia de Squire Patton Boggs, España. "Hay un reto importante en las valoraciones, pero se está observando una estabilidad en los retornos del capital privado, gracias al equilibrio en la gestión de las inversiones", añadió Alfredo Bru. "Lo importante es tener dinero y poder invertirlo", matizó el socio de Sherpa Capital. "Los fondos de capital privado a veces financiamos las empresas y, en otras ocasiones, nos convertimos en socios, pero nuestro objetivo siempre es para mejorar el tejido empresarial y poner en valor a las compañías nacionales en los mercados internacionales". "Los retornos medios de los fondos desinvertidos han sido del 18%", explicó Ramírez. Por lo tanto, "existe una consistencia que ayudará a conseguir que los fondos internacionales sigan poniendo su foco en España".
Por su parte, Bermejo, socio de Magnum Capital, destacó que "el dry powder (recursos disponibles para invertir) lo condicionará todo. Vivimos un momento de incertidumbre, con inflación al alza y altos costes energéticos que no estaban contemplados en los modelos de negocio". Seguramente, "el sector sufrirá una ralentización de la inversión, que se concentrará en aquellos sectores más resilientes. La actividad puede caer", advirtió. En este sentido, Zueco coincidió con Bermejo y destacó que "al margen de los sectores sostenibles y energías renovables, se está observando cómo los inversores buscan cada vez más activos tecnológicos y digitales", con un alto nivel de resiliencia.
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