El colectivo de autónomos es un ecosistema perfecto para que proliferen los casos de economía sumergida. Una parte del tejido empresarial en la que se reiteran los pequeños pagos en efectivo y las operaciones fuera de los establecimientos. Por este motivo, a pesar de que el fraude no es la norma en el colectivo, Hacienda viene probando desde hace más de un año la inteligencia artificial para detectar infracciones.
