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Fri, 06 Jun 2025 10:27:35 +0200
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Ahora que Brad Pitt y su nueva película (con Javier Bardem) han puesto la Fórmula 1 más de moda que nunca, evocamos las hazañas de Michael Schumacher, que será recordado alzando el casco, con la mirada firme, el puño cerrado tras otra victoria imposible. Porque hay leyendas que no se explican. Solo se recuerdan. Hay vidas que dejan de vivirse a la vista y pasan a latir entre susurros, envueltas en un silencio más elocuente que cualquier comunicado oficial. Schumacher, el piloto que desafió la velocidad y domó circuitos como si fueran extensiones de su voluntad, lleva más de una década recluido en la niebla de una existencia suspendida. Fue el 29 de diciembre de 2013 cuando una roca en los Alpes franceses le dio el golpe más cruel: no en una curva a 300 kilómetros por hora, sino en la nieve, con un casco que no bastó.