
Las actas de la última reunión de la Reserva Federal muestran que los directivos del banco central estadounidense tienen una prioridad clara: están dispuestos a mantener los tipos altos más de lo esperado, aunque eso desacelere la economía, con tal de bajar la inflación hasta el 2%. En su opinión, es 'crucial' mantener la credibilidad del banco central para poder controlar los precios, lo que apunta a una nueva subida de 75 puntos básicos a finales de este mes.
"Muchos de los participantes [en la reunión del Comité de Mercados Abiertos] juzgaron que hay un riesgo significativo de que la inflación elevada se afiance si el público comienza a cuestionar la voluntad del comité de ajustar los tipos según sea necesario", mostraron las minutas.
Los directivos también "reconocieron que el endurecimiento de la política monetaria podría desacelerar el ritmo del crecimiento económico por un tiempo, pero consideraron que bajar la inflación al 2% es fundamental para lograr el máximo empleo de manera sostenida".
Evitar que la inflación se consolide al alza
La agresividad mostrada por la Fed en su última reunión, en la que subieron los tipos 75 puntos básicos y adelantaron su intención de hacer lo mismo en su próximo encuentro los días 27 y 28 de este mes para frenar la inflación más alta en 40 años, ha convulsionado a los mercados financieros. Los inversores temen que el endurecimiento de la política monetaria lleve a EEUU a una nueva recesión.
La presidenta de la Fed de Kansas City, Esther George, fue la única de los 18 miembros del Comité que prefirió ir con más calma y subir los tipos solo 50 puntos básicos. Todos los demás, sin embargo, "reconocieron la posibilidad de que una postura aún más restrictiva podría ser apropiada si persisten las presiones inflacionarias elevadas". Su temor es que las expectativas de los consumidores se consoliden lejos del 2% y creen una espiral precios-salarios.
Desde aquella reunión, varios miembros del Comité han adelantado que están a favor de subir los tipos en 75 puntos básicos, como adelantó el presidente de la institución, Jerome Powell, en la rueda de prensa tras la última reunión, pese a los riesgos de recesión.
Las probabilidades de que EEUU sufra una recesión en el próximo año ahora son aproximadamente del 33%
Los economistas han rebajado las previsiones de crecimiento, tras publicarse varios indicadores que muestran una debilidad en el gasto de los consumidores, un endurecimiento de las condiciones financieras y una caída en la actividad manufacturera de EEUU.
Las probabilidades de que el gigante norteamericano sufra una recesión en el próximo año ahora son aproximadamente del 33%, según Bloomberg Economics. Un pesimismo similar se percibe claramente en los mercados de futuros de tipos de interés: los inversores apuestan a que la Fed cambiará de rumbo el próximo año, deteniendo los aumentos de tipos antes de lo previsto, y comenzará a recortarlos a mediados de 2023, ante el previsible parón de la economía.