Economía

BMW, Volkswagen y Mercedes negocian con Trump un acuerdo para frenar los aranceles

Un coche de Volkswagen. Foto: iStock

Las constantes idas y venidas de Trump con los aranceles y su deseo de lograr acuerdos, por muy pequeños que sean, han dado esperanzas a las grandes automovilísticas alemanas. Volkswagen, BMW y Mercedes están en negociaciones con la Casa Blanca para llegar a un acuerdo arancelario, según ha informado hoy el medio económico alemán Handelsblatt. Su objetivo es firmar un pacto hacia julio que logre reducir al máximo posible las tasas impuestas por Trump a las importaciones de automóviles.

Precisamente, el resultado principal del acuerdo con Reino Unido, firmado hace unas semanas, fue reducir los aranceles a los coches británicos, especialmente Rolls Royce. Las firmas alemanas quieren usar ese texto como modelo para llegar a un pacto.

Los cálculos que hace BMW apuntan a que los aranceles les cuestan unos 10 millones de euros al día, entre la caída de ventas y un porcentaje del coste que soporta la propia firma al no subir los precios de venta todo lo que debería para compensar los impuestos adicionales. El coste acumulado para las tres firmas, que están sumidas en una crisis de modelo y una reestructuración forzada de sus negocios, es muy importante.

La principal arma de las firmas en su negociación es recordar a Trump que las firmas alemanas son los principales exportadores de coches de EEUU: la mitad de los vehículos que BMW, Mercedes y Volkswagen producen allí van destinadas a la exportación, y estas tres firmas suman el 85% de todos los coches exportados por el gigante norteamericano.

La explicación es simple: las fábricas estadounidenses producen principalmente SUVs, los coches más vendidos en EEUU, desde donde se exportan al resto de mercados. Los coches más pequeños, con estándares más europeos, se producen en este lado del Atlántico, donde tienen mucha más demanda. Y, en la práctica, los que se producen 'de más' en un sitio se acaban intercambiando por los otros. Si los aranceles persisten y la UE contraataca de forma igual, el resultado sería hundir las exportaciones de coches desde EEUU, perjudicando igualmente los objetivos de Trump.

Todo esto se produce cuando los automóviles eléctricos chinos están creciendo a una velocidad de crucero, con bajadas de precio a las que las firmas occidentales no pueden responder. Una batalla automovilística entre EEUU y Europa sería la mejor forma de acabar hundiendo a ambas. Y las 'tres grandes' alemanas esperan poder convencer a un Trump al que los mercados cada vez etiquetan más como un 'gallina' a la hora de mantener sus pulsos.

Mientras tanto, la UE y EEUU mantienen viva la esperanza de un acuerdo comercial que retire parte de los aranceles que el magnate impuso a Europa. Aunque el 10% de 'tarifa plana' para todo el mundo parece inamovible, la diferencia entre ese nivel y el 25% actual es muy significativa. Y, con Trump, todo está en el aire hasta el último segundo.

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