
Hasta ahora la historia de BYD, el mayor vendedor de coches eléctricos del planeta, era un ejemplo de ascenso imparable que daba buena cuenta del asalto mundial chino sobre esta industria. Sin embargo este lunes, ha dado un gran giro a su estrategia para adaptarse a una caída generalizada de la demanda en el sector. La firma ha anunciado fuertes bajadas de precios en sus 22 modelos, lo que ha provocado una gran sacudida bursátil a sus acciones, del 8%, y de la competencia, que retroceden alrededor de un 5%. Los inversores ven en el movimiento un inicio de una guerra de precios que ataque a los márgenes y rentabilidad de toda la industria en China.
Las acciones de BYD han llegado a caer un 8%. Al final se ha dejado un 5,93% y ha arrastrado al resto de rivales, como Li Auto, Great Wall Motor y Geely Automobile. Geely se ha dejadoun 9% en Hong Kong. Quedo por ver si estas rebajas consiguen ser compensadas por un aumento de las ventas pero por el momento los mercados ya temen el golpe en la rentabilidad. Algunos de sus modelos han llegado a caer un 20% y un 34% respectivamente. De este modo el Seagull ya valdría 7.250 euros en China y el sedán híbrido Seal, 13.360 euros.
Pero, ¿por qué BYD decide bajar los precios si está logrando disparar sus ventas hasta superar a Tesla tanto a nivel mundial como en la misma Europa? Los analistas coinciden en la necesidad de la firma de crecer todavía más sacrificando rentabilidad para afianzar su liderazgo. Según los expertos de Citi esta campaña impulsará entre un 20% y 30% los envíos para el próximo trimestre frente al anterior. Además registraría un beneficio de 9.000 yuanes por vehículo frente a los 10.000 que lograba anteriormente.
Si bien BYD puede soportar la carga ante un mayor sacrificio, la decisión puede ser letal para las firmas más pequeñas que ya operaban con márgenes más bajos y su liquidez es mucho más pequeña. Hasta ahora hay una situación de sobresaturación absoluta en el mercado asiático, con más de 100 fabricantes. Esta situación ha llevado a que las empresas se embarquen en una batalla continua de bajadas de precios, por un lado, y, por otra, de búsqueda de mercados internacionales.
Este guerra sin cuartel por ver quién es el que sobrevive ha provocado esta situación tan contraintuitiva de que los coches chinos invaden el mundo pero viven una situación de estrés. Sin embargo este 2025 la más 'fuertes' han logrado hacer valer su dominio con enormes subidas en bolsa. En los primeros meses de 2025 BYD se dispara un 60% y Geely un 42%. Por su parte Li Auto hace lo propio un 17%. Great Wall Motor es la única de las grandes que no sigue este ritmo es pierde casi un 10% en lo que va de año.
La idea de que la industria está en esa batalla por deshacerse de la producción sobrante no es algo que solo reconozcan los analistas, los propios ceos de las principales firmas hablan de que están inmersos en este proceso. Gan Jiayue, director ejecutivo de Geely Auto, explicó en la presentación de resultados que "la ronda eliminatoria de la industria automotriz de China comenzará de manera integral y la industria entrará en un período de consolidación, con una reorganización completa". Wang Chuanfu, presidente de BYD, también avisó de una "ronda de eliminación brutal". Por su parte, Yin Tongyue, presidente de Chery Auto, hablaba de una "carrera a vida o muerte".
El motivo es claro, según datos del Ministerio de Industria y Tecnología, se estima de que la centena de empresas de coches eléctricos del país tienen una capacidad de producción de 36 millones de unidades al año frente a una demanda aproximada de 17 millones. El resultado es un exceso de más del 50% en capacidad de producción estimada. Algo que, o bien se solventa con ventas al exterior, o bien supone pérdidas para el sector.
Concretamente se vendieron cerca de 6,7 millones de unidades en China en 2024 de vehículos de batería y 12,9 millones de híbridos enchufables. BYD tiene el dominio absoluto con un 34,1% de cuota de mercado, seguido de Tesla (6%). Hablando de ventas de vehículos eléctricos puros BUD se desmarca con 1,76 millones frente a los 650.000 de Tesla y los 222.000 de Geely (Zeekr). A nivel mundial BYD ha vendido sumando todos sus modelos (no solo los eléctricos puros) cerca de 4,27 millones superando los 1,8 millones de Tesla. El resto del podio mundial está dominado por firmas chinas como Geely (2,18 millones) CHery y Li AUto (medio millón cada una) y otras marcas como Xpeng o Nio.
La situación es tan ajustada que una rebaja de precios de este calibre por parte de BYD obliga a sus rivales a seguir la misma trayectoria si no quieren quedarse completamente atrás. De momento esto no tiene un impacto en los precios internacionales, pero se espera que esta mayor lucha sin cartel se extienda a los mercados exteriores a medida que las firmas busquen escapar de la apretada competencia local a través de lugares como Europa.
Por su parte estas firmas quieren ganar terreno ante otros desafíos que se plantean en los próximos años. Uno de los más destacables en el caso de BYD es la conducción autónoma. Este es un mercado clave para definir el futuro de las firmas del sector. No en vano, este es el motivo principal por el que Tesla ha pasado de las pérdidas masivas a recuperar todo lo perdido. BYD recibió a finales del año pasado una calificación de recomendado para que su modelo Atto 3 opere en sus carreteras. El conocido como el Ojo de Dios de la firma china ha sido la gran esperanza pero, de momento, no es un sistema de conducción autónoma.