Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

Los bonos de PDVSA, la petrolera estatal venezolana, están reviviendo en los mercados pese a que la compañía lleva siete años en suspensión de pagos. La causa son las elecciones presidenciales del próximo domingo: un grupo de inversores ha decidido apostar a que Nicolás Maduro perderá y el siguiente Gobierno sacará al país de la crisis financiera en la que lleva sumido desde hace una década.

El Libro Beige de la Fed, que recoge los últimos movimientos económicos en EEUU, apunta a un claro enfriamiento del PIB del país, como consecuencia de los altos tipos de interés y la incertidumbre por las próximas elecciones, las tensiones económicas mundiales y la inflación. Una situación que confirma la ralentización que tanto están temiendo los gestores y que respalda las expectativas de dos bajadas de tipos este año por las que apuestan los mercados.

El flamante primer ministro británico, Keir Starmer, ha presentado este miércoles su programa de Gobierno, en boca del rey Carlos III, y lo ha hecho poniendo sobre la mesa todas sus principales promesas electorales, con una serie de nacionalizaciones como primer plato. El Partido Laborista, pese a haber moderado su programa desde los años de Jeremy Corbyn (lo que le ha costado una enorme fuga de votos de protesta de su ala más radical), ha querido dejar claro que está mucho más a la izquierda de lo que estuvo con Tony Blair. El líder laborista de los años 90 llevó al partido a abjurar de las nacionalizaciones y abrazar la empresa privada para alegría de Margaret Thatcher, que lo consideró "su mayor éxito". Starmer, por contra, quiere deshacer alguna de las privatizaciones que firmó la 'Dama de Hierro' y volver a apostar por la gestión pública.

El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, anunció este fin de semana que, desde este lunes, el Gobierno que preside Javier Milei pone en marcha su plan para reactivar la economía del país. Y la pieza clave del programa es convertir al peso en una moneda escasa, rara y con tanta demanda que la gente esté dispuesta a pagar más dólares por hacerse con ella. Un plan para convertir al peso en una moneda escasa, como le ocurre al bitcoin, y dar un giro de 180 grados a los últimos 80 años de supremacía del dólar en Argentina.

Cada dos años, el BCE publica un informe en el que recoge los avances realizados por los países que están en la lista para entrar en el euro. Después del ingreso de Croacia, actualmente restan seis países que todavía deben cumplir con los requisitos del organismo encabezado por Christine Lagarde para iniciar el procedimiento de adopción de la divisa comunitaria: Bulgaria, Rumanía, Hungría, República Checa, Polonia y Suecia. Los dos primeros, a orillas del Mar Negro, muestran mucho interés en entrar en el euro, mientras que los centroeuropeos y Suecia no muestran un gran interés por acelerar el proceso de entrada en el euro.

Reino Unido se acuesta con un resultado electoral sin precedentes. La encuesta a pie de urna, que históricamente tiene un margen de error de unos 20 escaños, apunta a un triunfo aplastante del Partido Laborista de Keir Starmer tras 14 años en la oposición. Según el sondeo, el centro-izquierda habría conseguido 410 escaños, una mayoría aplastante al nivel de la obtenida por Tony Blair en 1997.

Desde su fundación en 1993, Nvidia ha seguido una trayectoria ascendente que le ha llevado a asaltar el Olimpo de la bolsa estadounidense. Elevada gracias al desarrollo de la tecnología que era adquirida por gigantes de Wall Street como Microsoft o Apple, Nvidia se ha convertido ella misma en un titán que acaba de batir a las empresas creadas por Bill Gates y Steve Jobs. La compañía encabezada por Jensen Huang, involucrada en el auge de la Inteligencia Artificial gracias a sus chips, se está erigiendo como la gran vencedora de este baile en el que la tecnología inteligente marca el ritmo al que se mueven las firmas del parqué norteamericano.

Javier Milei llegó al poder prometiendo medidas radicales y casi excéntricas: volar por los aires al Banco Central (BCRA) y dolarizar el país. Pero lo que ha demostrado hasta ahora es que su objetivo prioritario es acabar con la inflación a toda costa y que está dispuesto a aplicar las medidas más ortodoxas para ello. Este lunes ha prometido al FMI poner en marcha una medida para conseguir que Argentina vuelva a ser un país con una moneda creíble y con valor: el BCRA mantendrá el tipo de interés real en positivo -es decir, mayor que el IPC- para que, como en Europa o EEUU, restrinja el consumo y ayuden a reducir la inflación. Un paso más en el plan 'accidental' de Milei para recuperar la solidez de su moneda, devolver el poder al instituto emisor y 'pesificar' Argentina.

La Reserva Federal mantiene la incertidumbre en los tipos. El banco central no toca los niveles actuales, entre el 5,25% y el 5,5%, pero rebaja sus expectativas para el resto del año: de dos recortes que preveían hasta ahora, los directivos de la Fed han pasado a apostar por una bajada sin descartar la segunda. Una respuesta que no se moja y desata la incertidumbre sobre los próximos movimientos de la institución.