
El bufete norteamericano Squire Patton Boggs percibe España como un mercado estratégico y de oportunidades para seguir creciendo en las áreas de private equity, fusiones y adquisiciones (M&A) y corporate e impulsando la práctica mercantil, tanto para clientes industriales nacionales e internacionales como de capital riesgo. Su socia directora, Teresa Zueco, una de las escasas mujeres al frente de un despacho, recibe a elEconomista.es en su oficina de Madrid junto a Paul Mann, socio director de Private Equity de la firma en Reino Unido.
¿Aprecian una desaceleración de la actividad transaccional? ¿Qué esperan de los próximos meses?
Paul Mann: El mercado se ha ralentizado y no creo que los próximos 12 meses sean tan increíblemente activos como el último año. Desde septiembre de 2020 todos los equipos, en las distintas geografías, han alcanzado niveles de actividad récord en operaciones. En su mayoría, en procesos muy competitivos y rápidos a elevados múltiplos. Ahora algunas transacciones se estancan o quedan en suspenso al no poder cumplir con las expectativas.
Teresa Zueco: En general, estamos viendo due diligences más exhaustivas ante el impacto en las cadenas de suministro y el alza de la inflación. Ciertos sectores seguirán funcionando muy bien y otros se ralentizarán. También se está poniendo más dinero a trabajar en adquisiciones para acelerar el crecimiento de las compañías participadas de los fondos. Este tipo de operaciones (add ons) son una forma de expandir y hacer crecer las plataformas rápidamente manteniendo una deuda reducida. En general, siempre que el múltiplo no sea demasiado elevado, se sigue encontrando financiación.
"Nuestra convicción es que existe una gran oportunidad para seguir creciendo en España"
¿Creen que el aterrizaje para el sector será, esta vez, suave?
TZ: Después de esta actividad frenética, probablemente ahora necesitamos hacer ese aterrizaje que, esperemos, sea suave. El apetito inversor no ha cesado, pero creo que veremos un desajuste en los precios. Los fondos están teniendo que ser más creativos y avanzar en el diseño de estrategias y estructuras de capital más innovadoras, a veces mezclando equity (capital) y deuda. Esa creatividad les ayudará a reposicionarse. Probablemente las subidas de tipos de interés harán crecer la actividad de inversión de los fondos de deuda y especializados en compañías en situaciones especiales y reestructuraciones.
PM: Sin duda. Estamos viendo un mayor número de fondos distress con capacidad y apetito para invertir en situaciones especiales alrededor del concurso y en situaciones preconcursales. A diferencia de la crisis anterior, el capital privado cuenta con más liquidez para apoyar y financiar a las empresas, y eso creo que también es muy positivo para el tejido productivo.
¿España es un mercado estratégico para el crecimiento de Squire Patton Boggs y para aumentar el peso del M&A?
TZ: Totalmente. España tiene activos de calidad y es un mercado muy interesante y atractivo. Nuestra convicción es que existe la oportunidad de seguir creciendo en España con una apuesta más sectorial, revitalizando la práctica transaccional con un foco especial en el segmento mid-market, trabajando para grupos industriales y fondos de capital riesgo nacionales e internacionales e identificando dónde tenemos más fuerza, experiencia y credibilidad a nivel global. Como decía anteriormente, Squire Patton Boggs está viviendo un momento de crecimiento de la práctica mercantil transaccional en el que también está elevando el perfil de la firma en toda Europa.
"Nuevos fondos nos dicen abiertamente que, aunque aún no han puesto sus pies en París o Madrid, está en su objetivo"
¿Cuántos profesionales integran la práctica de 'private equity'? El equipo español sigue creciendo y está muy activo…
PM: En toda Europa en la práctica de private equity somos 35 socios, es decir, abogados de M&A sin incluir a los servicios financieros ni a los fiscales que trabajan con nosotros. Hemos crecido mucho durante los últimos dos años, especialmente en Madrid, Londres y París, también en Fráncfort, y en breve haremos nuevas incorporaciones en Milán. Uno de los rasgos diferenciales son las relaciones entre los socios y la colaboración y el trabajo en equipos transfronterizos: aquí no hay egos. Del Reino Unido a Madrid, de Madrid a París, en todas las direcciones.
TZ: En España gestiono un equipo de 45 abogados y 65 profesionales y lidero el departamento de mercantil con 16 letrados. Somos un equipo joven, con gran impulso, energía y ambición. El reto para los próximos años es incrementar la plantilla para contar con entre 80 y 100 abogados y facturar más de 25 o 30 millones de euros, desde los 10,4 millones. Creemos que hay mucho por hacer y estamos entusiasmados porque, gracias a los recursos y capacidad, hemos podido hacer frente a la mayor demanda.
Durante los últimos meses han asesorado operaciones de 'private equity' como la inversión en la compañía aérea española Albastar...
TZ: Sí, hemos asesorado transacciones como la adquisición por parte del fondo de capital privado Sherpa Capital de una participación mayoritaria en el accionariado de la compañía aérea Albastar; o la adquisición, por parte de Arkema, del negocio de adhesivos de Ashland. El gigante galo de private equity Astorg, con más de 13.000 millones de euros en activos bajo gestión, también ha impulsado su compañía participada, el grupo belga Corialis, líder europeo en diseño y producción de soluciones de aluminio, y consolidado su posición en Iberia y en el Sur de Europa con la compra del 100% de la barcelonesa Centro Alum.
¿Detectan entre sus clientes anglosajones e inversores internacionales con apetito? ¿Tienen el foco en España?
PM: Los actores más establecidos tienen sede en París, Fráncfort y Madrid. Muchos están haciendo operaciones de plataforma en la Europa continental. Algunos sponsors que han recaudado nuevos fondos nos dicen abiertamente que, aunque todavía no han puesto los pies en París o Madrid, está en su objetivo.
"Cada vez hay más fondos 'distress' con apetito por invertir en empresas en dificultades"
TZ: España es un mercado de oportunidades y se percibe como un destino seguro por parte del inversor internacional. En general, creo que existe la percepción de que nuestro país ofrece un buen equilibrio entre la calidad de los activos y la valía de los equipos directivos, y, realmente, también se aprecia la mayor sofisticación del sector y la profesionalidad de las firmas legales.