Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

El día en que se cumplen dos años desde que sus cuentas desataran la euforia de la IA en Wall Street, la reina de los chips, Nvidia, ha presentado unos resultados mixtos por culpa del 'Efecto Trump', pero que los mercados le han perdonado. No ha cumplido con sus expectativas de beneficios, sí, pero ha explicado que la culpa estaba en la orden del Gobierno de Trump de detener las ventas de una de sus líneas de chips menos avanzadas a China, lo que ha impactado sus cuentas. Sin ese golpe, la firma habría hecho sus deberes un trimestre más.

Las actas de la última reunión de la Reserva Federal, en la que el banco central digirió el efecto de los aranceles de Donald Trump, traen una advertencia a los mercados: es posible que el daño sea más profundo de lo que parece. Más allá del enfriamiento económico y el aumento de la inflación en los próximos meses, la Fed teme que el golpe reputacional a EEUU y la creciente desconfianza de las familias y de los inversores extranjeros supongan un golpe a largo plazo a la economía. Y si eso sucede, advierten las actas, Wall Street probablemente no haya cotizado todavía ese golpe. En otras palabras: si el caos arancelario persiste, la caída en las bolsas estadounidenses puede ser aún mayor de lo vivido hasta ahora.

Las constantes idas y venidas de Trump con los aranceles y su deseo de lograr acuerdos, por muy pequeños que sean, han dado esperanzas a las grandes automovilísticas alemanas. Volkswagen, BMW y Mercedes están en negociaciones con la Casa Blanca para llegar a un acuerdo arancelario, según ha informado hoy el medio económico alemán Handelsblatt. Su objetivo es firmar un pacto hacia julio que logre reducir al máximo posible las tasas impuestas por Trump a las importaciones de automóviles.

Internacional

A las 7.43 horas de este viernes, hora local de Washington, el presidente de Estados Unidos lanzó, como viene siendo habitual, a través de una publicación en su red social propia Truth Social el anuncio: "Recomiendo un arancel del 50% para la Unión Europea a partir del 1 de junio". Y posteriormente aclaró que no tiene ninguna intención de negociar con la UE: "Este es el acuerdo: un 50%".

La "Gran y Bella Ley", el proyecto de rebaja fiscal que Donald Trump quiere convertir en su gran éxito legislativo de su segundo mandato, ha logrado pasar su primer gran escollo, la Cámara de Representantes, por un solo voto y gracias a la muerte en el último momento de un diputado demócrata. Todo apunta a que, aunque sea por la mínima y tras grandes peleas internas, el plan saldrá adelante este verano. Pero a los mercados no les está haciendo ninguna ilusión esta posibilidad. En el horizonte está el escenario de un 'Momento Truss' que lleve a EEUU a una crisis de deuda sin precedentes en el último siglo. Los bonos ya están temblando. Y los analistas advierten del riesgo de que la factura de la 'tarjeta de crédito' que Trump quiere usar como si no hubiera un mañana tenga repercusiones muy serias a largo plazo.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado el proyecto de ley fiscal estrella de Donald Trump por un solo voto después de 48 horas de disputas entre distintas facciones de su Partido Republicano y gracias a la muerte en el último momento de un diputado demócrata, que ha terminado por desequilibrar el empate. Esta aprobación 'in extremis' allana el camino para el primer gran éxito legislativo del magnate. Curiosamente, el paquete, que incluye un fuerte recorte de impuestos, menos gasto social y un aumento de la deuda federal, está tensando el mercado de bonos y llevando a los plazos largos de la deuda en el mercado a dispararse por encima del 5%, encendiendo las alarmas de una crisis fiscal. Ahora la ley pasa al Senado, donde los republicanos tienen una escasa mayoría, que puede cambiar y pulir las medidas.

Uno de los objetivos del segundo mandato de Donald Trump es lograr la legalización de las criptomonedas, para introducirlas firmemente en los mercados de activos mundiales. Y el Senado de EEUU ha dado el primer paso con un proyecto que formaliza y regula las 'stablecoins', criptomonedas cuyo valor está atado al dólar, y que intenta dar más garantías y seguridad a sus usuarios.

Los principales índices de Wall Street han logrado firmar una nueva sesión al alza este viernes que deja el balance semanal en más de un 5% en el S&P 500, en lo que es su segunda mejor semana del año, y que colocan al Dow Jones en positivo en el año. Y esto, pese a que Trump ha vuelto a amenazar a los mercados con acabar con la tregua por no tener personal suficiente para negociar con todos los países. También a pesar del flojo dato de sentimiento de los consumidores que se ha publicado este viernes. Y pese a que la ley de reforma fiscal del presidente republicano se ha estrellado en su primer obstáculo en el Congreso.

De vuelta a la casilla de salida. La "Gran, Bella Ley" con la que Donald Trump quería profundizar en las rebajas fiscales que ya aprobó en 2017 se ha derrumbado en el primer obstáculo. El Comité de Presupuestos del Congreso ha rechazado el proyecto diseñado por los republicanos, devolviendo el texto a la casilla de salida y aumentando el riesgo de una suspensión de pagos en EEUU. El país entra ahora en una senda incierta, en el que la solución más probable es una negociación bipartidista con los demócratas, justo lo que Trump quería evitar a toda costa.

Una de las grandes promesas de Donald Trump para su segundo mandato era renovar las rebajas fiscales que aprobó en 2017, aprobar una nueva serie de bajadas de impuestos y recortar el gasto público, en lo que ha dado en llamar una "Gran, Bella Ley". El hecho de que arañara una pequeña mayoría absoluta en ambas cámaras le dio una clara esperanza de lograr sus objetivos con facilidad. Pero, según se acerca el momento de la verdad, las batallas internas dentro del Partido Republicano están amenazando con hacer descarrilar su gran proyecto legislativo a las primeras de cambio.