
El euríbor llega a este fin de semana al borde de encarar el 1,5% (se situó este jueves, último día del que hay datos, en el 1,483%). Sin embargo, las previsiones del sector financiero y de los analistas es que supere el 2% a cierre del año. Concretamente, la casa de análisis de Bankinter apunta a un 2,2% para diciembre. Con la velocidad a la que ha avanzado el índice y las previsiones que hay sobre la mesa, el euríbor se situará en el umbral del 2% de cara a finales de septiembre o en octubre. Esta subida del principal indicador hipotecario encarecería la hipoteca media en 2.076 euros.
La estimación está realizada sobre una financiación de 145.462 euros, hipoteca media de los españoles en diciembre según el INE, a 24 años y un diferencial del 0,92%. Con este crédito, los tenedores de una hipoteca pagaban en diciembre (con el euríbor al -0,501%) 631 euros al mes y cuando el índice alcance el 2% pagarán 704 euros al mes.
El avance del euríbor viene empujado por la subida de los tipos de interés en la zona euro. El Banco Central Europeo (BCE) ya subió 0,5 puntos en julio y apunta a subir otros 0,5 puntos en septiembre. El objetivo del supervisor con el alza de los tipos es frenar el consumo (empresas y hogares harán un mayor esfuerzo financiero para pagar sus créditos) y con éste, la inflación, hasta situarla en el 2%. La inflación de la UE cerró julio en el 9,8%.
La subida de tipos también tendrá repercusión en la banca. Las seis entidades cotizadas españolas incrementarán en torno a un 20% el margen de intereses con la subida de 1 punto porcentual, según las estimaciones de los analistas como UBS y como reconoce también BBVA en sus cuentas anuales. Esto implicaría que las entidades pasarán a ingresar unos 12.000 millones de euros más por la vía de los intereses. La gran banca cerró 2021 con un margen de intereses conjunto de 60.200 millones y con el alza de tipos podrían alcanzar los 72.200 millones. No obstante, el sector financiero no se anotará el efecto completo de los tipos en sus cuentas hasta dentro de 12 y 24 meses, una vez reprecie la cartera completa de hipotecas. La repreciación de los préstamos a empresas se hará de forma más rápida porque los vencimientos son más cortos.
En su contra, corre que la mejora de la facilidad de depósito (en negativo antes el alza, ahora en cero y que apunta a colocarse en el 0,5% en septiembre) obligará a las entidades a remunerar los depósitos de los clientes. El sector prevé que la bonificación del ahorro comenzará a darse cuando la facilidad de depósito alcance entre el 1% y el 1,5%.
Además, la banca también afronta un incremento de la morosidad si las familias y empresas, en plena inflación y con la subida del coste de la energía, tienen que dedicar más dinero a pagar sus préstamos, lo que les llevaría a endurecer las condiciones de acceso al crédito.