El ejército ruso atravesó las fronteras ucranianas hace poco más de un mes, y en las siguientes semanas tanto Estados Unidos como Europa prometieron estrangular la economía de Vladimir Putin para obligar al líder ruso a doblegarse. Lejos de conseguirlo, los precios actuales del petróleo, el gas y el carbón prometen inundar las arcas de la potencia del Este si Occidente no cesa la importación masiva de materias primas.
Como recordó este miércoles el representante de la política exterior en la UE, Josep Borrell, los Veintisiete compran cada día 1.000 millones de euros en productos energéticos a Putin, una factura desorbitada que sostiene la guerra en Ucrania y permiten que la moneda rusa se mantenga a flote. "Desde que empezó la guerra le hemos dado 35.000 millones de euros", dijo Borrell frente al Pleno del Parlamento.
Pero a cuánto ascenderían los ingresos si la guerra prosigue, los precios actuales se mantienen y Europa sigue importando gas, petróleo y carbón a este ritmo. Según Bloomberg Economics, Rusia ingresaría este año 320.700 millones de dólares, el máximo de los últimos tres años. La cifra sería más de un tercio superior a la 2021, cuando exportó productos energéticos por valor de 235.600 millones de dólares, según el centro de análisis.
Esta enorme entrada de dinero, según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), llevaría a Rusia a cerrar 2022 con un superávit por cuenta corriente de 240.000 millones de dólares, un récord. "El mayor impulsor del superávit por cuenta corriente de Rusia sigue pareciendo sólido", recogen en un informe los economistas del IIF. "Pese a las actuales sanciones en vigor, parece que continuarán las fuertes entradas de divisas en Rusia".
A la espera de sanciones
Si bien es cierto, desde que trascendieron las imágenes de la masacre en Bucha el pasado fin de semana, la Unión Europea se ha decidido a actuar sobre las exportaciones de carbón ruso, y ha abierto la posibilidad a limitar la compra de petróleo y gas de ese país, una serie de movimientos que recortarían drásticamente los ingresos de Rusia. A falta de conocer el paquete definitivo de sanciones, que continúan negociando en Bruselas, la Comisión emitió un comunicado este martes en el que cifraban el embargo al carbón ruso en 4.000 millones de euros anuales.
Pero el gran melón que aún no ha abierto Europa es la compra a Vladimir Putin de petróleo y gas, y aunque se han abierto a negociar una posible restricción, Borrell ha descartado acciones en este quinto paquete de sanciones. El 78% de las exportaciones rusas de gas natural son a Europa, siendo Alemania el mayor comprador –se queda con el 24% del gas total que sale de Rusia-, según cifras de BP.
Por el lado del petróleo, Europa compra el 45% del total exportado por Rusia, según la Asociación Internacional de la Energía (IEA), siendo su mayor contratista. De nuevo, Alemania es el principal consumidor de petróleo ruso de los Veintisiete, aunque el ministerio de finanzas alemán aseguró este miércoles que su país cuenta con reservas de petróleo para 200 días. Por otra parte, reconoció que un "embargo inmediato del petróleo ruso podría, al menos temporalmente, causar distorsiones y cuellos de botella en el abastecimiento" de gasoil y gasolina en Alemania.
Si finalmente la UE, Reino Unido y Estados Unidos se decantasen por embargar la entrada de todos sus productos energéticos, Rusia perdería el 20% de sus exportaciones de estas materias, con un coste de hasta 300.000 millones de dólares en ingresos por exportaciones, en función de las oscilaciones de los precios, según IIF.