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Por primera vez en meses, empieza a haber división en Wall Street sobre los siguientes pasos que tomará la Fed. Mientras algunos se aferran a los planes de fuertes subidas de tipos que ha avanzado la Fed, y que prevén que el indicador de los intereses se sitúe entre el 3% y el 4% para el año que viene, están empezando a crecer las voces de analistas que ven bajadas de tipos a medio plazo, ya que los datos económicos de las últimas semanas apuntan a un enfriamiento de la economía y la posibilidad de que, quizá, la inflación ya haya tocado techo.

Los funcionarios de la Casa Blanca están sopesando una serie de medidas ejecutivas por parte del presidente Joe Biden sobre el cambio climático, incluida una declaración del Estado de emergencia que le permitiría dirigir los fondos federales a proyectos de energía limpia.

La empresa estatal rusa Gazprom ha suspendido las entregas de gas a al menos tres compradores europeos de gas alegando causas de "fuerza mayor", una señal de que la empresa tiene la intención de mantener el suministro del combustible limitado al máximo para presionar a la UE en represalia por las sanciones impuestas tras la invasión de Ucrania.

La Reserva Federal dijo que los aumentos de precios se mantuvieron "sustanciales" en los EEUU en las últimas semanas, aunque algunas áreas vieron señales de que la inflación se está enfriando, en medio de indicios de una desaceleración en la demanda y crecientes preocupaciones de una recesión.

Las actas de la última reunión de la Reserva Federal muestran que los directivos del banco central estadounidense tienen una prioridad clara: están dispuestos a mantener los tipos altos más de lo esperado, aunque eso desacelere la economía, con tal de bajar la inflación hasta el 2%. En su opinión, es 'crucial' mantener la credibilidad del banco central para poder controlar los precios, lo que apunta a una nueva subida de 75 puntos básicos a finales de este mes.

Las recesiones, como las familias infelices, son todas diferentes. Y la próxima -que los economistas ven cada vez más posible que suceda a finales de 2023- probablemente lo confirme. Una recesión en EEUU puede ser más moderada en su profundidad, pero en este caso podría ser más prolongada de lo normal.

La inflación en los alimentos parece estar dispuesta a tomarse un respiro. Una señal que están dando los precios de materias primas como el trigo, el maíz o el aceite de soja, que encadenan meses de caídas.

Amazon está a punto de llegar a un acuerdo para retransmitir la Champions en Reino Unido, en la que sería la mayor apuesta del gigante minorista por el deporte, especialmente en Europa, según confirmaron fuentes cercanas al acuerdo a la agencia Bloomberg.

Un tribunal de las Islas Vírgenes Británicas ha ordenado la liquidación del fondo de cobertura de criptomonedas Three Arrows Capital, según ha anunciado la cadena Sky News. La firma Teneo Restructuring será la encargada de gestionar la liquidación del fondo, cuya sede se encuentra en Singapur. La orden judicial se emitió el martes.

No hace ni dos años desde el último default de Argentina, y la ola inflacionaria mundial ya está gestando una nueva crisis de deuda en el país sudamericano. Esta vez, el problema está en el mercado local de bonos, donde los acreedores no tienen muchas ganas de renovar los bonos del Estado que van venciendo. Con un gasto aún elevado y presiones del FMI para que el Gobierno de Alberto Fernández deje de financiar su alto déficit mediante la máquina de imprimir billetes del banco central, en Buenos Aires crece la sensación de que el Gobierno se está quedando sin opciones de financiación y que una reestructuración de los bonos locales es ya casi inevitable.